jueves, 29 de enero de 2015

CAPÍTULO 159: DEJA TUS HUELLAS

-Anímate cielo… - me tumbo a su lado en el sofá –

-Estoy de bajón… no puedo animarme… - dice desganada – echo de menos a Juliet…

-Cariño… - me pongo todo lo tierno que puedo – sabes una cosa? No podemos casarnos sin hacer una cosa antes… - me mira extrañada – cómo no he caído en esto antes??

-De qué hablas Quique? – se incorpora –

-Venga… vístete que nos vamos… - digo convencido –

-Uy no… - se tapa con la manta – yo no me muevo de aquí…

-Vamos! – la destapo – antes de casarnos tenemos que ir al cine!

-Pero qué estás diciendo Quique? – vuelve a taparse – se te ha ido la olla??

-Que si, mira… - me arrodillo al borde del sofá – el novio tiene que llevar a la novia al cine… a la última fila… y meterle mano y todas esas cosas…

-No digas tonterías anda… - dice riéndose –

-Va Malú… - cruzo mis manos por delante de mi cara como suplicándole – nos vamos al cine, y luego te invito a cenar por ahí…

-Ay, no me digas eso… - se tapa la cara – que me gusta demasiado el plan…

-Y por qué no me dices que sí? – intento apartar sus manos de la cara pero no puedo –

-Qué pesado… - se queja –

-Pesado eh? – me levanto dispuesto a ponerla nerviosa – ay… - me siento sobre ella – qué cansado estoy…

-Quique!! – me da manotazos – aparta! Jajajajaja!

-Soy muy pesado eh? – dejo caer mi cuerpo sobre ella todavía más – pfff… qué cansancio eh? No me puedo mover…

-Quique por favor!!! Jajajajajajaja! – por fin escucho como se ríe – ay, que me haces daño!!!

-Mentirosa, no te hago daño… - sigo sentado sobre ella – me quito si aceptas el plan…

-Quique!!! – grita – que me va a salir el estómago por la espalda!! Me estás aplastando!! Jajajajaja!

-No te oigo decir: “Ay mi gordo, qué idea tan maravillosa ha tenido”

-Vale! – acepta finalmente – pero quita!!

Me levanto sonriendo triunfante mientras escucho como farfulla.

-Eres un bruto… - se levanta riéndose – de verdad me vas a llevar el cine?

-Pues claro… - pongo gesto de chulería – a meterle mano a mi churri… - le toco el trasero fugazmente –

-Como hagas eso no me caso eh?? – le apunto con el dedo – voy a vestirme…

-Bien! – hago el gesto de la victoria -


-Jajajajajaja! Eres un caso, en serio…

-Qué pasa? Tengo hambre… - digo de manera normal –

-Quique, no puedes tener hambre… te has zampado las palomitas grandes tú solo…

Seguimos caminando por el centro comercial. Soy consciente de algunas miradas, pero, poco a poco, vamos pasando desapercibidos. Creo que no habíamos estado en esta situación hasta ahora. Observo a Malú que parece relajada, hasta ilusionada diría yo por hacer algo así. Salimos del centro comercial no sin antes hacernos algunas fotos con gente que la ha reconocido. Bueno, a esto tengo que acostumbrarme. Es mi chica, quiero que esté feliz, y ella es feliz cuando se hace fotos con la gente.  No parece importarle así que a mí tampoco.

Me ha encantado estar en el cine con ella. Parece que lo decía de broma, pero no, es verdad que quería hacer algo así con ella. Algo que hacen las parejas normales. Nosotros procuramos serlo, pero, la verdad, no salimos demasiado y no viene mal hacerlo de vez en cuando.

-Vamos a cenar aquí? – observa por la ventanilla mientras aparco –

-Si… me han hablado muy bien del italiano este…

-Me encanta este sitio… - sonríe avergonzada – hace mucho que no vengo…

-Pues venga… por una noche que comamos hidratos de carbono no va a pasar nada no? – le guiño el ojo –


Camino a su lado, cogidos de la mano. No se me ocurre un plan mejor que este. No sé explicarlo, pero me siento tan bien por hacer algo así… salir a cenar, como una pareja normal. Ahora ya me da igual que nos pillen… ahora ya lo sabe todo el mundo… no tengo que esconderme, no va a asustarse, no va a agobiarse…

-Hola – saluda al camarero de la puerta – tenía una reserva a nombre de Enrique Valverde…

-Ah si, por supuesto… pasen conmigo…

Tomamos asiento en una de las mesas. En el centro, un par de velas. Muy íntimo todo, apenas dos o tres mesas más ocupadas, nada más.

