domingo, 11 de enero de 2015

CAPÍTULO 146: Y MI LADO IZQUIERDO SE QUEDÓ ENTRE SUS LABIOS (I)

-Malú, qué estás haciendo? – la observo sacar el ordenador y afanarse en enchufarlo –

-Pues una cosa que he preparado… ya te he dicho que lo del tatuaje no era lo único que tenía para ti – me mira sonriente – ven, siéntate aquí conmigo – da dos golpecitos en el sofá.

-Miedo me das… - me siento enfrente del ordenador a su lado –

-Vale, esto nos va a llevar tiempo… así que… - va corriendo a la cocina – creo que podemos cenar aquí, con el frío que hace, corremos el riesgo de quedarnos congelados en la calle… - aparece en el salón con un bol de patatas, unos trozos de pizza y un par de cervezas –

-Me vas a contar qué es? – digo algo inquieto –

-Mira… - abre una carpeta – tengo organizados por fechas todas las fotos y vídeos que tenemos juntos… - abro los ojos impresionado – de la isla no tengo ninguna, no sé por qué… - pone cara burlona y me hace reir tímidamente – empezamos por las que tengo de cuando llegamos al aeropuerto desde la isla, te parece?

Asiento casi sin pestañear. Vaya, esto si que me parece un regalo incluso mayor que lo del tatuaje, que ya es decir. Lo nuestro en imágenes. No me quiero imaginar el tiempo que le ha costado hacer esto. Observo atento y aparece la primera foto. Somos nosotros dos de perfil, hablando con periodistas.

-Esto es justo cuando llegamos. Teníamos un montón de periodistas esperando en la puerta. – observo la foto – estabas muy nervioso… y yo también… - sonríe – mira, ésta – pasa la foto – es en la rueda de prensa… salgo descojonada porque me acababas de decir algo… pero no recuerdo lo que fue… - se alza de hombros – mira, ésta nos la hicieron para una revista… - salimos los dos sonrientes posando – un buen amigo mío… salimos guapos no?

-Tú siempre sales guapa en las fotos… pero mira que barba llevo yo… - niego con la cabeza –

-Estás muy guapo… - me mira sonriente – pasamos a Junio… aquí tengo muchísimas… mira… - aparece una en la que salimos los dos en el césped con Pastora Soler y Melendi –

-Y esto? – pregunto sorprendido –

-Esto fue el día que viniste a verme… que estaban estos dos en mi casa y te quedaste a cuadros… - se ríe – cuando se fueron, fui yo la que se quedó a cuadros…

-Por qué? – pregunto interesado –

-Porque me besaste… - dice tímida – nuestro primer beso… pero no tengo foto… - se ríe tímidamente – mira… esta nos la hicimos uno de los días que pasaste en casa…

Salgo en la foto dándole un beso en la mejilla a Malú mientras ella sonríe. Me parece una foto preciosa. Me revuelvo en el sofá cada vez que veo una foto nueva y la observo con atención. Nada de nada, ni un puto recuerdo al ver todas esas imágenes. La frustración se acomoda a mi lado por momentos. Hasta que aparece un vídeo de lo que parece un concierto. Y, como si recordara haber estado allí, siento que estoy viéndola en directo. Es extraño explicarlo, es una sensación que no había tenido hasta ahora. Escucho como habla de fondo a mi lado pero no sé lo que dice, solo la observo moverse en el escenario. Y entonces salgo yo saltando, la cámara me enfoca y parezco no darme cuenta. Parezco feliz.

-Para para… - digo llevándome la mano a la cabeza – para el vídeo Malú…

-Qué… - para el vídeo automáticamente – qué te pasa?

-Dios… - de repente, un dolor de cabeza repentino –

-Quique… - dice asustada – dime algo… - noto como acaricia mi pelo –

De repente, el dolor desaparece y me deja aturdido. Por un momento, no sé dónde estoy. Miro alrededor y no reconozco nada de lo que veo hasta que la miro. Entonces parece que vuelvo a la realidad. Su mirada asustada sigue ahí.

-Estoy bien… - digo restándole importancia – ha sido solo un momento… - miro la pantalla del ordenador, con la imagen parada – enséñame más cosas…

-No – baja la pantalla del ordenador – suficiente por hoy.

-No – subo la pantalla y me dispongo a buscar entre los archivos – quiero que sigas enseñándome cosas…

-Pero Quique…

-Que no Malú! – alzo la voz – necesito esto… - le doy al play a un video cualquiera y aparece mi voz –

“-Vamos, dí algo a cámara”

“-Quique! Que me estoy cambiando! – veo como se cubre con una camiseta en la que reconozco que es nuestra habitación –

-Cuando es esto… - digo observando el vídeo y como comienza a reírse en él –

-Pues… - dice dubitativa – supongo que algún día de Junio… pero no sé por qué me grababas…

-Enséñame algo… lo que sea…

Mi desesperación parece hacerle efecto. Tengo una sensación extraña. Como cuando tienes un sueño por la noche y, al poco de despertar, intentas recordarlo… y parece que vas a hacerlo y te concentras, pero no consigues engancharlo…

-Mira… - dice con voz todavía asustada – esto es… en México… - salimos en la cama, dándonos un beso – nos habíamos enfadado por… bueno, no viene mucho al caso… - sacude su cabeza – viniste por sorpresa…

-Vaya… - observo la foto – enséñame más…

-Quique… no se si es bueno que…

-Por favor… - le suplico –

-Vale, voy a enseñarte algo que va a gustarte mucho… - rebusca en las carpetas – esto es de… un concierto de Sevilla… - se ríe sin querer – mira tu cara de susto…

-Por qué tengo una guitarra? – digo extrañado –

-Tocaste con nosotros… Charlie, el guitarrista, se puso enfermo…

-Para para… - pongo cara de incredulidad – he tocado contigo delante de tanta gente?

-Si… - se ríe al mirarme – mira…

Observo el vídeo en el que parecen estar grabándome solo a mí. Me sorprende verme así, esto no me lo habían contado. De repente, el plano se abre y se ve a Malú yendo hacia mí, sonriente. Como si me hubiera trasladado a ese lugar que no recuerdo, siento como si estuviera allí… de repente escucho una voz en mi mente… “algún día tocaremos delante de miles de personas”. Es la voz de Rafa. Joder… por qué parece que lo estoy viviendo? Por qué estoy viendo a Malú acercarse a mí? “lo estás haciendo muy bien Rick”. Su voz… aparece su voz en mi mente…

Siento que mi corazón bombea muy rápido. Noto como respiro aceleradamente. Cierro los ojos fuerte, siento la necesidad de salir corriendo.

-Joder… - me levanto como un resorte del sofá – vamos… - susurro apretando mi cabeza con las dos manos – vamos…

-Quique… - su voz asustada no me hace desconcentrarme – Esto no ha sido buena idea… joder… - dice a mi espalda –

-Vamos… - vuelvo a susurrar como implorando que algo pase en mi cabeza… que algo termine de conectarse –

-Quique por favor… para de asustarme… - escucho a Malú –

-Dios… - resoplo frustrado apoyándome en la mesa – joder… he recordado cosas…

-Qué? – pregunta en voz alta Malú – Qué cosas? – se acerca a mí a toda prisa –

-No se… - cierro los ojos intentando recuperar lo que he visto – he… he escuchado a Rafa… un amigo que…

-Qué dices? – grita – me dijiste que… - se tapa la boca sorprendida – Dios! – exclama emocionada – me dijiste que te acordaste de él cuando tocaste en ese concierto…

-Ha sido raro… - frunzo el ceño pensativo – muy raro… - miro de nuevo ese ordenador – ayúdame… - digo mirándola – sigue con esto por favor…

-Pero estás bien? Estas mareado? – me acaricia la cara asustada –

-Si, estoy bien… - vuelvo a sentarme en el sofá –

-A ver… - se afana en buscar archivos – tu cumpleaños… - susurra sin apartar la mirada de la pantalla – Noviembre… vale…

Veo como se frota las manos nerviosa y comienzan a aparecer fotos mías soplando las velas. En algunas sale ella dándome besos cariñosos en la mejilla. Aparezco con una guitarra.

-Te la regalé ese día… - dice algo emocionada – te regalé otra cosa… pero no tengo fotos de eso, afortunadamente… - sonríe de manera extraña –

-Qué más me regalaste? – digo interesado –

-Jajajajaja – estalla en una carcajada – te hice un streptease… - se tapa la cara avergonzada –

-Mierda… - exclamo – joder, quiero acordarme de eso!

-Jajajajaja! – me hace una carantoña – estás bien? – asiento dándole un tierno beso en los labios – mira… esto es… de mi concierto de fin de gira…

-Eso es el Vicente Calderón? – digo impresionado – cojones… - exclamo –

-Si… - dice tímida – me ayudaste mucho ese día… estaba muy nerviosa… - sigue pasando fotos – ay! – exclama y se pone a reírse – esta foto me encanta!! – observo la foto con detenimiento – saqué a todo el mundo al escenario y nos pusimos a saltar con la última canción…

-Cuál es la última canción? – digo inocentemente –

-Eh… - me mira con gesto triste – da igual cariño… - vuelve su mirada al ordenador – mira, esto es un vídeo…

El vídeo es de lo que supongo que es la última canción. Unas notas a piano comienzan y, de repente, las recuerdo. Y observo como aparezco al fondo, al lado de Alejandro Sanz. Observo el vídeo con atención y, de nuevo, tengo una sensación extraña. Como si lo recordara pero no soy capaz. Como si supiera que he estado ahí pero sin acordarme.

-Cuándo te pedí que te casaras conmigo? – pregunto de repente al terminar el vídeo –

-Eh… - me mira fugazmente y dirige de nuevo su mirada al ordenador – no te preocupes por eso…

-Malú… quiero saberlo… - me mira algo apenada y rebusca entre los archivos –

-Me lo pediste dos veces… - sonríe tímidamente – la primera fue aquí…

La foto que se abre en el ordenador me deja boquiabierto. Los dos sonrientes, en lo que parece una habitación, con un montón de edificios altísimos de fondo.

-Fuimos a Nueva York un poco antes de Navidad… - dice algo emocionada –

-He estado en Nueva York? – digo sorprendido – maldita sea… - maldigo al no recordarlo –

-Mira… esta foto es muy bonita…

Aparecemos los dos besándonos, al lado de una ventana que deja ver a su través esos edificios. Siento de nuevo esa sensación, pero esta vez más fuerte. Tan fuerte que me hace ver esas imágenes que a veces veo pasar a toda prisa en mi mente, pero ahora lo hacen más despacio… y se paran… se paran justo ahí... y comienzo a ver cosas en movimiento. Comienzo a ver como nos besamos tras esa foto y acabamos en la cama. Dura solo unos segundos, los suficientes para que mi mente me obligue a emocionarme. Siento de nuevo ganas de salir corriendo. Muchas ganas. Me siento nervioso, inquieto, asustado. Sin ser consciente, he salido a la terraza. Malú me mira asustada y miro al frente. Veo la orilla de esa playa al fondo y siento frío… y, de repente, siento unas ganas tremendas de ir a esa orilla. Como si perdiese la consciencia, no siento el momento en el que salgo de casa. De repente me encuentro por la calle, corriendo, sin escuchar nada, solo voces en mi mente que no puedo entender. 

Creo recordar que no he escuchado a Malú cantar delante de mí, pero la escucho. La veo en unas rocas y acelero más la carrera. Corro todo lo que me dan las piernas hasta entrar en esa playa y notar la arena en mis pies. Y acelero todavía más cuando veo esas imágenes pasar una tras otra. Corro para intentar alcanzarlas. Mi vista me falla, creo que he visto unas rocas anteriormente pero ahora no las veo. Me giro buscándolas, pero no están, solo hay arena en esa playa… y agua… el mar rompe en la orilla sin descanso. Extasiado, me arrodillo en la arena. Aturdido, sin ser capaz de pensar en nada. Cierro los ojos fuerte, apretando la arena entre mis puños. Demasiadas imágenes… demasiadas… nunca había visto tantas… y no van rápido, van despacio… consigo verlas solo un instante hasta que pasa a la siguiente, pero consigo verlo. Voces en mi mente de nuevo. La misma voz todo el rato. Es su voz.

“I’m sorry” “Te gusta volar casi tanto como a mi” “No me sueltes” “Me has salvado la vida” “No vuelvas a irte” “Deja de resoplar Rick, que no dejas dormir a tu amor platónico” “No te vayas más por favor” “Eres lo mejor que me ha pasado” “Te quiero”


Y esa última frase se repite una y otra vez. Una y otra vez en mi mente. Todas esas frases con su voz me hacen caer de nuevo arrodillado en la orilla. Un sonido ensordecedor aparece en mis oídos. Abro los ojos y veo Malú apoyada en un volante, con sangre. Demasiado para mí. Alzo la vista y veo como viene corriendo. No puedo más con este mareo. No puedo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario