Abro los ojos lentamente. La imagen que veo me hace sonreir
de buena mañana. Malú profundamente dormida, habrá alguna imagen más bonita que
esa? Lo hago muchas veces, muchas veces la observo mientras duerme. Pero esta
vez lo hago de manera diferente. Si me llega a decir que no ayer… menos mal que
me ha dicho que si. Dios, voy a casarme… yo, el que pensaba que jamás
encontraría a una mujer que me diera todo lo que necesito. Es una cabezota y
vamos a tener muchas broncas por eso, lo tengo muy claro. Pero me quiere, me
quiere más de lo que nunca me habrá querido nadie, eso seguro.
Observo su rostro destensado, lo hago detenidamente. Me muevo
despacio en la cama para ponerme completamente de lado y eso le hace moverse a
ella. Suelta un ruidito parecido a un quejido y tengo que aguantarme la risa.
No se puede ser más perfecta… ni durmiendo deja de ser adorable.
-Mmm… - vuelve a soltar ese ruidito tan gracioso –
-Buenos días preciosa… - susurro –
-Mmmm… - vuelve a gemir levemente y sonríe sin abrir los ojos
– buenos días… - balbucea –
Abre los ojos despacio y vuelve a sonreir al verme. Estira
sus brazos de manera lenta mientras emite soniditos por la boca.
-No pienso moverme de aquí… - sentencia pasando un brazo por
encima de mi cuerpo –
-Venga cariño… que tenemos que preparar las cosas para ir a
tu casa… - acaricio su pelo –
-Es verdad!... – sonríe – vas a venir entonces?
-Claro que voy a ir… - me extraño de la pregunta –
-Lo decía porque igual tus padres tenían pensado que fueras…
-Mis padres… mierda… - maldigo – se van a cagar en todo con
tanto cambio de opinión…
-Ya no van a poder venir verdad? – dice con tono triste –
-Bueno… igual si… - me quedo pensativo – recuérdame que les
llame…
-Vale… - se abraza a mí – la última mañana del año y estás
aquí… - dice con tono tierno – no puede acabarse mejor…
-Qué cariñosa… - digo encantado – tengo los ojos hinchados de
llorar ayer verdad?
-A ver… - alza su cabeza para mirarme – no puedes estar más
guapo… - vuelve a apoyar su cabeza en mi pecho haciéndome reir –
-Sí puedo… que esta noche me pongo traje…
-Vas a ponerte traje? – se incorpora sorprendida – no voy a
poder cenar… va a estar cayéndoseme la baba todo el tiempo…
-Claro claro… - digo irónico – oye… crees que deberíamos
hablar con Juliet?
-Jummm… - susurra pensativa de medio lado – creo que sabe que
no está bien lo que hizo ayer… pero deberíamos reñirle… o… al menos… hablar con
ella del tema…
-Todo tuyo… - alza su cabeza y me mira con cara de querer
asesinarme – que era broma… hablamos los dos con ella…
-Puff… - resopla y vuelve a tumbarse – no sé qué hubiéramos
hecho si no aparece…
-No pensemos en eso… - digo acariciando su espalda – y no le
comentemos nada a Rose… hoy nos va a llamar…
-Es verdad… - se incorpora – voy a ducharme vale gordo? – me da
un beso en los labios - preparas mientras ese desayuno tan rico?
-Soy tu criado… - sonrío negando con la cabeza –
-Que no… quieres que haga yo el desayuno y tú…
-Calla… - le doy un beso en los labios mientras me levanto –
yo hago lo que tú me pidas… ya lo sabes…
-Ah sí? – me agarro a su cuello mientras intenta levantarse –
gordito, me llevas al baño que no me apetece andar?
-Qué morro tienes… - sonrío –
Camino con ella enganchada a mi cuello mientras vamos
besándonos por el pasillo y entramos al baño. Al entrar, Juliet nos observa
mientras se lava la cara y alza una ceja. Su cara es de lo más gracioso. Las
risas se paran de golpe y Malú se suelta de mí rápidamente.
-Buenos días… - dice Juliet en español –
-Buenos días… - Malú me mira con cara de circunstancias – qué
haces levantada tan pronto?
-Ah… bueno… es que he hecho el desayuno y…
-Que has hecho qué? – pregunto contrariado –
-Si… es que me he despertado pronto… y quería daros una
sorpresa…
La mirada de Malú se cruza con la mía un solo instante pero
la he entendido. La bronca se la echo yo porque ella es incapaz después de esto.
Que hija de puta es. Mientras esperamos abajo, Juliet intenta evitar mi mirada.
Sabe que la charlita va a tener que pasarla. Malú baja a toda prisa, a medio
vestir y entra como si nada a la cocina.
-Por qué corres? – le pregunto riéndome –
-Buah, qué hambre… casi me desmayo en la ducha… - Juliet
sonríe y se sienta a su lado -
Malú comienza a devorar tostadas. Y esa hambre voraz que
tiene por las mañanas qué? Eso no es adorable? Es maravillosa hasta engullendo.
Me mira y alza las cejas hacia Juliet. Ah, que encima tengo que empezar yo…
-Juliet… - la niña me mira – queríamos hablar contigo… -
Juliet mira a Malú y Malú a mí – lo que pasó ayer no estuvo bien… lo sabes no?
Juliet asiente y Malú hace un gesto tierno. Le miro y le hago
yo un gesto para que siga seria. Una charla es una charla, no puede acabar si
no se dice todo lo que hay que decir.
-Sí… lo se… - asiente –
-Ayer no era momento de hablar… lo habíamos pasado muy mal
buscándote y lo único que queríamos era tenerte de nuevo en casa… - hago una
pausa y miro a Malú, que se afana en poner gesto serio cada vez que la niña le
mira – no puedes escaparte cuando algo no salga como tú quieres…
-Ya… - asiente Juliet – lo siento mucho…
-No somos tus padres cariño… - Malú acaricia el pelo de la
niña – no queremos echarte una bronca… pero somos los responsables de que estés
bien… lo entiendes verdad? – la niña asiente – Rick y yo podemos discutir, es
lo normal… pero eso no tiene nada que ver contigo… nosotros estamos encantados
de que estés aquí… verdad Rick?
-Verdad… - asiento intentando no enternecerme demasiado –
-Es que… yo quería que Rick viniera con nosotras…
-Lo sé… yo también… y va a venir verdad? – Malú me mira
sonriente –
-Si… pero no se hacen así las cosas Juliet… eso debes
entenderlo… - vuelve a asentir – voy a ir con vosotras porque Malú y yo hemos
hablado… que es lo que hay que hacer siempre que hay algún problema…
-Os habéis reconciliado? – pregunta Juliet algo ilusionada –
-Si… si ha sido una tontería… verdad? – pregunto mirando a
Malú que me mira sonriente – promete que no vas a volver a escaparte…
-Lo prometo… - contesta rápidamente –
-Bueno… - me levanto de la silla y dejo un beso a cada una –
voy a llamar a mis padres y a ducharme vale? A qué hora salimos de aquí?
-Ahora hablo con mi hermano…
Joder, por qué cojones estoy nervioso? Si van a estar mis
padres y ya conozco a su familia… no es normal estar así, me tiembla todo. Mi
traje sufre, sufre de notar como tiemblo. La verdad es que voy arreglado, no
soy muy de trajes, pero reconozco que me siento elegante cuando los uso.
Llegamos a su casa, con su hermano y Juliet. Mis padres llegarán un poco más
tarde. Todavía es de día, ir en avión es lo que tiene… aunque me joda subirme a
uno, en un momento te plantas en la otra punta del país.
-Familia! Ya hemos llegado! – grita su hermano al abrir la
puerta –
-Ay mis niñas! – Pepi sale corriendo por el pasillo con los
brazos abiertos – ay qué guapas! – se deshace en besos con su hija y Juliet –
bueno! Bueno! – grita al verme – Pero esto que és?? – mira a Malú que sonríe
divertida – ay qué yerno más guapo tengo por favor!
-Pepi… - sonrío avergonzado – tú si que estás guapa…
-Yo? Hombre, de dónde te piensas que saca mi hija esa cara? –
se hace la chula – pero espera… - me obliga a darme la vuelta – pero hija! Tu
novio no es médico, te miente… es modelo!
-Suficiente! Ya no tengo frío… - me hago aire con la mano –
qué calor de repente…
-Ven aquí – me agarra de la mano y me mete sin avisar al
salón, que está repleto de gente, para variar – ha llegado mi yerno! – grita –
mirad, mirad qué percha tiene!
Joder, qué vergüenza macho. Veo caras familiares, los primos
de Malú ya han llegado y algún que otro amigo de la familia que Pepi se encargó
de presentarme la vez pasada. Todos me miran a mí y a Pepi alternativamente.
Qué mujer.
-Me van a salir los nietos de anuncio – me planta un beso en
la mejilla – ay por dios, que niño más guapo!
Escucho risas de fondo y me quedo allí, plantado, esperando a
que entre Malú, que entra muerta de la risa. Alzo la mano saludando mientras la
miro queriendo matarla. Esa efusividad de su madre me mata de la vergüenza y lo
sabe… y me ha dejado solo ante el peligro.
-Dónde están mis niñas? – Pepe aparece con una cerveza en la
mano – hola preciosa… - Juliet sigue cortándose un poco cuando aparece el padre
de Malú – bueno… mis niñas y mi compadre – me choca la mano efusivamente – qué pasa?
El viaje bien o qué?
-Si, todo bien Pepe… - contesto mirando furtivamente a Malú,
que me observa divertida –
-Qué elegante vienes… así me gusta! Ahora nos vestiremos
nosotros para la ocasión… quieres una cerveza? – asiento – venga, vamos para la
cocina…
Cuando vuelvo a casa y veo a mis padres llevarse tan bien, me
pregunto por qué se separaron. La verdad, me es indiferente, lo importante es
que cuando sus hijos vienen a verles, no tienen ningún problema en compartir
espacio. Cuántas ex parejas pueden decir eso? Pocas, muy pocas. Hoy es un día
demasiado especial, muchas emociones juntas… fin de año, primera Nochevieja con
Quique aquí… y vienen sus padres, que van a encontrarse de nuevo con los míos.
La realidad es que mi vida ha cambiado por completo este año. Cuando yo pensaba
que era imposible encontrar alguien que entendiera que mi trabajo es básico
para mí, va y aparece él y lo pone todo patas arriba. Qué feliz soy, quién iba
a decírmelo hace tan solo un año. Echo la vista atrás y no veo razón para que
la suerte, el destino, o lo que sea, me haya colocado aquí ahora. No pintaba
nada bien mi futuro hace unos años en cuanto a lo sentimental. Y ahora aquí,
prometida. Dios, estoy prometida.
-Malú, tus suegros han llegado… - mi hermano me saca de mis
pensamientos –
-Pareces el mayordomo… - digo riendo – siempre abres la
puerta tú…
-Y qué hago si nadie se levanta? – se queja – hola,
bienvenidos… - les da dos besos a cada uno – qué tal el viaje?
-Bien, gracias… - sonríe la madre de Quique amablemente – hola
hija… - me da un abrazo – gracias por invitarnos…
-Gracias a vosotros por venir… - su padre me da dos besos y
su hermana un efusivo abrazo – qué alegría que estéis aquí…
-Hombre! Si es mi consuegra! – mi madre aparece con un plato
de pastas en las manos – coge esto Malú – me pasa la bandeja a mí y me quedo
mirando a Quique que está poniendo los ojos en blanco – qué chaqueta tan mona
por favor! – mi madre y la suya ya tienen tema de conversación para toda la
noche –
-Oye futura esposa… - susurra acercándose a mí – se lo has
dicho a tus padres?
-Crees que estaría mi madre callada si se lo hubiera contado?
– nos reímos – tenemos que hablar de eso…
-El año que viene si te parece… - me da un beso en los labios
– mañana…
-Mañana… - sonrío – se lo has dicho a los tuyos?
-No… pero me muero de ganas… van a flipar…
Los dos reímos nerviosos, quizá imaginándonos la escena. Me
imagino a mi madre subida al sofá pegando saltos… con lo que le gusta su yerno.
Y gritando a todo dios que su hija se casa. Y me imagino a mi padre intentando
no llorar, conteniéndose como hace siempre. Y a mi hermano quedarse paralizado,
como si hubiera visto un fantasma, para, acto seguido, darle un buen abrazo a
Quique. Y a Vero, me imagino a Vero saltando en el sofá con mi madre, las dos
cogidas de la mano. Me río al pensarlo. Lástima que lo de Vero tenga que
esperar unos días, pero sé que saltará en el sofá cuando se lo cuente.
No he podido resistirme al pensar en Vero. Cojo el móvil, con
cara de estar haciendo una gamberrada, y escribo un whatsapp. Quiero que sea la
primera persona en saberlo.
-“Ve comprando
una pamela. Me caso el año que viene”
Sonrío cuando
la veo en línea y, automáticamente, comienza a escribir.
-“ESTÁS DE COÑA”
Y un montón de muñequitos con los ojos bien abiertos.
-“Ayer me lo
pidió de verdad y le dije que sí… mis padres van a enterarse en breve, pero
quería que fueras la primera en saberlo”
-“JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA”
- y muñequitos llorando, muchos muñequitos llorando. Me descojono sin querer y
Quique me mira extrañado desde el salón.- “Pero cuando te casas?”
-“No hemos
hablado de fechas todavía… hemos acordado que hablamos el año que viene… pero
me caso Vero…”
-“Totalmente
segura?”
-“No he estado
tan segura de algo en mi vida” Y pongo un montón de gitanitas, emoticono de lo
más socorrido para todo tipo de estados de ánimo, cosa que me encanta.
-Me tengo que poner celoso?
-Jajajajaja – me río – estoy hablando con Vero… es la primera
en enterarse…
-Se lo has contado? – sonríe con gesto asustado –
-Si…
-Y qué dice? – le enseño la pantalla del móvil y le obligo a
leer – vaya… algo me dice que se alegra…
-Cómo no se va a alegrar de que su mejor amiga se case con el
hombre le hace feliz? – me agarro a su cuello y le planto un beso, lengua
incluída, que le deja sorprendido –
-Algunos ya han empezado con los caracoles… - grita uno de
sus primos al entrar al salón –
La risa es generalizada. En toda la puerta del salón,
estupendo, no me había dado ni cuenta. Me cago en la puta, debo estar rojo, de
lo rojo que debo estar, tengo que estar negro. Ya he sobrepasado los límites de
la ruborización.
-Todo bien cariño? – mi madre me agarra de la cintura y me
hace girarme mientras escuchaba atentamente el relato de uno de los hijos de
Paco –
-Si… todo bien mamá…
-Ya no estáis enfadados no? – me arregla la corbata… cosas
que siempre hacen las madres –
-No… fue una tontería…
-Bueno… - me acaricia la cara –
-Mamá… - miro alrededor – ven, tengo que contarte algo…
Nos alejamos un poco del salón. Voy a contárselo. Mi padre y
mi hermana nos observan y les hago un gesto para que vengan. Está bien, así no
tengo que contarlo varias veces.
-Qué pasa? – dice mi padre mirándome –
-Tengo que contaros algo…
-Está embarazada! – grita mi hermana y se tapa la boca –
-NO! – grito – no es eso… - carraspeo y miro de nuevo
alrededor – no digáis nada… sus padres no lo saben todavía… o eso creo…
-Dispara ya coño, que estoy nerviosa! – me grita mi hermana –
-Vamos a casarnos…
Las noticias a veces producen momentos en los que el tiempo
se ralentiza. Esta es una de ellas. Observo a mi madre como me mira con gesto
sorprendido y, acto seguido, comienzan a encharcársele los ojos de lágrimas. Mi
padre me mira boquiabierto y, justo antes de abrazarme, me da tiempo a mirar a
mi hermana, que se tapa la boca para no gritar. Está loca, siempre tiene que
gritar por todo, maldita sea.