-Bueno qué? Te gusta? – observo como sonríe –

-Claro que me gusta… - coge mi mano por encima de la mesa – no te me pongas excesivamente romántico por favor…

-Por qué? No me puedo poner romántico con mi reina? – me hace una carantoña –

-Estamos en un sitio público… - sonrío de medio lado – y sabes lo que me pasa cuando te pones romántico…

-Bueno… luego en casa ya me cuentas lo que te pasa cuando me pongo romántico… - coge la carta – de momento, vamos a pedir, que me muero de hambre…

-Eres un pozo sin fondo… - sonrío –


-Ahhhh Quique! – grito sin poder parar de reir – bájame!!

Entra en casa conmigo en brazos y sube directamente a la habitación.

-Deja de practicar para la noche de bodas y bájame!! – me deja sobre la cama –

-Espera aquí… - sale hacia el pasillo y le sigo –

-Dónde vas? – veo como entra al baño –

-Sch!! – se asoma con la puerta medio cerrada – ahí quieta – me amenaza con el dedo y me quedo quieta en el pasillo riéndome –

-A mi no me hables como a los perros eh? – le digo desde la puerta –

Tras unos minutos que se me hacen eternos, abre la puerta y, como si me diese miedo, paso lentamente. Está el baño lleno de velas, la bañera llena de espuma y el, sonriente, plantado a mi lado.

-Te acuerdas de ese día… que estabas malita… y con la regla… y me dijiste…

-Jajajajajajaja! – estallo en una carcajada – si es que eres un sol… - me acerco a él –

-Lo sé… - con tono chulesco, comienza a desnudarse – ven aquí preciosa…

Entra en la bañera y yo todavía me quedo boquiabierta cuando le veo completamente desnudo. Le sigo casi automáticamente, sin pensar. Me desnudo y entro en la bañera, con su mirada medio lasciva analizándome. Me tumbo apoyando mi espalda en él, notando sus manos acariciándome sin ninguna pretensión de momento.

-Mmm… qué gustito… - cierro los ojos acomodándome –

-Me apetecía mucho estar así contigo la verdad… - comienza a dejar besos por mi pelo –

-Consigues animarme siempre eh?... con lo jodida que estaba…

-No me gusta verte mal… - me acaricia la tripa – y de aquí a la boda, no quiero que estés ni un solo día triste…

-Madre mía la boda Quique… - resoplo – tenemos que organizar demasiadas cosas…

-No no no… - niega con el dedo – mente en blanco ahora mismo… - comienza a besarme el cuello – este momento es para nosotros…

Sus caricias se abren paso entre el agua y la espuma. Me encanta esto. La verdad es que lo tenía pendiente desde aquel día que estaba tan mala… lo disfruté, pero no tanto como pienso disfrutarlo hoy. Me giro para sentarme sobre él, que sigue mirándome con esos ojos que mezclan deseo y ternura.

Sonríe… no deja de hacerlo. Me acaricia sin parar la espalda, con mucha delicadeza, mientras nuestras caderas se mueven a la vez.

-No se puede ser más preciosa… - susurra pegado a mi oído –

-Te quiero… - mezclo las palabras con gemidos – Joder… - arqueo mi espalda hacia atrás –

-No diga palabrotas señorita Sanchez…

-Jajajaja! – me río sin querer – gilipollas…

Seguimos moviéndonos de manera lenta hasta que subimos un poco el ritmo. Me dejo caer sobre él, no puedo más. Agarra mis nalgas con fuerza para acelerar el ritmo cada vez más. Tengo las manos arrugadas del tiempo que llevamos en el agua, pero no me importa, no se me ocurre un sitio mejor que este para acabar el día.

Terminamos el momento de pasión con sonidos que bien podrían traspasar las paredes y alertar a los vecinos. Cuanto más despacio lo hacemos, más me da por gritar. Creo que me pone bastante más el hacerlo de manera lenta que el ir a saco. Cuando se pone tierno es tan perfecto… Tras unos minutos más en el agua, decidimos salir e irnos a la cama antes de quedarnos dormidos y congelados.


Me seca cuidadosamente y vuelve a llevarme en brazos a la cama. No se puede estar más encantada que yo ahora mismo. Tumbados y abrazados, nos quedamos dormidos. Él lo hace un poco antes que yo. Yo, justo antes de dormir, pienso en todo lo que se viene encima. Sin duda, la boda no es lo único que me espera. 

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