-Malú, qué estás haciendo? – la observo sacar el ordenador y
afanarse en enchufarlo –
-Pues una cosa que he preparado… ya te he dicho que lo del
tatuaje no era lo único que tenía para ti – me mira sonriente – ven, siéntate
aquí conmigo – da dos golpecitos en el sofá.
-Miedo me das… - me siento enfrente del ordenador a su lado –
-Vale, esto nos va a llevar tiempo… así que… - va corriendo a
la cocina – creo que podemos cenar aquí, con el frío que hace, corremos el
riesgo de quedarnos congelados en la calle… - aparece en el salón con un bol de
patatas, unos trozos de pizza y un par de cervezas –
-Me vas a contar qué es? – digo algo inquieto –
-Mira… - abre una carpeta – tengo organizados por fechas
todas las fotos y vídeos que tenemos juntos… - abro los ojos impresionado – de
la isla no tengo ninguna, no sé por qué… - pone cara burlona y me hace reir
tímidamente – empezamos por las que tengo de cuando llegamos al aeropuerto
desde la isla, te parece?
Asiento casi sin pestañear. Vaya, esto si que me parece un
regalo incluso mayor que lo del tatuaje, que ya es decir. Lo nuestro en
imágenes. No me quiero imaginar el tiempo que le ha costado hacer esto. Observo
atento y aparece la primera foto. Somos nosotros dos de perfil, hablando con
periodistas.
-Esto es justo cuando llegamos. Teníamos un montón de
periodistas esperando en la puerta. – observo la foto – estabas muy nervioso… y
yo también… - sonríe – mira, ésta – pasa la foto – es en la rueda de prensa…
salgo descojonada porque me acababas de decir algo… pero no recuerdo lo que fue…
- se alza de hombros – mira, ésta nos la hicieron para una revista… - salimos
los dos sonrientes posando – un buen amigo mío… salimos guapos no?
-Tú siempre sales guapa en las fotos… pero mira que barba
llevo yo… - niego con la cabeza –
-Estás muy guapo… - me mira sonriente – pasamos a Junio… aquí
tengo muchísimas… mira… - aparece una en la que salimos los dos en el césped
con Pastora Soler y Melendi –
-Y esto? – pregunto sorprendido –
-Esto fue el día que viniste a verme… que estaban estos dos
en mi casa y te quedaste a cuadros… - se ríe – cuando se fueron, fui yo la que
se quedó a cuadros…
-Por qué? – pregunto interesado –
-Porque me besaste… - dice tímida – nuestro primer beso… pero
no tengo foto… - se ríe tímidamente – mira… esta nos la hicimos uno de los días
que pasaste en casa…
Salgo en la foto dándole un beso en la mejilla a Malú
mientras ella sonríe. Me parece una foto preciosa. Me revuelvo en el sofá cada
vez que veo una foto nueva y la observo con atención. Nada de nada, ni un puto
recuerdo al ver todas esas imágenes. La frustración se acomoda a mi lado por
momentos. Hasta que aparece un vídeo de lo que parece un concierto. Y, como si
recordara haber estado allí, siento que estoy viéndola en directo. Es extraño
explicarlo, es una sensación que no había tenido hasta ahora. Escucho como
habla de fondo a mi lado pero no sé lo que dice, solo la observo moverse en el
escenario. Y entonces salgo yo saltando, la cámara me enfoca y parezco no darme
cuenta. Parezco feliz.
-Para para… - digo llevándome la mano a la cabeza – para el
vídeo Malú…
-Qué… - para el vídeo automáticamente – qué te pasa?
-Dios… - de repente, un dolor de cabeza repentino –
-Quique… - dice asustada – dime algo… - noto como acaricia mi
pelo –
De repente, el dolor desaparece y me deja aturdido. Por un
momento, no sé dónde estoy. Miro alrededor y no reconozco nada de lo que veo
hasta que la miro. Entonces parece que vuelvo a la realidad. Su mirada asustada
sigue ahí.
-Estoy bien… - digo restándole importancia – ha sido solo un
momento… - miro la pantalla del ordenador, con la imagen parada – enséñame más
cosas…
-No – baja la pantalla del ordenador – suficiente por hoy.
