domingo, 1 de febrero de 2015

CAPÍTULO 170: JUNTOS VAMOS A ESCRIBIR SU DESPEDIDA (I)

-Espero que me hayas hecho caso… - apunto con el dedo a Vero – nada de boys…

-Que no pesada… - contesta resoplando – para qué quieres un boy si tienes a ese portento de la naturaleza en la casa?

-Jajajajajajaja! – me descojono acordándome de cuando le sacaron en aquel programa mientras hacíamos footing –

-Ya os vais? – aparece Quique a mi espalda –

-Tschh, fuera de aquí hombre… - le ordena Vero –

-Pero tronca… cómo eres así? Si solo iba a darle un beso a mi chica… - me da un fugaz beso en los labios –

-Dios… qué asquito dais en serio… - finge una arcada – nos vamos de farra… y tus amigotes?

-Pues no les faltará mucho supongo…

Una semana antes de la boda y voy a vivir mi despedida de soltera. Nos hemos ido todos a la costa, a Cádiz, a una casa. Parece gran hermano, sin exagerar. Sus amigos y mis amigas juntos en una casa. Lo hemos decidido así porque somos así de pegajosos. Ellos saldrán por su cuenta y nosotras por la nuestra, pero cuando terminemos, nos encontraremos aquí y pasaremos el fin de semana todos juntos. A Quique le hace mucha ilusión ver a todos sus amigos juntos. Se han apuntado algunos de mis amigos que, al ser chicos, no se iban a venir conmigo, claramente. Algunas de sus amigas se vienen de fiesta con nosotras… es todo demasiado… happy. Pero me encanta esta ñoñería que llevamos los dos, es nuestra forma de vivir, haciendo las cosas perfectas y azucaradas.

Vero parece que me lleva secuestrada. Es la hora de la siesta, con lo que eso significa para mí. Me muero de sueño.

-Chicas, la tonta está en el bote, repito, la tonta está en el bote… - habla por el auricular enganchado a su móvil –

-Qué haces gilipollas? – digo muerta de risa –

-Prevenidas… - susurra – tú a dormir…

-A saber dónde cojones me vas a llevar… - suspiro – no quiero boys eh?

-Y dale… - se queja –

Mientras conduce, los ojos se me cierran. Reconozco que no quiero que lo hagan, quiero ver dónde me lleva, pero no lo puedo evitar. Acabo quedándome dormida mientras, de vez en cuando, la escucho hablar en clave por el móvil. Es tonta, pero es mi mejor amiga y me hace partirme de la risa.



-Álex, no me habrás organizado una fiesta con tías en pelotas recauchutadas no? Que te hincho a hostias… - digo nervioso en el coche –

-Pero tú te crees que yo voy a poner en peligro mi matrimonio por tu despedida de soltero? – dice serio – Si Marta se entera que voy a un sitio de esos, me corta los huevos…

-Bueno… espero que no hayas organizado nada de eso…

-Es una fiesta privada… y te vas a divertir, solo eso…

Llegamos, tras dar muchas vueltas por carreteras secundarias, a un local, a pie de playa, que parece privada. En la puerta, un gran cartel que reza: “La Rick party”

-Jajajajajajajaja! – estallo en una carcajada – esto qué mierda es tío? – pregunto a Álex –

-El pájaro está en el nido, repito, el pájaro está en el nido… - habla por el móvil –

-Mira… estás como una puta cabra eh? – me descojono –

-Bien… - sale del coche abriendo sus brazos – bienvenido a la Rick party, donde todo está permitido menos dejar que el novio la cague!

-Vamoooooos! – aparecen gritando todos –

Están todos mis amigos, incluído Richard, y, con ellos, Alejandro, Melendi, Antonio, Pablo y los miembros de la banda de Malú, mi cuñado incluído. Genial… mi cuñado va a verme borracho… porque la que pienso coger esta noche va a marcar un hito en la historia.

Se acercan a mí con una camiseta que no alcanzo a ver lo que lleva escrito hasta que la llevo puesta. Una foto mía, con mi mejor cara, nótese la ironía, y un letrero que reza: Se casa el doctor picha brava. Matadme. Quiero que alguien me mate. Cuando quiero darme cuenta, todos llevan la misma camiseta. Menudo merchandising, ni en los conciertos de mi chica.



-Jefe! – Alex alza el brazo hacia el camarero – ronda de mojitos, que nos vamos a entonar ya!

Me cogen a hombros y me llevan dentro del local, abierto por una parte hacia la playa. La hostia, que sitio tan bueno para pillar la borrachera del siglo.  



-Malú! – escucho gritar a Vero – tú qué pasa, que te has tomado 7 orfidales antes de salir o qué?

-Qué? – abro los ojos contrariada –

-Despéjate ahora mismo que es tu despedida de soltera y parece que seas narcolépsica coño! – alza sus brazos indignada y sale del coche – Zorras! Venid a por la novia que se nos duerme!



Pongo cara de circunstancias cuando veo venir a toda esa trupe hacia mí. Dónde estoy? Parece el puerto… aunque no, no es el puerto… tiene que ser algún sitio parecido… cojones, qué confusión mental tengo ahora mismo. Las chicas vienen todas en bikini, con collares hawainos y pamelas. Madre mía… la que se va a liar.

-Vamos joder! – Vane abre la puerta con un mojito en la mano – sal del coche ahora mismo!

-Pero qué hacéis? Estáis locas? – digo muerta de risa –

-Proceded! – dice toda seria, con las gafas de sol puestas, bebiendo de su mojito con la pajita –

Al instante, todas me agarran y prácticamente me despelotan allí en medio. Me meten en la parte trasera del coche, dándome un bikini, una pamela, y un collar de hawaina. Justo como van ellas.

-Vístete rápido! – Me insiste Vero – solo el bikini, es suficiente a donde vamos…

-Pero se os ha ido la olla o qué? – digo muerta de risa – será de mi talla no?

-Te lo ha robado de casa – dice Vane asomándose por la puerta – Vero es una gran amiga…

-Party party!!! – escucho gritar a Pastora –

Joder… van todas como una cuba o es impresión mía? Hasta las amigas de Quique, a las que conozco lo justo, parecen estar totalmente integradas con las mías. Salgo del coche ataviada con el bikini que me han dado, que sí, era mío, y con todo lo necesario para parecer una estúpida hawaina.

-Ay está!! – grita Vero – al barco! Vamos!

-Al barco? Qué barco? – pregunto contrariada –

Nadie me contesta, me cogen casi en brazos y me llevan escaleras abajo hasta esa especie de puerto.

-Fiesta en alta mar, María Lucía – contesta Raquel con tono ebrio – vamos!!!

-No! Esperad! – Vane hace un gesto y todas se paran – falta lo más importante… - rebusca entre su bolsa y saca una botella – esto, de un trago – me entrega el vaso –

-Estás loca? Que no me bebo yo esto de…

-Que te calles joder! – grita Vero – aquí se hace lo que digamos nosotras y te bebes eso ahora mismo!

-Pero qué es? – digo muerta de risa oliendo el vaso – es mojito?

-Y qué más da! Quieres bebértelo? – me grita Pastora riéndose, que sí, está borracha ya –

Respiro hondo y decido hacerles caso.

-Eh eh eh eh eh eh – me gritan mientras bebo del vaso y casi estallo de la risa – eeeeeeeehhhh!!! – gritan cuando me lo acabo – ahora si!! – me quitan el vaso y vuelven a cogerme casi en brazos, llevándome hasta ese barco, que más bien parece un yate –

-Capitán! – berrea Vero – suelten lastre!!

-No se dice así gilipollas! – dice Vane muerta de risa – eleven anclas! – berrea –

-No es así! – replica Pastora –

-Que arranques coño! – grita Marta, que está totalmente desatada –

-Eso!! – grita Vane – esa Marta, esa Marta eh! Eh!

-Esa Marta, esa Marta eh! Eh! – todas comienzan a gritar –

-Gracias, gracias… - Marta alza sus manos fingiendo emoción –


El barco se pone en marcha y yo todavía estoy flipando. Es decir, mi despedida de soltera va a ser en un barco, en alta mar, con un montón de amigas borrachas como cubas. Planazo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario