jueves, 2 de octubre de 2014

CAPÍTULO 51: NO VOY A CAMBIAR (II)

Creo que nunca he estado tan nervioso. Mis padres se situan a la izquierda, junto con algunos de mis amigos de la isla. Mi hermana habla un inglés casi perfecto y se entiende a la perfección con todos ellos, a los que traduce con mis padres. Los padres de Malú, nerviosos a más no poder, a veces se acercan a los míos, en especial Pepi. Pepe es algo más reservado. Sus padres están separados, pero no se nota en este momento, supongo que porque sus hijos son lo más importante para ellos. Vero a mi derecha no para de grabar, y de grabarme.

-Vero… - la miro matándola con la mirada –

-Uy que nervioso está… este documento le va a encantar a la jefa…

Poco a poco se va llenando aquella zona VIP. Famosos cantantes llegaban saludando a su familia. Miro a la mía y mi hermana está con la boca abierta. Faltan algunos pero, incluso hay alguno más que en aquella fiesta en la que los conocí. Me chocan la mano, me saludan. Sorprendentemente, me siento integrado, aunque solo fuera un poco. Poco después, se apagan las luces, el palacio ya se ha llenado y el concierto va a comenzar. Noto la sensación de vértigo, de impaciencia. Mi hermana suelta un pequeño gritito pero que creo que lo ha escuchado todo el palacio. Río de puro nerviosismo. Si el concierto comienza cómo me han dicho, va a ser apoteósico.

Unos latidos que retumban dentro de mí, salen de aquel escenario. Creo que todo el palacio late al mismo tiempo. Poco a poco se van haciendo más lentos, hasta tornarse un sonido contínuo, como de parada cardíaca… todo eso mezclado con las luces que iluminan todo el palacio. Pocos segundos después, una imagen de Malú, con un micrófono en la mano, aparece en la pantalla y el latido comienza a sonar de nuevo y, tras él, las notas de una canción a piano. La gente grita y yo tengo un nudo en la garganta que no desaparece… su voz comenzó a sonar, sin que ella aparezca. Tengo todos los pelos de punta. Un foco alumbra una parte del escenario hasta que, otro foco, con una forma como de ovni, alumbra con decenas de pequeños focos la salida apoteósica de aquella diosa, porque es lo que es. Comienza a subir esas escaleras desde abajo del escenario, con voz imponente, perfecta. 


Cuando la gente la ve, comenzó a gritar más fuerte. Siento unas ganas de llorar inmensas pero me las trago, no puedo permitir que ninguna lágrima me impida ver aquella salida. Vestida de negro, con un vestido con algunas transparencias, su pelo suelto y su micro en mano, aparece en aquel escenario haciendo vibrar el palacio. La falda de aquel vestido es, por lo que puedo distinguir, de cuero, o algo así. Descubro su imagen en dos grandes pantallas a los lados del escenario. Sonríe. Sonrío. Ha vuelto. Con “Ni un paso atrás” abre aquel concierto, con una letra que deja claras sus intenciones si se leía entre líneas. 

Tras el primer estribillo, se arranca la falda y comienza a caminar hacia delante. El vestido en realidad no es una falda, es una especie de mono, ajustado, que deja a la vista la impresionante figura de Malú. Está tremenda, pienso para mis adentros. Ha recuperado el peso que perdió en la isla y hemos estado haciendo deporte… mucho deporte. Me río por dentro. Los gritos son evidentes. No quiero mirar a nadie, solo quiero mirar a la pantalla y al escenario. Al terminar la canción, aplaudo como si pudiera oírme y silbo, silbo mucho. Me descubro a mí mismo como un absoluto fan de aquella mujer. No puedo evitar tener los ojos con unas cuantas lágrimas. Vero sigue grabando al lado de mí, también emocionada.

-Me cago en la puta, qué grande… - me sale espontáneamente –

-Espérate que cante alguna emotiva, que vamos a salir de aquí en canoa – grita Vero – Jefa!!! Cuando veas este vídeo vas a llorar mucho!! – dice hablando claramente a la cámara – mira, mira tus padres… - les enfoca, absolutamente emocionados – y mira toda la gente! – enfoca al palacio, puesto en pie, gritando y aplaudiendo –



Miro a mi familia, parecen disfrutar de aquello. Miro a la gente de la isla, algunos todavía boquiabiertos. Unas notas comienzan a sonar de nuevo, sin dar tregua. Conozco perfectamente aquella canción, me ha reconocido que, al escucharla, pensaba en mí. Aquel momento iba a ser un poco lacrimógeno… “Te conozco desde siempre” comienza a sonar, a salir de su garganta. Veo en la pantalla como pone el pie de micro y se toca la pulsera, con sus brazos en alto. Comienzo a reirme y a emocionarme a la vez. Tengo que controlarme, van a pensar que soy un sentimental. 

Señala a nuestra zona, o quizá son imaginaciones mías… era lo más probable… anima al público a cantar de una manera que me sorprende, todos la siguen, es impresionante la visión desde aquel palco.
Al terminar la canción, comienza a hablar, sé que va a hacer alguna referencia a algo que me va a hacer llorar, así que me preparo para no hacerlo.

-Muy buenas noches Madrid!!! – grita – Madre mía… - hace un gesto mirando a su alrededor… - Bueno… - un grupo de gente comienza a gritar “te queremos” y poco a poco van siguiéndolos – Muchas gracias… - sonríe emocionada – emm… - noto como se ponía nerviosa – lo primero de todo… es que quiero agradeceros el que esteis aquí esta noche tan especial para mí… - hay un aplauso general, apenas la dejan hablar – quiero que sepáis que estoy muy emocionada de volver a veros… a todos… - hace una pausa y gritos de todas partes comienzan a piropearla – y… hoy es una noche especial para mí porque… hoy… puedo decir… que no hay nada imposible… - sonrío tiernamente y aplaudo sin dejar de mirar a la pantalla – hoy puedo decir que vuelvo a estar donde quiero estar… que es con vosotros… - carraspea levemente - deciros que hoy, un día tan importante para mí, va a ser inmortalizado como aquel primer palacio… - vuelven a aplaudirla – y quiero deciros – sube el tono de voz – que, como ya sabéis… mi único objetivo hoy… es que todos los que estáis aquí os vayáis con una sonrisa enorme en la cara… como la que tengo yo ahora mismo… como la que me sacáis vosotros - gritos y aplausos hacen un estruendo inmenso en el palacio – espero conseguirlo… muchísimas gracias!!!

Me duelen las manos de aplaudir. Tras ese monólogo, breve, pero intenso y emocionante, acaba de cantar una de las canciones más desgarradoras que tiene, “deshazte de mí”. La ha cantado a coro con todo el palacio sin ella pedirlo. Ha sido muy emotivo. 

Unas notas comienzan a sonar, esta es una canción especial para ella. Para ella y para su hermano. “Me quedó grande tu amor” comienza a salir de su garganta. En el estribillo, empieza a mover su brazo izquierdo a un lado y a otro y todo el público la sigue. La visión desde aquel palco hizo que ya no pudiera reprimirme más. Comienzo a llorar mezclándolo con risa.



-Que bonito!! – escuché a mi hermana, la miro y está llorando –

No quiero perderme un segundo de esta canción que tantas veces me ha dicho que es especial. Tras el segundo estribillo, el tercero llega con palmas. Sin cantarlo ella, lo canta todo el palacio. Es emocionante ver como se saben la letra de la canción que no es de las más conocidas de Malú. Tras terminar, toda la música se para, menos una guitarra, la de Jose. Se ponen frente a frente y Malú le canta los últimos versos, notando como su voz se quiebra por momentos. Al terminar, se apagan las luces pero se puede intuir el abrazo. Miro instintivamente a sus padres. Llorando a lágrima viva, lo que suponía. Vero me enfoca con su cámara y le hago un gesto de “ahora no”. Me seco las lágrimas que me había provocado aquel momento. Sabía que ese concierto iba a ser especial, pero mi mente no alcanzaba a tanto. No era especial, era mágico, único, irrepetible.


Una pantalla baja tapando el escenario. En esos momentos de respiro, sin música, solo con el griterío general, tengo tiempo de mirar a mi alrededor. Mis padres parecen no querer molestarme en ese momento, solo me hacen gestos sobre lo bonito que estaba siendo todo. Vero me pasa el brazo por los hombros, con su cámara enfocándonos.

-Bueno, estamos aquí con un fan de Malú – sonrío mirando al suelo – cuéntanos como la estás viendo –

-Espectacular… - hago un gesto para que se aparte, necesito serenarme –

-Como pueden comprobar, este fan está embriagado por la emoción, está siendo un directo apoteósico… devolvemos la conexión…

Observo a Vero hacer todo aquello. Supongo que es un video para Malú y sonrío. Pocos instantes después, la música comienza a sonar de nuevo y empiezan a aparecer llamas en esa pantalla. Llamas ficticias, que van encendiéndose al paso de Malú, como si estuviera prendiendo una mecha. “Voy a quemarlo todo”. Se mueve al ritmo de la música, era un descanso para mí que la canción fuese algo más animada, puedo pasarla entera sin que las lágrimas asomen en mis ojos. Incluso bailamos Vero, Pastora y yo, que se acerca para estar un rato con nosotros. La jefa está pletórica en esta canción, imponente, con una fuerza que sorprendería a cualquiera que no la conociese. Incluso veo como nuestros compañeros de aquella playa, que, por supuesto, no entienden demasiado la letra, bailan al ritmo. Parecen estar pasándolo bomba.

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