-Ahhhhhh!! – grita –
-No grites coño!!! – le riño –
-Hijo… - mi padre me abraza –
-Pero cuando? – pregunta mi madre emocionada –
-No hemos hablado de fechas todavía… pero es serio… en plan…
el año que viene imagino…
-Mi niño… - me abraza emocionada – qué feliz me haces…
Cuando escucho el gritito de su hermana, sé que ha llegado el
momento. No quiero que se entere por otra parte así que, agarro su mano y me la
llevo fuera del salón, por la otra parte del pasillo y entramos a una de las
habitaciones.
-Hija por dios, qué quieres? Que me dé algo?
-Mamá… tengo que contarte algo…
-Algo? – le cambia la cara – ay dios mío… - dirige su mano a
mi barriga –
-No! Qué manía tenéis todos con verme preñada? – aparto su
mano riéndome – no mamá… es otra cosa… - me mira expectante – Vamos a casarnos…
No es posible. Mi madre se ha quedado muda, es eso posible?
No, no es posible. Tiene que estar dándole algún tipo de chungo. Me mira
boquiabierta, sin articular palabra. Ha petado. Normal, yo también estoy
petando.
-Mamá… estás bien?
-Te lo ha pedido él? – pregunta de repente –
-Sí… - asiento avergonzada –
-Ay hija… - se tapa la cara – de verdad?
-Si mamá… - sonrío –
-Y estás segura?
-Claro que lo estoy… - bajo la cabeza sonriente – cómo no voy
a estarlo… si es un cielo… y me quiere… y le quiero… y…
-Ahhhhh!!! – grita y me abraza fuerte contra ella – Dios mío!!!
– abre la puerta de la habitación a toda prisa –
Lo que suponía. Salgo con gesto divertido de la habitación.
Mi madre aparece en el pasillo con mi padre y mi hermano de la mano,
empujándoles hasta a mí.
-Díselo a ellos antes de que grite! – me ordena –
-El qué? Qué pasa? – pregunto mi padre sin entender nada –
-Voy a ser tío?
-Otro… - pongo los ojos en blanco – el día que sea verdad lo
sabréis antes que yo o qué? – suspiro sonriente – que me caso… que me caso con
Quique…
Mi hermano alza una ceja y se pone a reírse agarrando a mi
padre por el hombro. Otro al que le ha dado un chungo. Me mira serio. Instantes
después, una gran sonrisa invade su rostro. Respiro aliviada. Sé que le gusta
como yerno, pero no sabía hasta qué punto. Me abraza sin decir nada, conforme
esperaba. Casi sin tiempo para reponerme, y con la emoción asomando por mis
ojos, mi madre sale despavorida hacia el salón.
-Atención!! Escuchadme!!! Silencio!!
-Mamá!! – intento detenerla muerta de risa –
-Déjame, que esto llevo queriendo hacerlo toda la vida…
Miro hacia la puerta del salón y aparece Quique rodeado de su
familia. Me mira interrogante y le hago un gesto señalando a mi madre. Se tapa
la cara. Sabe lo que va a pasar.
-Ven aquí! – le ordena – Ven aquí coño!
Quique suspira avergonzado y se acerca a ella. Le agarro de
la mano.
-Malú…
-No he podido pararla… - me justifico –
-Cuando va a ser? – mi madre se gira antes de anunciar la
noticia pero nos alzamos de hombros. Pone cara de sorpresa pero vuelve a
girarse hacia los demás – no sé cuándo es porque son un desastre, pero Malú va
a casarse!!!
Un “oh” unánime suena en el salón. Risas y susurros. Solo
escucho eso. Cuchicheos en voz baja mirándonos sonrientes. El pobre Quique no
va a querer volver a esta casa, pobrecito. Me aprieta la mano fuerte.
-Pero felicitadles cojones!!! Una buena noticia para despedir
el año!! – grita mi madre emocionada –
Comienzan a levantarse de las sillas y vienen hacia nosotros.
Va a querer matarme por la mirada que me está echando. Pero me encanta esta
situación. Me encanta estar tan feliz.
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