-Buenos días! – me acerco a él, que bebe de su taza de café,
mirando absorto su móvil – No te he escuchado levantarte…
-Estabas espachurrada en la cama… he procurado no hacer
ruido… has visto esto? – me enseña su móvil –
Observo la pantalla. Un artículo titulado “la pareja del año”.
Una sonrisilla tonta aparece en mi boca. Leo atentamente el artículo, que narra
e inventa algunas cosas, como que estamos buscando un niño.
-No sabía que estábamos buscando descendencia – dice bebiendo
tranquilamente de su café –
-Yo tampoco… - digo riendo –
-Pues así todo cariño, métete en twitter y verás la que hay
montada…
-Luego, cuando desayune… - vuelco la cafetera sobre la taza –
la pareja del año… qué exageración…
-Me he cruzado con un periodista cuando he sacado a los
perros… - su tono tranquilo hasta me sorprende –
-Te ha preguntado algo? – digo algo asustada –
-Que si estás embarazada – reprime una carcajada –
-Qué? – pregunto sorprendida – y qué has contestado?
-Que hasta donde yo sé, no… pero no podía parar de reirme…
recién levantado y preguntándome esas cosas… hasta él se reía…
-Esto es un disparate… - niego con la cabeza – te has
agobiado?
-No – deja un beso en mi pelo – oye, deberíamos hablar de lo
que vamos a hacer estas navidades…
-Lo sé… - miro mi taza de café –
-La nochebuena imagino que es para pasarla cada uno con
nuestra familia… - asiento algo apenada – a partir de ahí… - hace un silencio
mirándome – oye, y esa cara de tristeza?
-Nada… - niego con la cabeza y finjo una sonrisa – estas
navidades van a ser diferentes imagino…
Me mira con cara apenada y tierna. No dice nada, es
suficiente con ese abrazo.
Por la tarde, Quique sale para ir al gimnasio y me
quedo sola en casa. Me aburro como una ostra y una idea que hace tiempo ronda
mi mente, se instaura con fuerza. Voy a hacer una locura, de las gordas, de las
que le colapsan las arterias a mi querida Rosa.
-Me veis ahora? – hablo a la cámara, me siento estúpida –
Dios, qué desesperación… - me enciendo un cigarro – Nunca sabré hacer esto
bien…
Mi móvil suena. Es Vero. Lo cojo y, tras llamarme loca unas
cuantas veces, me confirma que por fin se me ve. Perfecto, mi regalo navideño
está en marcha. Me río sin poder parar.
-Por fin me veis verdad? – sonrío ampliamente – ay que bien,
qué ganitas tenía de hacer esto… - leo muchos mensajes diciéndome que me
ven, y piropeándome – Me ha costado
muchísimo arreglármelas para poder hacer la twitcam improvisada… pensaréis que
estoy loca... pero es mi regalo de navidad – cojo el gorrito de papa Noel y me
lo pongo, poniendo cara de gilipollas – veis? Estoy como un cencerro – sonrío
ampliamente de nuevo –
Escucho la puerta. Me entra un ataque de risa, sabía que esto
iba a pasar, Quique me va a matar, esta vez sí. Pongo cara de loca mirando a cámara.
-Hola cariño – entra en el salón – qué haces con ese gorro? –
me mira sorprendido –
-Ha llegado antes de lo previsto, las cosas del directo… -
digo mirando a la cámara –
-Con quién hablas? – pregunta inocentemente –
-Hablo con unos amigos, ven, salúdales – digo de manera
normal –
-Coño, tú no decías que no sabías manejarte con el skype?
-Una va aprendiendo… - miro a cámara muerta de risa, como si
los que me ven al otro lado, fueran cómplices –
-Es necesario que lleves ese gorro? – dice riéndose mientras
se sienta a mi lado y, sin esperarlo, me da un fugaz beso en los labios. Se me
queda cara de póker – espera… - palidece al ver la pantalla – Joder, hoy
tampoco te has tomado las pastillas… - dice con tono gracioso -
Estallo en una carcajada al ver como se levanta del sofá como
un resorte al detectar que es una twitcam. Seguro que ha quedado muy cómico. No
puedo parar de reirme. Fuera del alcance de la cámara, me está mirando con cara
de querer matarme, incluso me hace gestos referentes a eso.
-Hasta enfadado está gracioso… - intento serenarme hablando a
cámara – ven anda, que no pasa nada…
-Como un cencerro Malú… - niega con la cabeza –
-Mira, están preguntando por ti, ven aquí de una vez – le
ordeno –
Leo atentamente todos los mensajes que puedo, aunque se me
hace un poco imposible. La mayoría de los mensajes que leo son jajaja. Normal,
tiene gracia hasta en momentos así, en los que le sorprendo. Se sienta a mi
lado no muy convencido. Huele a recién duchado, tengo que reprimir mis ganas
por besarle de nuevo.
-Joder Malú, qué vergüenza cojones… - murmura –
-Que no digas tacos que estamos en directo! – le doy un
manotazo en el hombro – dios, otra vez como siempre… - miro atenta la pantalla –
no puedo leeros… me vas a ayudar – digo girándome hacia él, que me mira todavía
con cara de no entender nada – coge el ipad y me vas leyendo anda… - le ruego –
-Madre mía… - se levanta del sofá, en busca del ipad –
-Bueno, a ver si puedo leer alguna pregunta… - intento leer
la pantalla – perdonad eh? No pensaba que iba a llegar tan pronto… - sonrío al
ver algunas preguntas que me lanzan – me dicen por aquí que eres muy guapo… -
me giro y veo como Quique resopla – no me había dado cuenta chicas… - digo
irónica –
-Ya estoy conectado… - se oye su voz, fuera de plano –
-Pero siéntate aquí conmigo… - le ordeno – te puedes poner el
gorrito si quieres… - reprimo una carcajada –
-Dame paciencia… - implora por lo bajini, sentándose a mi
lado – por aquí dicen que estás muy guapa… - lee atentamente, con el ipad en la
mano – no me había dado cuenta, gracias! – se asoma a la cámara, de manera
graciosa –
-Jajajaja – río – bueno va, hacedme preguntitas… - leo la
pantalla – me preguntan que si somos novios… - reprimo una carcajada al mirar a
Quique, que alza una de sus cejas – hace falta que conteste a eso? – digo riéndome
–
-No creo que haga falta… - susurra –
-Espera, que no sales en el plano… - ladeo el ordenador, ante
su cara de pánico – mejor así, verdad?
Carraspea, mirando al ipad, sin alzar la vista, pero veo como
se dibuja una pequeña sonrisa en su cara. Es lo que tiene que tenga tanta
paciencia, que puedo pasarme y abusar un poco de él.
-Ay, un saludo para México, Argentina… para toda Sudamérica,
os quiero! – lanzo un beso a la pantalla – gracias por conectaros!
-Por aquí sugieren que enseñes a los perros… - murmura –
-Danka! – silbo – venid aquí! Queréis ver a mi gran familia
perruna eh? Son ya muchos… - Danka se acerca sigilosa, se sube al sofá y pasa
por encima de Quique – mirad la mami, que ya se ha repuesto de su parto, verdad
cariño? – doy un beso en su cabecita – queréis ver a la hija de Danka verdad? –
Quique la coge en brazos y me la pasa – esta es Sidney, mirad que cosita…
Veo
venir a Urko
-Y este… ven Urko! – le ordeno y obedece – es el padre – Urko se
pone a lamerme la cara – a que son monos los tres? – sonrío ampliamente – Rumba
y Lola donde están? – pregunto a Quique, que yace casi sepultado por los perros
–
-Rumba! – grita – Lola!
-Ay, si están aquí mis cositas lindas! – vienen corriendo en
cuanto escuchan la voz de Quique – si, tengo 5 perros… y a Chanelo nunca lo
pillamos en las twitcams, yo creo que se las huele…
Miro un segundo mi imagen, rodeada de perros, junto a Quique,
y tengo que reprimir una carcajada. Menuda imagen estoy dando, Rosa tiene que
estar arrancándose los pelos.
-Bueno, ya está, dispersaos! – ordeno – venga, hacedme más
preguntitas…
-Llevan rato diciendo que les cantes algo… - dice Quique,
sentándose de manera cómoda en el sofá –
-Ay, pues tráete la guitarra y cantamos algo… - arquea sus
cejas – jajajaja! Venga, no pongas esa cara, si te sabes mis canciones no?
Mientras Quique va en busca de la guitarra, maldiciendo, sigo
leyendo lo que puedo.
-Que si voy a estar en La Voz? Pues no se si puedo decirlo…
pero… si? – contesto un poco en forma de pregunta – jajajaja! Ya se confimará…
- sigo leyendo – ay mira, ahora que lo preguntáis, aprovecho para decirlo… -
carraspeo – no estoy embarazada, que vais más rápido vosotros que yo dios mio…
- Quique entra de nuevo en el salón, con la guitarra – mira, ya está aquí el
guitarrista, ponte aquí a mi lado…
-Y dale… - niega con la cabeza –
-Mira qué monos estamos… - pego mi cabeza a la de él, que
sonríe tímidamente – venga, qué queréis que cante? – miro a Quique, que se
afana en afinar la guitarra – un poco de Ahora tú?
Canto la canción mientras Quique toca la guitarra. Soy
consciente de las miradas que le estoy echando, pero no puedo evitarlo.
Tras cantar un par de canciones más, Quique guarda la
guitarra y sigo leyendo. Me preguntan tanto por Quique que no puedo quitar la
cara de tonta que se me pone. Parece que les cae bien, lógico por otra parte.
Sigue avergonzado, pobrecito, primero lo de los premios y ahora esto, se me
está yendo la pinza.
-Bueno amores – me dispongo
a despedirme tras casi una hora – muchas gracias a todos por conectaros, me ha
hecho mucha ilusión de verdad! – sonrío – espero que paseis unas felices
Navidades con vuestra familia, prometo hacer otra pronto de acuerdo? Un besito
muy muy fuerte – lanzo un beso a cámara y me despido con la mano –
Desconecto la cámara. Tengo una sensación de felicidad en
este momento increíble. Qué majos han sido, esto lo tengo que hacer más veces.
-Ya no estamos en el aire no? – miro a Quique, que me mira
serio – Estás loca! – se lanza sobre mí – tu sabes la vergüenza que he pasado?
-Jajajajaja! – río con fuerza – me ha encantado la cara que
has puesto… - imito su cara de sorpresa – ha sido tan bueno…
-Si, y todo el mundo nos ha visto dándonos un beso,
felicidades! He ganado el premio a pardillo del año! – dice irónico –
-Que no! – sigo riendo – ha sido genial… así no he tenido que
dar explicaciones…
-Mira, si no te quisiera tanto, te mataba en este momento,
que lo sepas… - se incorpora del sofá – chicas, vuestra madre está loca – las perras
le miran torciendo la cabeza – si, no me miréis así, está loca, y va a peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario