Conduzco sin saber muy bien donde. Sigo repasando en mi mente
lo que ha ocurrido y no me lo puedo creer. Cómo me dejé engañar así ese día?
Era una trampa. Maldita sea. Lorena seguía siendo esa hija de puta que conocí,
seguro que había acordado con un fotógrafo todo aquello.
Miro hacia el asiento,
ahí yace el colgante. Cada vez que lo miro siento unas ganas irrefrenables de
llorar. Tiene tanto simbolismo que me ha dolido el alma cuando se lo ha quitado
de malas maneras y me lo ha entregado. Joder, cómo voy a arreglar esto?
Cuando
me quiero dar cuenta, no se donde estoy, miro los carteles, me he alejado de Madrid
no se muy bien hacia donde. Decido salirme de la carretera y parar en alguna
parte. Está anocheciendo, no sé donde ir, donde estar, no sé sentir otra cosa
que angustia. Paro en un arcén. Miro el móvil, millones de whatsapps, pero
ninguno de ella. Esto no puede ser. No puede estar pasando. No es posible que
me haya echado así de su vida. Recibo una llamada que no puedo evitar coger.
-Tío, qué cojones es eso de que estás con Lorena?
La voz de Alex me hace ponerme a llorar. Todo el mundo piensa
que es verdad, no voy a poder explicarlo, no voy a poder convencerla que es
mentira. Narro como puedo lo que ha ocurrido. Alex no da crédito.
-Joder… hija de puta… - farfulla Alex – me ha parecido tan
raro que no sabía si las imágenes estaban trucadas tio…
-Qué hago Alex? Qué hago? – suplico desesperado –
-Dónde estás?
De repente me doy cuenta que no lo sé y una opresión en el
pecho se apodera de mí. La noche ha caído y yo estoy en el arcén de una
carretera secundaria de no se muy bien donde.
-Tranqui tio, busca un pueblo y quédate en un hotel, mañana
te vienes para acá e intentamos pensar en como solucionar esto… - no dejo de
llorar, no puedo evitarlo – tio… no hagas ninguna tontería, encuentra un sitio
donde quedarte me oyes?…
-Si… no te preocupes… - digo aspirando fuerte por la nariz –
Cuelgo y arranco el coche sin saber muy bien a donde ir.
Conduzco varios minutos hasta que mi móvil suena. Cuando veo el nombre en la
pantalla se me hace un nudo en la garganta. Descuelgo, dispuesto a explicarle
lo que ha ocurrido. Quizá así, pueda hablar con Malú y la escuche.
-Cómo has podido hacerle eso a Malú pedazo de cabrón?
La voz de Vero se clava en mi mente y vuelvo a sentir un nudo
en la garganta.
-Me has decepcionado Rick…
-Vero… yo no he hecho nada joder… - digo desesperado –
-Que no has hecho nada? Cómo puedes ser tan cínico? Sabes
como has dejado a Malú?
Un dolor en el pecho incesante me hace estremecerme. Tanto
que quito la mirada de la carretera, intentando respirar estiro el cuello,
cuando unas luces me ciegan.
-Joder Quique, eres un cabrón…
-Mierda!
Pego un volantazo que me hace salirme de la carretera. Hasta
que el coche se para, pienso que voy a morir estampado contra un árbol. Respiro
acelerado, me falta el aire, he estado a punto de matarme, o de matar a
alguien.
-Quique! – escucho a Vero al otro lado – me oyes? Qué ha sido
eso?
Rompo a llorar como un niño. No puede ser, no puede estar
pasando, no puede cambiar tanto la vida en un instante, en un momento, en un
milisegundo.
-Vero… - digo sollozando – tienes que creerme… tienes que ayudarme por favor…
No hay comentarios:
Publicar un comentario