Hemos recorrido casi todos los sitios emblemáticos en apenas
unos días. Qué mágica es esta ciudad, creo que me quedaría aquí a vivir. Estoy
emocionado, hemos quedado para cenar con Rose y Juliet. Nos ha costado, Rose ha
estado dándonos largas no se muy bien por qué. Malú está ilusionadísima por
volver a ver a la niña. La voz de Rose me ha resultado algo rara por teléfono,
como queriendo fingir ilusión cuando, en realidad, no la tiene. Quizá ha sido
un mal momento. El caso es que, siguiendo sus indicaciones, hemos llegado a su
casa. La típica casa que sale en las pelis americanas, no sabría como
describirla. Por lo visto, los padres de Juliet la compraron con toda su
ilusión cuando nació la niña. Tras su muerte, su abuela Rose se hizo cargo de
la niña y de la casa.
La cara que pone Juliet al vernos es emocionante. Su abuela
no le había dicho nada, pobrecita, se ha lanzado a los brazos de Malú llorando.
Saludo cariñosamente a Rose, que se abraza a mí con una extraña emoción. Juliet
se agarra a mi cuello y se queda colgando de él un buen rato, mientras no
dejamos de reir.
-Pasad, estáis en vuestra casa – dice Rose visiblemente
emocionada –
-Qué sorpresa eh Juliet? – la niña esconde su cara en mi
hombro – yo también me alegro de verte pequeña…
Tras un rato hablando del viaje, de lo que hemos visto, de lo
que hemos hecho estos días, Rose cambia el gesto, ordena a Juliet ir arriba y
nos quedamos a solas. Su gesto es extraño, como si tuviera que contarnos algo
que no sé muy bien lo que es…
-Pasa algo Rose? Te has puesto seria de repente… - pregunta
Malú inocentemente –
-No quiero comentarlo delante de la niña… así que os lo voy a
contar rápido – pongo gesto serio – estoy enferma.
El silencio se apodera del salón. Solo se escucha el sonido
de la chimenea, de esos troncos arder.
-La niña sabe algo, pero no todo lo que va a pasar…
-Qué es lo que te ocurre Rose? – pregunto algo asustado –
-Fui a una revisión hace un mes… y me detectaron una… mancha…
en el hígado… - trago saliva – los médicos dicen que no está extendido y que lo
mejor es operarme y darme tratamiento…
-Rose… - susurra emocionada Malú, pasando un brazo por sus
hombros –
-Estoy asustada pero… no es por mí… es por la niña… ha
sufrido mucho con lo de sus padres y ahora…
-Podemos ayudarte en algo Rose? – pregunto de manera sincera –
Rose baja la cabeza, incluso algo avergonzada.
-Teníamos planeado irnos a vivir a España… - abro los ojos
sorprendido – esta casa me trae demasiados recuerdos… y no tenemos familia aquí…
creo que a Juliet le vendría bien un cambio de aires… - suspira – desde lo del
avión, está mucho más retraída, como si se echase la culpa de todo lo que
ocurre… - se lamenta – y ahora esto…
-Rose, si necesitas cualquier cosa, sabes que puedes contar
con nosotros…
-A Juliet solo la he visto completamente feliz cuando fuimos
a verte… - se dirige a Malú – No tenemos familia aquí, mi hija era la única que
tuve… y la familia del padre de Juliet… - suspira – desde su muerte, Juliet no
ha vuelto a verles, siempre estuvieron en contra de la relación con mi hija, y
Juliet tampoco pregunta por ellos… ni siquiera después de lo que ocurrió hemos
hablado… es como si se hubieran olvidado que Juliet existía…
-Qué es lo que necesitas Rose? – pregunto sabiendo que quiere
pedirnos algo –
-Cuando me operen, con el tratamiento, no podré hacerme cargo
de Juliet… - respiro hondo, sé lo que va a pedirnos – no quiero que me la
quiten… - su voz suena temblorosa – he hablado con un abogado y me ha dicho que
en estos casos, si designo a unos tutores con los que Juliet esté a gusto, se
podría arreglar la situación hasta que yo esté bien… aunque no es fácil, pero me ha dicho que es factible.
-Quieres que seamos los tutores de Juliet mientras estás en
tratamiento?
Rose baja la cabeza, avergonzada de nuevo. Se frota las
manos, como si estuviera inmensamente nerviosa y necesitara salir corriendo.
-Sé que no debería pediros esto… y no quiero poneros en un
compromiso, vosotros tenéis vuestra vida y…
-Cuenta con nosotros Rose – contesta segura Malú –
Al momento de decirlo, la miro instintivamente. Su mirada me
hace convencerme. Asiento. Rose rompe a llorar desconsolada.
-He intentado ponerme en contacto con la familia de su padre,
pero su hermano me ha dicho que no pueden hacerse cargo de ella… y ya no he
podido hablar con nadie más… ni siquiera me pidió hablar por teléfono con
Juliet… - solloza – había pensado hablar con Rafael y Amanda…
-No te hace falta hablar con nadie más Rose… nosotros te
ayudaremos – contesto –
-Serán solo un par de meses, después de Navidad… tengo la
operación en Enero… La verdad es que estaba muy asustada, me habían dicho que
si no encontraba a nadie que se hiciera cargo de la niña, se haría cargo el
estado de ella…. – hace una pausa – y eso significa buscar una familia de
acogida y… conforme está Juliet de rara… no creo que fuese lo mejor para ella…
-No hay nada más que hablar Rose, nosotros nos haremos cargo
de Juliet…
-Quieres que nos la llevemos a España o prefieres que
vengamos nosotros aquí? – pregunto algo contrariado todavía –
-El abogado me ha dicho que no habría problema en que
estuviera en otro país, siempre y cuando viva con los tutores que yo designe…
aunque va a ser mucho papeleo, y comprendería que vosotros no quisierais…
-Rose, no digas tonterías… nos haremos cargo de la niña ese
tiempo mientras tú te recuperas, no te preocupes por nada… - Malú abraza a
Rose, que vuelve a llorar de nuevo –
-Qué pasa abuela? – la niña irrumpe en el salón, con gesto
triste –
-Nada cariño – Rose se afana en cortar de raíz sus lágrimas –
que estoy muy emocionada de ver de nuevo a Malú y a Rick…
-Y nosotros de veros – sonríe Malú – ven aquí pequeña, por
qué no me enseñas tu cuarto?
La niña sonríe emocionada y coge la mano de Malú para
enseñarle su cuarto. Es raro, todo es muy raro, pero es como si Rose fuese de
mi familia, como si todos los que estuvimos en esa isla fuésemos una familia. Y
la familia se ayuda cuando hay algún problema. No va a ser fácil, pero nos
adaptaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario