domingo, 28 de diciembre de 2014

CAPÍTULO 127: QUE EN ESTE CORAZÓN ME SOBRAN SENTIMIENTOS (I)

Abro los ojos lentamente. La imagen que veo me hace sonreir de buena mañana. Malú profundamente dormida, habrá alguna imagen más bonita que esa? Lo hago muchas veces, muchas veces la observo mientras duerme. Pero esta vez lo hago de manera diferente. Si me llega a decir que no ayer… menos mal que me ha dicho que si. Dios, voy a casarme… yo, el que pensaba que jamás encontraría a una mujer que me diera todo lo que necesito. Es una cabezota y vamos a tener muchas broncas por eso, lo tengo muy claro. Pero me quiere, me quiere más de lo que nunca me habrá querido nadie, eso seguro.

Observo su rostro destensado, lo hago detenidamente. Me muevo despacio en la cama para ponerme completamente de lado y eso le hace moverse a ella. Suelta un ruidito parecido a un quejido y tengo que aguantarme la risa. No se puede ser más perfecta… ni durmiendo deja de ser adorable.

-Mmm… - vuelve a soltar ese ruidito tan gracioso –

-Buenos días preciosa… - susurro –

-Mmmm… - vuelve a gemir levemente y sonríe sin abrir los ojos – buenos días… - balbucea –

Abre los ojos despacio y vuelve a sonreir al verme. Estira sus brazos de manera lenta mientras emite soniditos por la boca.

-No pienso moverme de aquí… - sentencia pasando un brazo por encima de mi cuerpo –

-Venga cariño… que tenemos que preparar las cosas para ir a tu casa… - acaricio su pelo –

-Es verdad!... – sonríe – vas a venir entonces?

-Claro que voy a ir… - me extraño de la pregunta –

-Lo decía porque igual tus padres tenían pensado que fueras…

-Mis padres… mierda… - maldigo – se van a cagar en todo con tanto cambio de opinión…

-Ya no van a poder venir verdad? – dice con tono triste –

-Bueno… igual si… - me quedo pensativo – recuérdame que les llame…

-Vale… - se abraza a mí – la última mañana del año y estás aquí… - dice con tono tierno – no puede acabarse mejor…

-Qué cariñosa… - digo encantado – tengo los ojos hinchados de llorar ayer verdad?

-A ver… - alza su cabeza para mirarme – no puedes estar más guapo… - vuelve a apoyar su cabeza en mi pecho haciéndome reir –

-Sí puedo… que esta noche me pongo traje…

-Vas a ponerte traje? – se incorpora sorprendida – no voy a poder cenar… va a estar cayéndoseme la baba todo el tiempo…

-Claro claro… - digo irónico – oye… crees que deberíamos hablar con Juliet?

-Jummm… - susurra pensativa de medio lado – creo que sabe que no está bien lo que hizo ayer… pero deberíamos reñirle… o… al menos… hablar con ella del tema…

-Todo tuyo… - alza su cabeza y me mira con cara de querer asesinarme – que era broma… hablamos los dos con ella…

-Puff… - resopla y vuelve a tumbarse – no sé qué hubiéramos hecho si no aparece…

-No pensemos en eso… - digo acariciando su espalda – y no le comentemos nada a Rose… hoy nos va a llamar…

-Es verdad… - se incorpora – voy a ducharme vale gordo? – me da un beso en los labios - preparas mientras ese desayuno tan rico?

-Soy tu criado… - sonrío negando con la cabeza –

-Que no… quieres que haga yo el desayuno y tú…

-Calla… - le doy un beso en los labios mientras me levanto – yo hago lo que tú me pidas… ya lo sabes…

-Ah sí? – me agarro a su cuello mientras intenta levantarse – gordito, me llevas al baño que no me apetece andar?

-Qué morro tienes… - sonrío –

Camino con ella enganchada a mi cuello mientras vamos besándonos por el pasillo y entramos al baño. Al entrar, Juliet nos observa mientras se lava la cara y alza una ceja. Su cara es de lo más gracioso. Las risas se paran de golpe y Malú se suelta de mí rápidamente.

-Buenos días… - dice Juliet en español –

-Buenos días… - Malú me mira con cara de circunstancias – qué haces levantada tan pronto?

-Ah… bueno… es que he hecho el desayuno y…

-Que has hecho qué? – pregunto contrariado –

-Si… es que me he despertado pronto… y quería daros una sorpresa…

La mirada de Malú se cruza con la mía un solo instante pero la he entendido. La bronca se la echo yo porque ella es incapaz después de esto. Que hija de puta es. Mientras esperamos abajo, Juliet intenta evitar mi mirada. Sabe que la charlita va a tener que pasarla. Malú baja a toda prisa, a medio vestir y entra como si nada a la cocina.

-Por qué corres? – le pregunto riéndome –

-Buah, qué hambre… casi me desmayo en la ducha… - Juliet sonríe y se sienta a su lado -

Malú comienza a devorar tostadas. Y esa hambre voraz que tiene por las mañanas qué? Eso no es adorable? Es maravillosa hasta engullendo. Me mira y alza las cejas hacia Juliet. Ah, que encima tengo que empezar yo…

-Juliet… - la niña me mira – queríamos hablar contigo… - Juliet mira a Malú y Malú a mí – lo que pasó ayer no estuvo bien… lo sabes no?

Juliet asiente y Malú hace un gesto tierno. Le miro y le hago yo un gesto para que siga seria. Una charla es una charla, no puede acabar si no se dice todo lo que hay que decir.

-Sí… lo se… - asiente –

-Ayer no era momento de hablar… lo habíamos pasado muy mal buscándote y lo único que queríamos era tenerte de nuevo en casa… - hago una pausa y miro a Malú, que se afana en poner gesto serio cada vez que la niña le mira – no puedes escaparte cuando algo no salga como tú quieres…

-Ya… - asiente Juliet – lo siento mucho…

-No somos tus padres cariño… - Malú acaricia el pelo de la niña – no queremos echarte una bronca… pero somos los responsables de que estés bien… lo entiendes verdad? – la niña asiente – Rick y yo podemos discutir, es lo normal… pero eso no tiene nada que ver contigo… nosotros estamos encantados de que estés aquí… verdad Rick?

-Verdad… - asiento intentando no enternecerme demasiado –

-Es que… yo quería que Rick viniera con nosotras…

-Lo sé… yo también… y va a venir verdad? – Malú me mira sonriente –

-Si… pero no se hacen así las cosas Juliet… eso debes entenderlo… - vuelve a asentir – voy a ir con vosotras porque Malú y yo hemos hablado… que es lo que hay que hacer siempre que hay algún problema…

-Os habéis reconciliado? – pregunta Juliet algo ilusionada –

-Si… si ha sido una tontería… verdad? – pregunto mirando a Malú que me mira sonriente – promete que no vas a volver a escaparte…

-Lo prometo… - contesta rápidamente –

-Bueno… - me levanto de la silla y dejo un beso a cada una – voy a llamar a mis padres y a ducharme vale? A qué hora salimos de aquí?

-Ahora hablo con mi hermano…



Joder, por qué cojones estoy nervioso? Si van a estar mis padres y ya conozco a su familia… no es normal estar así, me tiembla todo. Mi traje sufre, sufre de notar como tiemblo. La verdad es que voy arreglado, no soy muy de trajes, pero reconozco que me siento elegante cuando los uso. Llegamos a su casa, con su hermano y Juliet. Mis padres llegarán un poco más tarde. Todavía es de día, ir en avión es lo que tiene… aunque me joda subirme a uno, en un momento te plantas en la otra punta del país.

-Familia! Ya hemos llegado! – grita su hermano al abrir la puerta –

-Ay mis niñas! – Pepi sale corriendo por el pasillo con los brazos abiertos – ay qué guapas! – se deshace en besos con su hija y Juliet – bueno! Bueno! – grita al verme – Pero esto que és?? – mira a Malú que sonríe divertida – ay qué yerno más guapo tengo por favor!

-Pepi… - sonrío avergonzado – tú si que estás guapa…

-Yo? Hombre, de dónde te piensas que saca mi hija esa cara? – se hace la chula – pero espera… - me obliga a darme la vuelta – pero hija! Tu novio no es médico, te miente… es modelo!

-Suficiente! Ya no tengo frío… - me hago aire con la mano – qué calor de repente…

-Ven aquí – me agarra de la mano y me mete sin avisar al salón, que está repleto de gente, para variar – ha llegado mi yerno! – grita – mirad, mirad qué percha tiene!

Joder, qué vergüenza macho. Veo caras familiares, los primos de Malú ya han llegado y algún que otro amigo de la familia que Pepi se encargó de presentarme la vez pasada. Todos me miran a mí y a Pepi alternativamente. Qué mujer.

-Me van a salir los nietos de anuncio – me planta un beso en la mejilla – ay por dios, que niño más guapo!

Escucho risas de fondo y me quedo allí, plantado, esperando a que entre Malú, que entra muerta de la risa. Alzo la mano saludando mientras la miro queriendo matarla. Esa efusividad de su madre me mata de la vergüenza y lo sabe… y me ha dejado solo ante el peligro.

-Dónde están mis niñas? – Pepe aparece con una cerveza en la mano – hola preciosa… - Juliet sigue cortándose un poco cuando aparece el padre de Malú – bueno… mis niñas y mi compadre – me choca la mano efusivamente – qué pasa? El viaje bien o qué?

-Si, todo bien Pepe… - contesto mirando furtivamente a Malú, que me observa divertida –
-Qué elegante vienes… así me gusta! Ahora nos vestiremos nosotros para la ocasión… quieres una cerveza? – asiento – venga, vamos para la cocina…


Cuando vuelvo a casa y veo a mis padres llevarse tan bien, me pregunto por qué se separaron. La verdad, me es indiferente, lo importante es que cuando sus hijos vienen a verles, no tienen ningún problema en compartir espacio. Cuántas ex parejas pueden decir eso? Pocas, muy pocas. Hoy es un día demasiado especial, muchas emociones juntas… fin de año, primera Nochevieja con Quique aquí… y vienen sus padres, que van a encontrarse de nuevo con los míos. La realidad es que mi vida ha cambiado por completo este año. Cuando yo pensaba que era imposible encontrar alguien que entendiera que mi trabajo es básico para mí, va y aparece él y lo pone todo patas arriba. Qué feliz soy, quién iba a decírmelo hace tan solo un año. Echo la vista atrás y no veo razón para que la suerte, el destino, o lo que sea, me haya colocado aquí ahora. No pintaba nada bien mi futuro hace unos años en cuanto a lo sentimental. Y ahora aquí, prometida. Dios, estoy prometida.

-Malú, tus suegros han llegado… - mi hermano me saca de mis pensamientos –

-Pareces el mayordomo… - digo riendo – siempre abres la puerta tú…

-Y qué hago si nadie se levanta? – se queja – hola, bienvenidos… - les da dos besos a cada uno – qué tal el viaje?

-Bien, gracias… - sonríe la madre de Quique amablemente – hola hija… - me da un abrazo – gracias por invitarnos…

-Gracias a vosotros por venir… - su padre me da dos besos y su hermana un efusivo abrazo – qué alegría que estéis aquí…

-Hombre! Si es mi consuegra! – mi madre aparece con un plato de pastas en las manos – coge esto Malú – me pasa la bandeja a mí y me quedo mirando a Quique que está poniendo los ojos en blanco – qué chaqueta tan mona por favor! – mi madre y la suya ya tienen tema de conversación para toda la noche –

-Oye futura esposa… - susurra acercándose a mí – se lo has dicho a tus padres?

-Crees que estaría mi madre callada si se lo hubiera contado? – nos reímos – tenemos que hablar de eso…

-El año que viene si te parece… - me da un beso en los labios – mañana…

-Mañana… - sonrío – se lo has dicho a los tuyos?

-No… pero me muero de ganas… van a flipar…

Los dos reímos nerviosos, quizá imaginándonos la escena. Me imagino a mi madre subida al sofá pegando saltos… con lo que le gusta su yerno. Y gritando a todo dios que su hija se casa. Y me imagino a mi padre intentando no llorar, conteniéndose como hace siempre. Y a mi hermano quedarse paralizado, como si hubiera visto un fantasma, para, acto seguido, darle un buen abrazo a Quique. Y a Vero, me imagino a Vero saltando en el sofá con mi madre, las dos cogidas de la mano. Me río al pensarlo. Lástima que lo de Vero tenga que esperar unos días, pero sé que saltará en el sofá cuando se lo cuente.

No he podido resistirme al pensar en Vero. Cojo el móvil, con cara de estar haciendo una gamberrada, y escribo un whatsapp. Quiero que sea la primera persona en saberlo.

-“Ve comprando una pamela. Me caso el año que viene”
Sonrío cuando la veo en línea y, automáticamente, comienza a escribir.

-“ESTÁS DE COÑA” Y un montón de muñequitos con los ojos bien abiertos.

-“Ayer me lo pidió de verdad y le dije que sí… mis padres van a enterarse en breve, pero quería que fueras la primera en saberlo”

-“JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA” - y muñequitos llorando, muchos muñequitos llorando. Me descojono sin querer y Quique me mira extrañado desde el salón.- “Pero cuando te casas?”

-“No hemos hablado de fechas todavía… hemos acordado que hablamos el año que viene… pero me caso Vero…”

-“Totalmente segura?”

-“No he estado tan segura de algo en mi vida” Y pongo un montón de gitanitas, emoticono de lo más socorrido para todo tipo de estados de ánimo, cosa que me encanta.

-Me tengo que poner celoso?

-Jajajajaja – me río – estoy hablando con Vero… es la primera en enterarse…

-Se lo has contado? – sonríe con gesto asustado –

-Si…

-Y qué dice? – le enseño la pantalla del móvil y le obligo a leer – vaya… algo me dice que se alegra…

-Cómo no se va a alegrar de que su mejor amiga se case con el hombre le hace feliz? – me agarro a su cuello y le planto un beso, lengua incluída, que le deja sorprendido –

-Algunos ya han empezado con los caracoles… - grita uno de sus primos al entrar al salón –

La risa es generalizada. En toda la puerta del salón, estupendo, no me había dado ni cuenta. Me cago en la puta, debo estar rojo, de lo rojo que debo estar, tengo que estar negro. Ya he sobrepasado los límites de la ruborización.



-Todo bien cariño? – mi madre me agarra de la cintura y me hace girarme mientras escuchaba atentamente el relato de uno de los hijos de Paco –

-Si… todo bien mamá…

-Ya no estáis enfadados no? – me arregla la corbata… cosas que siempre hacen las madres –

-No… fue una tontería…

-Bueno… - me acaricia la cara –

-Mamá… - miro alrededor – ven, tengo que contarte algo…

Nos alejamos un poco del salón. Voy a contárselo. Mi padre y mi hermana nos observan y les hago un gesto para que vengan. Está bien, así no tengo que contarlo varias veces.

-Qué pasa? – dice mi padre mirándome –

-Tengo que contaros algo…

-Está embarazada! – grita mi hermana y se tapa la boca –

-NO! – grito – no es eso… - carraspeo y miro de nuevo alrededor – no digáis nada… sus padres no lo saben todavía… o eso creo…

-Dispara ya coño, que estoy nerviosa! – me grita mi hermana –

-Vamos a casarnos…

Las noticias a veces producen momentos en los que el tiempo se ralentiza. Esta es una de ellas. Observo a mi madre como me mira con gesto sorprendido y, acto seguido, comienzan a encharcársele los ojos de lágrimas. Mi padre me mira boquiabierto y, justo antes de abrazarme, me da tiempo a mirar a mi hermana, que se tapa la boca para no gritar. Está loca, siempre tiene que gritar por todo, maldita sea.

-Ahhhhhh!! – grita –

-No grites coño!!! – le riño –

-Hijo… - mi padre me abraza –

-Pero cuando? – pregunta mi madre emocionada –

-No hemos hablado de fechas todavía… pero es serio… en plan… el año que viene imagino…

-Mi niño… - me abraza emocionada – qué feliz me haces…



Cuando escucho el gritito de su hermana, sé que ha llegado el momento. No quiero que se entere por otra parte así que, agarro su mano y me la llevo fuera del salón, por la otra parte del pasillo y entramos a una de las habitaciones.

-Hija por dios, qué quieres? Que me dé algo?

-Mamá… tengo que contarte algo…

-Algo? – le cambia la cara – ay dios mío… - dirige su mano a mi barriga –

-No! Qué manía tenéis todos con verme preñada? – aparto su mano riéndome – no mamá… es otra cosa… - me mira expectante – Vamos a casarnos…

No es posible. Mi madre se ha quedado muda, es eso posible? No, no es posible. Tiene que estar dándole algún tipo de chungo. Me mira boquiabierta, sin articular palabra. Ha petado. Normal, yo también estoy petando.

-Mamá… estás bien?

-Te lo ha pedido él? – pregunta de repente –

-Sí… - asiento avergonzada –

-Ay hija… - se tapa la cara – de verdad?

-Si mamá… - sonrío –

-Y estás segura?

-Claro que lo estoy… - bajo la cabeza sonriente – cómo no voy a estarlo… si es un cielo… y me quiere… y le quiero… y…

-Ahhhhh!!! – grita y me abraza fuerte contra ella – Dios mío!!! – abre la puerta de la habitación a toda prisa –

Lo que suponía. Salgo con gesto divertido de la habitación. Mi madre aparece en el pasillo con mi padre y mi hermano de la mano, empujándoles hasta a mí.

-Díselo a ellos antes de que grite! – me ordena –

-El qué? Qué pasa? – pregunto mi padre sin entender nada –

-Voy a ser tío?

-Otro… - pongo los ojos en blanco – el día que sea verdad lo sabréis antes que yo o qué? – suspiro sonriente – que me caso… que me caso con Quique…

Mi hermano alza una ceja y se pone a reírse agarrando a mi padre por el hombro. Otro al que le ha dado un chungo. Me mira serio. Instantes después, una gran sonrisa invade su rostro. Respiro aliviada. Sé que le gusta como yerno, pero no sabía hasta qué punto. Me abraza sin decir nada, conforme esperaba. Casi sin tiempo para reponerme, y con la emoción asomando por mis ojos, mi madre sale despavorida hacia el salón.

-Atención!! Escuchadme!!! Silencio!!

-Mamá!! – intento detenerla muerta de risa –

-Déjame, que esto llevo queriendo hacerlo toda la vida…

Miro hacia la puerta del salón y aparece Quique rodeado de su familia. Me mira interrogante y le hago un gesto señalando a mi madre. Se tapa la cara. Sabe lo que va a pasar.

-Ven aquí! – le ordena – Ven aquí coño!

Quique suspira avergonzado y se acerca a ella. Le agarro de la mano.

-Malú…

-No he podido pararla… - me justifico –

-Cuando va a ser? – mi madre se gira antes de anunciar la noticia pero nos alzamos de hombros. Pone cara de sorpresa pero vuelve a girarse hacia los demás – no sé cuándo es porque son un desastre, pero Malú va a casarse!!!

Un “oh” unánime suena en el salón. Risas y susurros. Solo escucho eso. Cuchicheos en voz baja mirándonos sonrientes. El pobre Quique no va a querer volver a esta casa, pobrecito. Me aprieta la mano fuerte.

-Pero felicitadles cojones!!! Una buena noticia para despedir el año!! – grita mi madre emocionada –

Comienzan a levantarse de las sillas y vienen hacia nosotros. Va a querer matarme por la mirada que me está echando. Pero me encanta esta situación. Me encanta estar tan feliz. 

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