Este año es diferente, quizá por lo mucho que hay por
celebrar. Cenamos en casa de mis tíos, una casa grande, en el campo, alejado
del bullicio de la ciudad. Llevo desde las 5 de la tarde alternando latas de
cerveza con los platos que estoy preparando. Estoy ya un poco ebrio. Esto es lo
que me gusta de la Navidad, entre otras muchas cosas claro, pero puedes beber
sin ton ni son, aunque sean las 5 de la tarde, tu cervecita y tu plato de
frutos secos. Soy como un viejo, o eso dice Malú. Mis primos han ido llegando y
han comenzado a unirse a mí con las cervezas. Se avecina una noche un poco
larga, sobre todo cuando llegan mis tíos, a cual más loco. Hacía tiempo que no
recordaba tanta felicidad. Desde lo de mis abuelos, la Navidad no era como
había sido siempre. Hoy todos están contentos, mi madre nerviosa, como siempre,
y mis primos jugando con los críos a cualquier cosa. Todo menos ayudarme.
-Como va esa cena Chicote?
Mi primo entra en la cocina, cerveza en mano, con un puñado
de almendras en la mano y con cara de guasón.
-Te veo estresado… - digo irónicamente –
-Jajajajaja! – estalla en una carcajada – tío, sal un rato al
salón anda, estamos haciendo un teatrillo con los críos…
-La cena se hace sola? – pregunto sonriendo irónicamente –
-Venga, si no te falta ya casi nada por hacer… mientras se
termina eso, te da tiempo a relajarte un rato…
Termino por hacerle caso.
-Ay mi niña!!
Mi madre se abraza a mí como si hiciera años que no me veía.
Sonrío tiernamente, siempre lo hago al entrar en esa casa, me trae muchos
recuerdos. Esta noche ceno con la familia de mi madre y mañana comeremos con mi
padre. A pesar de estar separados, se llevan a las mil maravillas y mañana
estaremos en su casa todos juntos. Bueno… todos no… las ausencias siempre las
he llevado muy mal.
Poco antes de comenzar la cena, mi móvil comienza a sonar. Lo
cojo y una pequeña sonrisa se esboza en mi cara.
-Hola – mi madre me mira riéndose –
-Hola princesa que llena palacios!! – le escucho al otro lado
del teléfono, su voz parece que tiene efectos de algo de alcohol –
-Jajajaja – estallo en una carcajada – qué haces?
-Estás bien? – su voz cambia a serenidad –
-Si… si, todo bien…
-Vale, pues escucha… - noto como pone el manos libres – venga
chicos, ahora!
Comienzo a escuchar voces al otro lado que cantan “Blanco y
Negro”. Es su familia? Jajajaja! No se si reirme o llorar, creo que estoy
haciendo las dos cosas. Mi madre me mira interrogante y decido poner el altavoz
para que lo escuche. Me hace gestos con la cara como preguntándome quienes son.
Cuando se lo digo, se tapa la boca y se pone a reírse.
Terminan de cantar la estrofa y se oye un unánime: “feliz
navidad Malú”.
-Eh jefa, te ha gustado? – pregunta Quique con felicidad –
-Mucho… - casi no puedo hablar, me he emocionado un poco –
-En teoría lo tenían que hacer solo los críos, pero se han
apuntado todos al final… sin ensayar ni nada… se han hecho fans tuyos desde el
concierto… - comienza a reírse –
-Me ha gustado mucho cariño… - todavía sigo emocionada – dale
las gracias…
-Bueno… espero que estés sonriendo… porque lo estás haciendo
no? – pregunta serio – que voy pa ya y te hago un baile de los míos eh?
-Jajajajaja – estallo en una carcajada – déjalo, eso en
privado mejor…
-Eh! Malú! – oigo una voz de hombre –
-Para Carlos, deja el móvil! – escucho gritar a Quique –
-Hola? Malú?
-Si… quien eres? – digo riendo –
-Soy Carlos, el primo de este imbécil, que sepas que está sin
parar de hablar de ti, es un pesado de cojones, cómo lo soportas? Un placer hablar contigo!! - se oye como Quique intenta quitarle el teléfono -
-Que me des el móvil gilipollas!! – estallo en una carcajada –
Dios… estás ahí?
-Si… jajajajajaja! – no puedo parar de reir –
-En fin… - suspira – qué pesadilla de noche… verás como acabo…
-Has bebido? – pregunto riéndome –
-Un poquito…
-Quique!! Deja de hablar con la novia que tenemos hambre!!! –
se oye a otro chico gritar por detrás –
-Un poco de intimidad vale? – grita Quique –
-Anda… - sigo riendo – corre que seguro que estás cocinando…
-Cómo lo has adivinado? – contesta irónicamente – todo bien
entonces?
-Si… - contesto – vamos a cenar ahora…
-Bueno… - suspira – Juliet bien?
-Si… está aquí ayudando a mi madre… - sonrío al mirar como
colocan la mesa –
-Dale un beso de mi parte… y a tu madre también vale?
-Lo haré… - sonrío – me has alegrado la noche… que lo sepas…
-Ese era el plan… - dice contento – un besito de parte de
todos vale? Y Feliz Navidad a tu familia…
-Feliz Navidad a vosotros también… - siento algo de
melancolía –
-Un beso preciosa… pasa bien la noche vale? Luego te llamo…
Nos despedimos bajo la atenta mirada de mi madre y Juliet,
que disimulan cuando las miro al colgar el teléfono. Me entra la risa tonta.
-Siempre están igual… - dice Juliet –
-Qué ha dicho? – mi madre espera a que le traduzca –
-Mucho amor… - dice Juliet en español, haciendo que me ría
por la pronunciación que le pone –
-Me ha dicho que os dé un beso… asi que… - le doy un beso a
cada una –
-Ay hija… qué cara de tonta se te pone, de verdad… - dice mi
madre –
-Déjame! – exclamo indignada como una niña pequeña –
-Mañana viene en tren? – pregunta mi madre –
-Si, así recogemos el coche cuando vayamos a ver a su familia…
- sonrío mirando el móvil –
-Así me gusta… cada vez me gusta más mi yerno…
-De verdad… - pongo los ojos en blanco – bueno… se cena en
esta casa o qué?
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