jueves, 2 de octubre de 2014

CAPÍTULO 50: NO VOY A CAMBIAR (I)

-Para, para el coche… - ordena Malú –

-Pero Malú, que está ahí delante la cola, qué vas a hacer? – pregunta Miguel, aquel miembro de su staff –

-Por eso, para… no voy a entrar ahí como si fuera una estúpida, les voy a saludar.

Me deja boquiabierto. Abre la puerta y baja del coche. A lo lejos, una cola inmensa aguarda, algunos desde algunos días antes. Ninguno parece haberse dado cuenta. Observo aquel momento desde el coche, temiendo que aquello fuese demasiado, pero no le puedo cuestionar algo así. Está tan emocionada. Esta mañana no ha parado, mezclaba la sonrisa, la risa, con el temor, con el miedo. Está eufórica en todos los sentidos. Comienza a caminar, seguida de cerca por Miguel. Decido bajar del coche y observar aquello más de cerca, se va a montar una buena. Comienzo a escuchar los gritos, alguien de la cola se ha dado cuenta. Estaba radiante, la veía a una distancia prudencial sonreir emocionada. Alza las manos intentando que no se pusieran nerviosos, si lo hacían, habría que llevarse a Malú de allí para que no se la comieran.

Escucho como les saluda con cariño. Creo que en la cola tienen que estar flipando en colores. Desde cuando un cantante se acerca a la cola de su concierto para saludar a los fans? Está loca, y me encanta que lo esté. Observo atento a esa gente. Como a alguno se le vaya la pinza, Malú va a tener que salir corriendo. Por un momento me da miedo, pero decido pensar que eso no va a pasar.

-Tranquilos, no la liéis eh? – ahora entiendo por qué la llaman jefa… le hacen caso – todos tranquilos. – la gente le pide que se acerque más – si me acerco igual no hay concierto esta noche eh? – se ríe y se hace alguna foto con algunos de ellos. Una cámara que parece de alguna televisión se acerca a grabar, no sé si se nos estaba yendo de las manos todo aquello – tengo que irme para dentro a prepararme, espero que lo paséis bien esta noche vale? – el griterío es generalizado –

Observo aquello. Antes de irse se acerca a algunos de ellos y, como por arte de magia, aparece gente vestida de negro, de seguridad supongo. Malú les hace gestos como de que no pasa nada y comienza a firmar todo lo que le llega. Se hace fotos con algunas personas y se despide de ellos volviendo a prometer que va a ser una noche perfecta. Camina de nuevo hacia el coche. La observo. Está llorando. Sonrío enternecido. Es una persona normal que no le gusta toda la parafernalia, pero es imposible no poner alguna barrera entre ella y sus fans, es una locura cada vez que la ven, aunque soy consciente de lo que le gusta hacer lo que acaba de hacer. Se monta al coche y yo hago lo mismo. Sin decir nada, se abraza a mí y comienza a llorar como una niña pequeña.

-Oye… - acaricio su pelo – no llores va…

-Tiene que salir todo perfecto esta noche Quique… - dice sollozando –

-Saldrá, ya lo verás… y lo que acabas de hacer ahora me lo confirma…

El coche se mete por una de las puertas, alejado de aquella cola. Bajamos y nos recibien más miembros del staff. Vero pulula por allí con una cámara. Entramos en aquel palacio de deportes, es inmenso. No puedo imaginarme ver todo aquello lleno de personas gritando su nombre. Vuelvo a asustarme. Camino un paso por detrás de ella, que está rodeada de gente. A lo lejos, veo a Rosa que se acerca a ella y la abraza. Luego se dirige a mí y me da dos besos. Es una mujer muy amable. Los miembros del staff me tratan como a uno más, supongo que por órdenes de Malú, todos saben que iba con ella. Y me he tirado todos los ensayos viéndola allí.

La veo andar de un lado a otro, en el backstage. Mis padres y mi hermana andan haciéndose fotos con el equipo, en especial mi hermana, que está emocionadísima por estar dentro de un concierto tan grande. Todo vendido, ni una entrada libre, en cuestión de unas semanas. Ha tenido que abrir de nuevo el palacio dentro de unos días y ya está todo vendido de nuevo. Su vuelta era casi un acontecimiento nacional. Me siento tan orgulloso y tan asustado al mismo tiempo… no quiero agobiarla, está allí, hablando con unos y con otros. Todos me han recibido de manera especial. A la banda ya les conozco, ellos también están nerviosos, en especial Jose. Su hermana es un pilar fundamental en su vida y eso se nota. Es un tío de lo más normal, quizá algo serio en apariencia, pero cariñoso con su hermana como el que más. Faltan apenas dos horas para que comience todo aquello y yo sigo inmerso en mi móvil. Tengo una sorpresa para ella que sé que le va a encantar. He decidido hacer algo especial para este día y lo he organizado con la ayuda de Vero y el consentimiento de Rosa. Cuando lo tengo todo preparado, me acerco a ella, nerviosa todavía, a punto de comenzar su ritual preconcierto.

-Malú, ven, tienes que ver esto… - la cojo de la mano –

-Ay, no me pongas más nerviosa Quique… - se queja –

Al cruzar la puerta de su camerino, se encuentra de bruces con toda esa gente, toda esa gente que, apenas hace un mes, había pasado con nosotros el peor momento de sus vidas. Estan todos, el pequeño Guillermo y su familia, Anthony, Richard, Juliet… todos. Desde entonces no nos habíamos vuelto a ver. Se tapa la boca al verles y, sin decir nada, comienza a llorar. Pero no a llorar de una forma normal, a llorar de no poder parar. La abrazo y se abraza a mí como si le faltaran las fuerzas. Sus padres estan allí presentes y sonrien emocionados, igual que mi familia.

-Han venido a verte… - susurro en su oído –

-No podíamos perdernos esto jefa – dice Richard en inglés, diciendo jefa en español –

-No puede ser… - sigue tapándose la cara – cómo habéis venido?


-Lo organizó todo el doctor… - contesta Amanda también llorando –

Malú me mira con una expresión en la cara de total gratitud. Sonrío emocionado, sabía que le iba a encantar. Sabía que aquella gente era igual de importante para ella que para mí. Eran como otra familia más. Comienzan a acercarse y van abrazándose uno a uno. Noto la mirada de Rosa, Vero y Pepi sobre mí y me siento pequeño. No se si pensarán que he hecho bien, aunque supongo que si. Richard se acerca a mí y vuelve a abrazarme como minutos antes.

-Tio, qué ganas tenía de verte joder… - dice sincero –

-Todo eso de ahí afuera se va a llenar? – dice Anthony inocente – pero…

-No se como voy a agradeceros esto… - dice Malú llorando – he pensado tanto en vosotros…

-No podíamos faltar… - contesta la abuela de Juliet –

Los dos pequeños, Guillermo y Juliet, miran admirados a Malú y se abrazan a sus piernas. Juliet no para de llorar emocionada y Malú la abraza tiernamente. Aquella mujer, que ahora sabían que era una estrella, les había cuidado en aquella isla. Sonrío a punto de llorar con aquella escena.

-Esto lo has organizado tú? – noto la voz de Pepe detrás de mí y me giro –

-Bueno… - asiento – me han ayudado Vero y Rosa…

-La idea fue suya… - Vero alza los brazos aún con los ojos empapados –

Tras unos minutos allí, contando cómo habían ido viajando uno a uno hasta Madrid, Malú tenía que prepararse y, a regañadientes, se fue con sus estilistas y demás staff. Me abrazó antes de irse y susurró un gracias. Le dí un beso en la frente y le dije que estuviera tranquila. Vero no había soltado su cámara, decía que tenía que grabarlo todo, igual que Anthony, que llevaba otra cámara y comenzó a grabarnos emocionado.

-Tio, esto es surrealista, parece que estoy dentro de un concierto de los Beatles… - dice grabando todo el pasillo lleno de gente –

-Molestamos por aquí? – digo a Rosa –

-No, hasta que no vaya a salir podemos estar aquí, pero luego tendremos que irnos hacia la zona reservada – asiento – Venid, vamos a comer algo…

Todo el staff nos observa. Había una sonrisa generalizada. Hablo con varios miembros que están emocionados. La jefa ha vuelto y, con ella, la adrenalina que tanto les gusta. Anthony lo graba todo.

-Como lo está viviendo doctor? Unas palabras para Malú…

-Deja de grabar Anthony, que tengo una reputación – digo con la boca llena –

-Son momentos de mucha emoción – dice haciéndose el reportero – la jefa va a conseguir que más de 15000 personas abarroten las instalaciones de este… - me mira – como se llama esto?

-Palacio de deportes… - digo en castellano –

-Palasio de depourtes… - dice imitándome –

-Sport palace – suelta espontáneamente Vero, que también está grabando -

Hay una risa generalizada. Anthony es de esos críos de 18 años a los que todo le sorprende, incontrolable.

-Queréis ver como está llenándose esto? – sale Vero en la sala – vais a flipar…

Richard corre hacia ella, es el primero, seguido de Anthony, que, junto a Vero, seguía grabando todo. Mi familia me mira con cara de sorpresa al ver aquella imagen. Asomados por un recoveco, observamos como se va llenando la pista y los arcos del palacio.

-Tio, esto es un documento histórico! – grita Anthony – joder, si tengo que salir ahí a cantar, me desmayo.

-Pues espera a ver lo que hay organizado… - Vero hace un gesto con la mano – no habéis visto un concierto de la jefa…

Faltan 45 minutos para el inicio de aquel concierto tan especial. Empiezo a notar que mi corazón va más acelerado de lo normal. Pienso en Malú, en todo lo que había pasado, en lo especial que va a ser para ella esto. Si no me contengo, me voy a poner a llorar a las primeras de cambio.

-Quique, Malú quiere que vayas un segundo – dice Rosa acercándose a nosotros –

Era el momento. Tengo otro regalo para ella. Al entrar en el camerino me la encuentro con una botella de agua en la mano, dando vueltas sin parar…

-Jefa… - le cojo la mano – tranquila…

-Estoy más nerviosa que nunca… más que cuando dí el primer concierto… necesitaba que vinieras para tranquilizarme…

-Mira… - digo sonriendo sacando una pequeña pulsera del bolsillo – esto va a darte suerte… - me mira sorprendida, es una pequeña pulsera de cuero, de su estilo – todo va a salir bien, lo sabes, lo sé, y lo sabe todo el mundo.
Sin decir nada, me abraza.

-No llores, que ya estás maquillada y Vivi me va a matar… - digo acariciando su pelo – estaremos en la zona VIP vale? No te voy a quitar ojo, que lo sepas…

-Tu ponme más nerviosa… - dice aguantando el llanto – vais a estar todos allí verdad?

-Si… hay sitio de sobra… - quito un mechón de pelo de su cara –te van a detener de la que vas a liar hoy, lo sabes no?…

-Jajajaja! – dice riendo todavía con la lágrima a punto de salir – deténgame agente – cruza sus manos por encima de su cabeza como si estuviera esposada y la imita – joder… cómo lo consigues?... estoy un poco más tranquila…

-Nah… es algo innato en mí… - digo haciéndome el chulo –

-Malú, todos están ya en la sala… - entra Miguel – perdón eh? – hago un gesto de que no importa –

-Tengo que irme… - dice mirándome –

-Lo sé…

Caminamos hasta aquella sala donde también está su familia, nuestra familia de aquella isla y la mía. Su madre la besa con más cariño del que he visto nunca, igual que su padre y su hermano pequeño, que casi la hace llorar. Sonrío enternecido aunque sintiéndome un poco fuera de lugar. Malú me coge la mano fuerte y se abraza a mí. Choco uno a uno las manos de todos los miembros de la banda, deseándoles suerte. Todos hacen lo propio, algunos emocionados, otros eufóricos, como Anthony o Guillermo. Llegamos rápidamente a la zona VIP, donde algunos de sus fans nos detectan y comienzan a saludarnos. Es una zona amplia en el primer anillo, se ve de frente el escenario, con toda la gente en la zona de la pista y con una vista hacia los anillos que impone. El escenario es enorme, con dos pasillos que salen hacia el público. Tal y como lo recordaba después de haber visto su concierto meses atrás cuando nos lo pusieron en el avión. Parece que lo han vuelto a montar todo igual, según me dijo Malú, quería sentir que nada había cambiado.

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