Todo está pasando tan deprisa… voy a casarme con él el 6 de
Junio. Lo pienso y me emociona tanto la idea… es justo la fecha en la que nos
besamos por primera vez. Aquel día en el que vino a mi casa y se encontró con
Melen y Pastora… y no sabía qué decir… Me río solo de acordarme. Cómo pasa el
tiempo… Hace casi un año que nos conocimos… se va a cumplir la fecha dentro de
unos días… todavía recuerdo esa primera impresión que me dio al verle sonriendo
mientras recogía mis cosas tras haberme chocado con él. Lo que vino después es
otra historia… 14 días en aquella playa fueron suficientes para forjar lo que
tenemos ahora. Ahora lo que tenemos es lo más bonito que me ha pasado en mi
vida.
Mi madre está histérica, a pesar de estar ya todo más o menos
preparado. Ya tenemos sitio, ya sabemos quién va a oficiar la ceremonia, está
pensado el menú, el alojamiento para los invitados… incluso las invitaciones,
que estamos a punto de mandarlas. Quique se ha empeñado en hacerlas él, dice
que quiere que sean especiales… pero todavía no me ha dejado verlas.
-Malú! Ven! – grita Quique desde el estudio –
-Qué pasa? – observo la caja que tiene en las manos Quique –
qué es eso?
-Toma… - me entrega un sobre con lo que parece una tarjeta
dentro –
Cuando la abro, los ojos se me llenan de lágrimas… qué
invitación tan preciosa… y esa frase… esa frase la hemos usado para una de las
canciones que estamos componiendo entre los dos para el nuevo disco. Es la
frase.
-Pero Quique… - digo emocionada –
-Te gustan? – dice ilusionado – quería que lo vieras una vez
impreso… me la he jugado un poco…
-Me… me encanta… - el tacto es perfecto –
-Bueno… pues hay que mandarlas… y te recuerdo que las tuyas
son 400… - dice irónico – así que ya puedes ir empezando…
-Jajajaja! – me río todavía emocionada – madre mía cuando las
vea mi madre…
-Y Vero… esto no lo sabe nadie eh? – me apunta con el dedo –
bueno, Alex me ha ayudado un poco… es el único que las ha visto…
-Jajajaja! – admiro de nuevo la invitación – es perfecta… y
con su mapa detrás para llegar y todo…
-Y… - saca una pequeña tarjetita – una tarjeta con nuestros
números de teléfono para confirmar la asistencia y un número de cuenta y dirección web para la lista de bodas…
-Qué heavy lo del número de cuenta Quique… - tuerzo la boca –
-Y qué hago? Se hace así, pero no quería ponerlo en la
invitación… es demasiado bonita… - sonríe – sales muy guapa…
-Y tú qué? – miro otra vez la invitación – madre mía, es
perfecta…
-Me alegro que te guste… - me da un beso en la frente – pues ala,
ya puedes empezar a mandarlas que falta un mes…
Un mes… todavía no me lo creo. No me creo que esté mirando la
lista y poniendo los nombres de los invitados en los sobres que llevan las
invitaciones. Vero me mira de reojo… sabe que estoy nerviosa. Todavía tengo
metidos en la cabeza los gritos de ella y mi madre cuando han visto las
invitaciones. La verdad es que están muy bonitas… y esa imagen del avión… es
tan emocionante…
-Joder Lula… tengo la lengua ya que ni la siento de tanto
cerrar sobres…
-Ya te he dicho que con los lazos se cierran bien… pero te
empeñas…
-Es que imagínate que se queda el sobre abierto… y lo coge
cualquiera por ahí… la portada del siglo sería eso…
-Exagerada… - sonrío – madre mía Vero… - suspiro –
-Venga… suéltalo… - la miro extrañada – estás deseando pegar
un grito… te conozco…
-Jajajajaja! – estallo en una carcajada – estoy tan nerviosa…
-Normal… te casas amiga… - dice sin darle importancia – ay que
ver lo guapo que sale en la foto esta eh? – señala las invitaciones –
-Ya te digo… - sonrío tiernamente – has visto las fotos del
cortijo? – sonrío ilusionada – es perfecto… capacidad para 700 invitados… y
todo muy… flamenco…
-Si, si que las he visto… - saca su móvil – las llevo aquí…
-Ahí? – me río – llevas las fotos del cortijo en el móvil? - las observo -
-Pues claro… como buena amiga, tengo que hacerme una idea de
la estancia para poder maquinar sobre probables sorpresas…
-Ni se te ocurra organizarme nada… que nos conocemos… - le
apunto con el dedo - Bendito viaje a Australia… - confieso sincera – a pesar de
lo que pasó después… pero bendito viaje… - sonrío – dónde estaría yo ahora si
no llego a encontrarle?
-Sabes qué es lo que creo? – Vero no alza la mirada, se
concentra cerrando todas esas tarjetas – os hubiérais encontrado de cualquier
forma posible…
-Tu crees? – pregunto incrédula – no sé… a veces lo he
pensado…
-Pues te digo yo que os hubiérais encontrado en cualquier
lugar, en cualquier momento… y os hubiérais enamorado igualmente… - la miro
alzando una ceja –
-Y este arrebato tuyo de romanticismo? – me río – tú nunca
has creído en esas cosas…
-Será que estoy enamorada… - sonríe tímida – bendito viaje a
Australia Lula… gracias a eso he conocido a Richard…
-Ay qué tierno… espera, que voy a potar… - finjo arcadas
apartándome de la mesa –
-Si, a potar… cómo que no he tenido yo ganas de potar arcoíris
cada vez que os he visto… - sonrío tímida – ahora en serio… realmente pienso
que os hubiérais encontrado de cualquier manera…
Me quedo pensativa. En mi afán fantaseador, intento
imaginarme qué hubiera pasado si…
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