viernes, 3 de abril de 2015

CAPÍTULO 181: MONEDA DE DOS CARAS

El momento de la primera ecografía es algo así como el momento más importante de tu vida. Estaré igual de nerviosa en las siguientes? Porque me va a dar algo… Dios… estará bien? Apenas estoy de 7 semanas según los cálculos de Quique… no sé si es pronto o no para hacerme una, pero no podía esperar a la semana 12. Quique parece estar nervioso. Lo disimula muy bien, ya que solo está leyendo por décimo novena vez el cartel sobre “patología ginecológica” que cuelga en la pared de la consulta.
Cómo será el ginecólogo? Espero que majo, porque como sea un gilipollas corto la ecografía a mitad. Resoplo pensando en cómo será verlo en pantalla. Seguro que no veo nada. Vero me ha dicho que es uno de los momentos más emocionantes del embarazo… pero para Vero todo es emocionante, hasta cagar por las mañanas. Me sale una carcajada sin poder evitarlo, lo que hace que Quique deje de aprenderse ese puto cartel y me preste un poco de atención.

-De qué te ries? – pregunta extrañado –

-De nada… - sonrío – quieres dejar de leer ese cartel? – exclamo – me estás poniendo negra…

Me mira con cara de sorprendido y vuelve a sentarse a mi lado sin decir nada. Tengo unos cambios de humor bastante curiosos. Como estar subiendo y bajando en un ascensor, más o menos así. La puerta se abre y aparece un doctor, de unos 50 años calculo, con una sonrisa y con su bata blanca impoluta.

-Buenas tarde pareja – estrecha la mano de Quique y después la mía – me han hablado de ti – se dirige a Quique – todo cosas buenas…

-Eso espero… - sonríe tímido… me encanta cuando se avergüenza –

-Bueno papás… - se sienta en su sillón frente a nosotros – nerviosos? – nos mira divertido –

-Un poco… - confieso –

-Es normal… primerizos nada menos… - suspira recostándose en el sillón – recuerdo mi primer hijo… había visto millones de ecografías… - ríe – y estaba como un flan… - veo como Quique sonríe impaciente – no os voy a hacer esperar más… - teclea algo en el ordenador – vamos a realizar la ecografía y luego haremos una serie de comprobaciones para asegurarnos que el embarazo va por buen camino… - me mira sonriente – pasad a la salita, en seguida estoy con vosotros.

Creo que estoy temblando. Tumbada en la camilla, mirando al techo, siento las palpitaciones incesantes en mi pecho. Quique suspira de vez en cuando. Está realmente nervioso, lo que me reconforta, ya no soy yo sola.

-Ya estoy aquí – el médico irrumpe en la habitación – tenéis cara de asustados… - sonríe – venga hombre! – le da una palmadita en el hombro a Quique –

Quique ríe avergonzado.

-Bien Malú, vamos a hacer la ecografía, te voy a echar este gel, está algo frío pero es necesario – asiento –

Busco inconscientemente la mano de Quique, que hace lo mismo conmigo. Sonrío mirándole al ver que hemos hecho los dos lo mismo. Fugazmente, deja un beso en mi frente y suelta un suspiro casi de susto.

-Vamos a ver… - susurra el médico concentrado mirando a esa pantalla en la que yo no veo absolutamente nada –

Unos momentos de tensión se ciernen sobre la habitación. Quique, serio, callado, observa la pantalla concentrado. El médico igual. Por un momento me asusto. Que alguien me diga algo por favor!!

-Eso es… - susurra Quique totalmente anonadado –

-Eso parece… - susurra el médico –

-Qué pasa? – pregunto asustada mirando la pantalla. Al ver que ninguno de los dos contesta, vuelvo a insistir – qué pasa Quique? – pregunto asustada de nuevo –

-Ahí están… - dice el médico paralizando la imagen –

-Dios mío… - Quique observa la pantalla ojiplático –

-Me puede decir alguien qué cojones pasa? – pregunto cabreada –

-Cariño… - me mira y detecto sus ojos un poco empañados – hay dos…

-Cómo dos? – pregunto extrañada –

Miro al médico que observa la pantalla con media sonrisa. Vuelve a verse la imagen en movimiento, o eso parece al ver como parpadean esas sombras grises y negras. Dos? Analízalo Malú. Dos qué? Dos úteros? Dos ovarios? Dos… dos bebés? No, no puede ser. Dos? Miro boquiabierta a Quique que se está riendo con esa risa típica de cuando estás a punto de llorar.

-Ahí están… dos latidos – señala el médico – dos bolsas… mellizos…

-Me… mellizos? – tartamudeo todavía impactada –

-Efectivamente Malú… hay dos fetos… con dos bolsas diferentes… - dice el médico con voz suave – parece que está todo en orden… - mueve ese aparato por mi vientre - tienen un buen latido, todo está en su sitio…  

-Madre mía… - Quique se tapa la boca –

-Toma – el médico le cede el aparatito a Quique – quieres hacerla tú?

Quique mira ilusionado al médico, que le cede su sitio.

-Sabes hacerla? – pregunta el médico y Quique asiente – bien… - sonríe algo enternecido al ver la ilusión con la que Quique mira la pantalla con la imagen fija de antes – os dejo un momento solos para que veáis a los pequeños… o pequeñas con tranquilidad… - me mira tiernamente – enhorabuena…

No me sale ni decir gracias. Dios mío. Dos? Dos de golpe? A mi madre le da un jamacuco… de esta no sale seguro… qué disparate… dos??

-Quique… - susurro casi sin poder hablar – hay dos?

-Si… - contesta emocionado con el ecógrafo en la mano – déjame que te  lo haga yo… - posa el ecógrafo en mi vientre y mira atento a la pantalla – es alucinante… - se ríe de manera nerviosa – hay dos tío… - estalla en una carcajada – dos Malú! – me mira ilusionado – mira… - señala a la pantalla – ves eso?

Afino la vista todavía contrariada. No asumo lo que está pasando. En la pantalla veo algo que se mueve. Dos cosas que se mueven. No sé lo que es, pero estoy extremadamente emocionada.



-Son los dos corazoncitos…

Escuchar esas palabras es suficiente para romper a llorar totalmente emocionada. Escucho a Quique hacer lo mismo. Segundos después, noto los brazos de Quique envolverme y me aferro a él sin poder evitarlo.

-No te cansas de hacerme feliz eh pequeña? – susurra medio llorando -  


Suficiente. Ahora si que soy un mar de lágrimas. Dos. Dos niños! O dos niñas! Dios mío…