-No – subo la pantalla y me dispongo a buscar entre los
archivos – quiero que sigas enseñándome cosas…
-Pero Quique…
-Que no Malú! – alzo la voz – necesito esto… - le doy al play
a un video cualquiera y aparece mi voz –
“-Vamos, dí algo a cámara”
“-Quique! Que me estoy cambiando! – veo como se cubre con una
camiseta en la que reconozco que es nuestra habitación –
-Cuando es esto… - digo observando el vídeo y como comienza a
reírse en él –
-Pues… - dice dubitativa – supongo que algún día de Junio…
pero no sé por qué me grababas…
-Enséñame algo… lo que sea…
Mi desesperación parece hacerle efecto. Tengo una sensación
extraña. Como cuando tienes un sueño por la noche y, al poco de despertar,
intentas recordarlo… y parece que vas a hacerlo y te concentras, pero no
consigues engancharlo…
-Mira… - dice con voz todavía asustada – esto es… en México…
- salimos en la cama, dándonos un beso – nos habíamos enfadado por… bueno, no
viene mucho al caso… - sacude su cabeza – viniste por sorpresa…
-Vaya… - observo la foto – enséñame más…
-Quique… no se si es bueno que…
-Por favor… - le suplico –
-Vale, voy a enseñarte algo que va a gustarte mucho… -
rebusca en las carpetas – esto es de… un concierto de Sevilla… - se ríe sin
querer – mira tu cara de susto…
-Por qué tengo una guitarra? – digo extrañado –
-Tocaste con nosotros… Charlie, el guitarrista, se puso
enfermo…
-Para para… - pongo cara de incredulidad – he tocado contigo
delante de tanta gente?
-Si… - se ríe al mirarme – mira…
Observo el vídeo en el que parecen estar grabándome solo a
mí. Me sorprende verme así, esto no me lo habían contado. De repente, el plano
se abre y se ve a Malú yendo hacia mí, sonriente. Como si me hubiera trasladado
a ese lugar que no recuerdo, siento como si estuviera allí… de repente escucho
una voz en mi mente… “algún día tocaremos delante de miles de personas”. Es la
voz de Rafa. Joder… por qué parece que lo estoy viviendo? Por qué estoy viendo
a Malú acercarse a mí? “lo estás haciendo muy bien Rick”. Su voz… aparece su
voz en mi mente…
Siento que mi corazón bombea muy rápido. Noto como respiro
aceleradamente. Cierro los ojos fuerte, siento la necesidad de salir corriendo.
-Joder… - me levanto como un resorte del sofá – vamos… -
susurro apretando mi cabeza con las dos manos – vamos…
-Quique… - su voz asustada no me hace desconcentrarme – Esto no
ha sido buena idea… joder… - dice a mi espalda –
-Vamos… - vuelvo a susurrar como implorando que algo pase en
mi cabeza… que algo termine de conectarse –
-Quique por favor… para de asustarme… - escucho a Malú –
-Dios… - resoplo frustrado apoyándome en la mesa – joder… he
recordado cosas…
-Qué? – pregunta en voz alta Malú – Qué cosas? – se acerca a
mí a toda prisa –
-No se… - cierro los ojos intentando recuperar lo que he
visto – he… he escuchado a Rafa… un amigo que…
-Qué dices? – grita – me dijiste que… - se tapa la boca
sorprendida – Dios! – exclama emocionada – me dijiste que te acordaste de él
cuando tocaste en ese concierto…
-Ha sido raro… - frunzo el ceño pensativo – muy raro… - miro
de nuevo ese ordenador – ayúdame… - digo mirándola – sigue con esto por favor…
-Pero estás bien? Estas mareado? – me acaricia la cara
asustada –
-Si, estoy bien… - vuelvo a sentarme en el sofá –
-A ver… - se afana en buscar archivos – tu cumpleaños… -
susurra sin apartar la mirada de la pantalla – Noviembre… vale…
Veo como se frota las manos nerviosa y comienzan a aparecer
fotos mías soplando las velas. En algunas sale ella dándome besos cariñosos en
la mejilla. Aparezco con una guitarra.
-Te la regalé ese día… - dice algo emocionada – te regalé
otra cosa… pero no tengo fotos de eso, afortunadamente… - sonríe de manera
extraña –
-Qué más me regalaste? – digo interesado –
-Jajajajaja – estalla en una carcajada – te hice un
streptease… - se tapa la cara avergonzada –
-Mierda… - exclamo – joder, quiero acordarme de eso!
-Jajajajaja! – me hace una carantoña – estás bien? – asiento dándole
un tierno beso en los labios – mira… esto es… de mi concierto de fin de gira…
-Eso es el Vicente Calderón? – digo impresionado – cojones… -
exclamo –
-Si… - dice tímida – me ayudaste mucho ese día… estaba muy
nerviosa… - sigue pasando fotos – ay! – exclama y se pone a reírse – esta foto
me encanta!! – observo la foto con detenimiento – saqué a todo el mundo al
escenario y nos pusimos a saltar con la última canción…
-Cuál es la última canción? – digo inocentemente –
-Eh… - me mira con gesto triste – da igual cariño… - vuelve
su mirada al ordenador – mira, esto es un vídeo…
El vídeo es de lo que supongo que es la última canción. Unas
notas a piano comienzan y, de repente, las recuerdo. Y observo como aparezco al fondo, al lado de Alejandro
Sanz. Observo el vídeo con atención y, de nuevo, tengo una sensación extraña.
Como si lo recordara pero no soy capaz. Como si supiera que he estado ahí pero
sin acordarme.
-Cuándo te pedí que te casaras conmigo? – pregunto de repente
al terminar el vídeo –
-Eh… - me mira fugazmente y dirige de nuevo su mirada al
ordenador – no te preocupes por eso…
-Malú… quiero saberlo… - me mira algo apenada y rebusca entre
los archivos –
-Me lo pediste dos veces… - sonríe tímidamente – la primera
fue aquí…
La foto que se abre en el ordenador me deja boquiabierto. Los
dos sonrientes, en lo que parece una habitación, con un montón de edificios
altísimos de fondo.
-Fuimos a Nueva York un poco antes de Navidad… - dice algo
emocionada –
-He estado en Nueva York? – digo sorprendido – maldita sea… -
maldigo al no recordarlo –
-Mira… esta foto es muy bonita…
Aparecemos los dos besándonos, al lado de una ventana que
deja ver a su través esos edificios. Siento de nuevo esa sensación, pero esta
vez más fuerte. Tan fuerte que me hace ver esas imágenes que a veces veo pasar
a toda prisa en mi mente, pero ahora lo hacen más despacio… y se paran… se
paran justo ahí... y comienzo a ver cosas en movimiento. Comienzo a ver como
nos besamos tras esa foto y acabamos en la cama. Dura solo unos segundos, los
suficientes para que mi mente me obligue a emocionarme. Siento de nuevo ganas
de salir corriendo. Muchas ganas. Me siento nervioso, inquieto, asustado. Sin
ser consciente, he salido a la terraza. Malú me mira asustada y miro al frente.
Veo la orilla de esa playa al fondo y siento frío… y, de repente, siento unas
ganas tremendas de ir a esa orilla. Como si perdiese la consciencia, no siento
el momento en el que salgo de casa. De repente me encuentro por la calle,
corriendo, sin escuchar nada, solo voces en mi mente que no puedo entender.
Creo recordar que no he escuchado a Malú cantar delante de mí, pero la escucho.
La veo en unas rocas y acelero más la carrera. Corro todo lo que me dan las
piernas hasta entrar en esa playa y notar la arena en mis pies. Y acelero
todavía más cuando veo esas imágenes pasar una tras otra. Corro para intentar
alcanzarlas. Mi vista me falla, creo que he visto unas rocas anteriormente pero
ahora no las veo. Me giro buscándolas, pero no están, solo hay arena en esa
playa… y agua… el mar rompe en la orilla sin descanso. Extasiado, me arrodillo
en la arena. Aturdido, sin ser capaz de pensar en nada. Cierro los ojos fuerte,
apretando la arena entre mis puños. Demasiadas imágenes… demasiadas… nunca
había visto tantas… y no van rápido, van despacio… consigo verlas solo un instante
hasta que pasa a la siguiente, pero consigo verlo. Voces en mi mente de nuevo.
La misma voz todo el rato. Es su voz.
“I’m sorry” “Te gusta volar casi tanto como a mi” “No me
sueltes” “Me has salvado la vida” “No vuelvas a irte” “Deja de resoplar Rick,
que no dejas dormir a tu amor platónico” “No te vayas más por favor” “Eres lo
mejor que me ha pasado” “Te quiero”
Y esa última frase se repite una y otra vez. Una y otra vez
en mi mente. Todas esas frases con su voz me hacen caer de nuevo arrodillado en
la orilla. Un sonido ensordecedor aparece en mis oídos. Abro los ojos y veo
Malú apoyada en un volante, con sangre. Demasiado para mí. Alzo la vista y veo
como viene corriendo. No puedo más con este mareo. No puedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario