-Hola Lula…
La voz de Alejandro al otro lado del teléfono, me
tranquiliza. He salido a despejarme un rato, dejando a Quique un poco
contrariado. Rosa me ha dicho que es un poco difícil romper el contrato con
Julio. Cuándo he firmado yo un contrato? No entiendo nada.
-Hola Ale… - contesto desganada –
-Verás… llamaba para hablar contigo de algo…
-Claro! Dime…
-Es sobre tu nuevo productor… - suspira – mira, sé que no
está bien meterse en el trabajo de los demás, y no quiero que te lo tomes así
de acuerdo? – vuelve a suspirar – pero no me han hablado demasiado bien de él…
-No sé por qué no me sorprende… - sigo caminando hacia casa -
-No creo que sea el productor indicado para ti… - carraspea –
como amigo, creo que debo decírtelo…
-Gracias Ale… - suspiro – pero es un poco complicado todo…
Sigo hablando con él hasta que llego a mi calle. Veo salir a
Julio de mi casa con un gesto chulesco. Me escondo sin querer. No quiero verle.
Qué hace en mi casa? No entiendo nada.
-Ale, te tengo que dejar, luego hablamos…
-Hombre muchacho! – me da un golpecito en el hombro – qué alegría
verte!
-Igualmente… - contesto con claro tono irónico – Malú no
está, es lo que ocurre cuando vienes sin avisar…
-Pero hombre, invítame a pasar por lo menos no? – da un paso
adelante, apartándome sutilmente – además, tú y yo tenemos cosas de las que
hablar…
-Tu y yo? – pregunto extrañado –
-Si… por qué no me pones un whisky?
-No tenemos whisky en esta casa, lo siento… - pongo los ojos
en blanco – perdona, pero tengo cosas pendientes que hacer…
-Poner la lavadora por ejemplo? – estalla en una carcajada –
tú y yo sabemos que esto no va a durar Quique… o Rick… cómo prefieres?
-Enrique para las personas que no me gustan – contesto sonriendo
irónicamente – qué es lo que no va a durar?
-Tu relación con Malú… - se enciende un cigarro – ella necesita
otras cosas ahora mismo…
-Otras cosas… - suspiro intentando no entrar en cólera con
este gilipollas –
-Si… está muy bien que seas su criado… pero se cansará de ti…
y más todavía cuando me la lleve de gira por América… - sonríe – o crees que va
a estar eternamente prendada del hombre que le salvó la vida? Eso te pudo
servir en su momento… lo usaste muy bien… - dice como si nada –
-Vaya! No sabía que habías estado viviendo con nosotros todo
este tiempo como para saber todas esas cosas! – digo irónico – fuera de mi casa
– contesto serio –
-Eh, tranquilo! – alza las manos – solo quiero avisarte de
que, dentro de poco, cuando convierta a Malú en una estrella… te apartará de su
vida… y lo sabes tú igual que yo…
-Te equivocas en algo… - le miro fijamente y me pongo a su
altura – Malú ya es una estrella. – me mira con gesto extraño – fuera de mi
casa.
-No es tu casa, te lo recuerdo… - exhala su humo en mi cara –
-Tú eres así de gilipollas de nacimiento o es que te has
preparado? – alza una de sus cejas – fuera – señalo la puerta – vamos! – grito –
-Vale vale!... – se ríe – sabía que reaccionarías así… pero
piensa en lo que te he dicho… - se gira abriendo la puerta – Malú no es para alguien
como tú…
Sin dejarme contestar, abre la puerta y se marcha. Aprieto
los puños con fuerza y, sin pensarlo, pego un puñetazo a la pared. La rabia
contenida me ha podido, pocas veces me pasa. Cuando escucho la puerta, escondo
mi mano, que sangra un poco por el golpe.
-Qué hacía Julio aquí? – pregunta acercándose a mí – qué te
pasa?
-Malú… no quiero meterme en tu trabajo… pero este tío es el
tío más gilipollas que he conocido en mi vida…
-Qué te ha dicho? – frunce el ceño – qué escondes ahí?
-Nada… - doy un paso atrás para intentar que no vea mi mano
pero consigue agarrarla – ah joder! – me aparto dolorido – con cuidado coño… -
me mira boquiabierta – tranquila, no le he pegado… esto ha sido por no querer
pegarle…
-Me cago en la puta Quique… te has partido la mano… - la coge
con delicadeza –
-Ala, exagerada… no tengo nada roto…
-Ahora mismo nos vamos a urgencias… - dice decidida –
-Eh, ni hablar! – me niego – además, dentro de poco hay que
ir al colegio a recoger a Juliet… y no me duele casi…
-Que no me repliques coño! Llamo a Vero y la recoge ella – me
agarra del brazo con firmeza – esto se va a terminar, voy a llamar a Rosa y a
decirle que se las ingenie como quiera, pero con este gilipollas no trabajo…
qué te ha dicho?
-Que me vas a dejar básicamente…
-Cómo? – me mira estupefacta – vámonos antes de que me parta
la mano yo… será gilipollas… yo es que lo mato…
Sonrío enternecido al ver como farfulla mientras sale de casa
con las llaves del coche en la mano y decido seguirla. La verdad es que le he
mentido. Me duele como si me estuvieran atravesando la mano con cuchillas.
-Malú, tranquilízate un poco… - me abrocho el cinturón como
puedo –
-Pero será subnormal… a que le denuncio? Aggg… - se queja –
qué asco de tío… Ale tiene razón…
-Ale?
-Me ha llamado y me ha dicho que no le han dado buenas
referencias sobre Julio…
-No me extraña… - apoyo la mano en la guantera al notar un
frenazo por parte de Malú – Lula joder! Que nos matamos!
-Está el suelo mojado y estos subnormales no saben conducir,
maldita sea… - veo como toca el claxon desesperada – venga coño! – saca la mano
por la ventanilla –
Salimos a la carretera. Llueve a mares. Cómo ha podido
ponerse así el día de repente? Malú conduce concentrada mientras yo intento no
tocar demasiado mi mano. Qué cabreo lleva encima la pobre. Y qué cabreo llevo
yo encima joder. Con lo bien que iba todo y viene este subnormal a meter mierda…
menos mal que Malú es una persona razonable aunque… aunque quizá Julio tenga
razón… quizá las dudas que llevan asaltándome desde hace semanas sean porque,
en el fondo, sé que está en lo cierto. Quizá Malú y yo no estemos destinados a
pasar nuestra vida juntos.
Absorto en mis pensamientos, no me doy cuenta de cuando
ocurre. No sé qué ha pasado, pero el coche se desliza atravesado en la
carretera. Solo me da tiempo a mirar a Malú, que se aferra al volante con cara
de pánico. Y entonces el silencio más absoluto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario