viernes, 3 de octubre de 2014

CAPÍTULO 54: NO VOY A CAMBIAR (V)

Tras un parón de un par de minutos en el que todos nos recuperamos un poco del momentazo, el escenario se tiñe de rojo y aparece Malú, con un traje largo, negro y se siente en el taburete que ya la esperaba. Rubén comienza a tocar el piano y Malú se marca una actuación tremenda… 

“Ojalá” y “Ángel caído” dos de las canciones más bonitas que tiene, son escuchadas en directo por los allí presentes. Todo un lujo. Tras cantarlas, sin que deje de sonar el piano, Malú se levanta del taburete y comienza a hablar.

-Bueno… este dúo lo hicimos en el primer palacio… - la gente comienza a gritar - y hoy quiero repetirlo, porque para mí es como si fuera la primera vez que estoy aquí… y hoy quiero que esté conmigo un gran amigo, que hace que esta canción sea más especial todavía… David Bisbal!!

El público enloquece. David aparece y se abrazan durante unos segundos. La cantidad de artistas que estan pasando por ese escenario hacía ridículo el precio de la entrada… es impagable el espectáculo que han montado. Veo como los dos se sientan en los taburetes y comienzan a cantar “Te voy a olvidar”. 

Menudas dos voces en directo… sublime… emocionante… mágico con ese fondo rojo haciendo las veces de telón de teatro… Malú pasaba en su concierto de momentos rockeros a momentos románticos como quien se cambia de ropa, era increíble. Tras terminar la actuación, David se despide con cariño de Malú y de los allí presentes y comienza de nuevo su speach.

-Esta canción que viene ahora… - se ríe ante un piropo que ha lanzado una fan y se ha escuchado en todo el palacio – esta canción antes, quizá la cantaba sin que tuviera demasiado sentido para mí… me explico… - la gente se ríe – todas tienen sentido, pero parece que algunas necesitan que te pase algo en la vida para que tomen forma y se asienten… y con esta canción me ha pasado… - camina hacia el otro lado del escenario – a veces conoces a personas… - la gente grita – que le dan todo el sentido a algunas canciones… – señala al palco y noto como el rubor asciende por mis mejillas – gracias…

Se apagan las luces y comienza a sonar la melodía de “ahora tú”. Todas las miradas se dirigen a mí y bajo la cabeza algo avergonzado, negando con ella. Cuando pensaba que ya no iba a llorar, resulta que sí, que me va a poner otra prueba de fuego de nuevo. La gente comienza a gritar, supongo que intuyendo a qué se había referido Malú con su discurso.

Comienza a cantar y parece que puede tocarse su alma en el aire que se respira dentro de aquel palacio. Se deja la garganta, la piel… me tiro toda la canción con una sensación de corrientes eléctricas por mi cuerpo que no me deja ni moverme. La miro en la pantalla y veo como tiene una sonrisa de oreja a oreja cantando esa canción y me siento cada vez más orgulloso. Noto como mis padres me miran pero prefiero no mirarles, prefiero no mirar a nadie porque me está dando una vergüenza y un orgullo a la vez que seguro que me pongo a llorar como un crío. La canción acaba con un gran aplauso y con cara alumbrando todo el palacio.

-Quiero recibir en el escenario a un grande… Aleks Syntek! – se escucha un fuerte aplauso –

-Grande malulita querida… - habla dulcemente – un placer estar aquí contigo…

Cantan a duo “solo el amor nos salvará”, una canción con tan buen rollo que me hace olvidarme del mal rato que he pasao con todas las miradas puestas en mí.

-Bueno… - coge aire – estáis cansados? – se oye un no unánime – ahora… llega una canción… - habla pausadamente – que compuso una persona maravillosa que hoy no nos puede acompañar… está dando un concierto a esta hora… pero que nos regaló a otro artista y a mí… y digo nos regaló porque no se puede calificar con otro nombre a esta canción… es un regalo, maravillosa, con una letra preciosa… y hoy… quiero que la cante conmigo la otra mitad… Pablo Alborán!!

Ahora si que ha enloquecido el personal. Pablo aparece sonriente por el escenario y se abraza a Malú. Los dos ríen viendo como el público grita, ya saben que canción van a cantar. Una de mis favoritas. Me dispongo a escuchar atentamente. El público deja los gritos a un lado y hace que la canción sea todavía más bonita. Los dos cantan aquella letra que puedo relacionar con tantos momentos con Malú que me pone la piel de gallina. Al terminar, Pablo coge de la mano a Malú y se acercan al borde del escenario.

-Malú… - dice mirando al público – hoy es un día especial para ti y para todos los que te queremos… de parte de todos tus amigos - señala hacia nosotros - gracias por tu sonrisa… por tu música… y por tu corazón… - Malú le mira emocionada – te habíamos echado de menos jefa, si o no? – grita dirigiéndose al público, que responde afirmativamente, como no podía ser de otra manera -  

Las palabras de Pablo terminan emocionándola del todo y se abraza a él, estoy seguro que llorando. Tengo que hacer verdaderos esfuerzos por no hacerlo yo también… esfuerzos que no hace nadie a mi alrededor, todos lloran.

Otra melodía empieza, esta vez más animada. “A prueba de ti” nos sirve a todos para recuperarnos de la emotividad. Va de un lado a otro del escenario, la gente está muy animada, cantan al unísono el estribillo, mientras Malú lo canta desde una de las plataformas. 

Tras acabar la canción sin parar de moverse, se pone seria, sentada en una banqueta.

-Hoy… - ríe mirando a Rubén, que parece que le ha dicho alguna cosa graciosa – Rubén, no voy a dejar de hablar, no te empeñes – como decía, hoy miro alrededor y solo veo caras sonrientes… - sonríe – las vuestras… y sonrío sin quererlo… y sonrío al saber que mi familia… mis amigos… están allí – nos señala – acompañándome en esta noche tan bonita… y yo… que he tenido mucha suerte encontrándome con gente maravillosa en este mundo… no podía salir de aquí sin cantar una canción con dos personas que, para mí, son mis apoyos… mis amigas… - la gente comienza a gritar – son casi como mi sangre… porque me han demostrado que hay gente especial… gente tocada por una varita… - suena un piano de fondo – la varita de la sensibilidad… del cariño… esta canción habla de amor… pero yo hoy quiero que todos la entendáis como una canción que habla de amistad… de la verdadera… - la gente aplaude – de la que duele cuando crees que ya nunca volverá… y hoy quiero que estén conmigo aquí… a hacer algo que nunca hemos hecho pero que esperamos que os guste… Pastora Soler y Vanesa Martín!!!

El público empieza a aplaudir con fervor. Todo el mundo sabe de la relación que tienen ellas tres, en especial vienen a mi mente todos esos rumores con Vanesa… que no se si son ciertos o no, pero la verdad es que me dan exactamente igual. Las he visto juntas y son verdaderas amigas. Si tuviera que preocuparme por toda la gente con la que se le ha relacionado, estaría llorando en mi casa todos los días… la lista es interminable. Río sin querer mientras las notas de “Sin ti todo anda mal” comienzan a sonar y la gente comienza a gritar. Creo que, junto con Aprendiz, son las dos canciones que recuerdo de más tiempo. Y en la voz de Malú suena tan bien… pero cuando empieza a cantar Pastora me quedo con la boca abierta… increíble la voz que tiene la tía… Vanesa canta otra estrofa y, las tres, al unísono, comienzan el estribillo. Hacen varias voces, para que todas tengan la tesitura a la que pueden llegar, y queda una melodía preciosa… una letra sincera, que, si la escucho como ha dicho Malú, habla de lo que deben haber pasado cuando han estado separadas. Escucho a Vero llorar y me giro. Le da la cámara a Richard y se abraza a mí, pobrecita… se ha emocionado al entenderla como una letra de amistad. Richard me mira con la cámara en la mano sin entender muy bien lo que pasa y le hago un gesto para que grabe el escenario.

-Venga anda… no llores tonta…

-Joder… - se separa de mí – es que me ha recordado a muchas cosas… mierda ya! – grita – ya está… Richard! – le hace un gesto para que le devuelva la cámara – todo okey, todo okey…

Richard se queda a su lado, pasando un brazo por sus hombros… aquí hay tema? En fin… la canción ha acabado con unas preciosas palabras emocionadas por parte de Pastora y Vanesa. Malú se encuentra en el centro del escenario, escuchando a la gente aplaudir, está llorando, intentando poder hablar.

-Un momento – levanta la mano intentando que la gente pare de gritar – a ver… - carraspea – yo… quería decir unas palabras pero no se si voy a poder… - se gira riéndose y llorando a la vez, respaldada por los aplausos y los cánticos – después de esto… quiero compartir con vosotros una canción… joder, he hablao más que cantao en este concierto eh? – dice mirando hacia atrás – tú que piensas Rubén? Que me calle no? Jajajaja! – se ríe, y todo el palacio con ella – bueno… como decía… esta canción la he cantado tantas veces… - se queda pensativa – lleva conmigo más de media vida… - afirma – me la regaló un hombre que ha estado hoy conmigo aquí, en el escenario… y… - hace una pausa – os aseguro que, si alguien me hubiera preguntado, cuál es la canción que estás deseando cantar? Hubiera dicho esta… porque es la primera, la que comenzó todo esto, la que me ha traído aquí… y la que siempre volverá a subirme a un escenario… - la gente rompe en un aplauso atronador -



La veo sentarse en aquel taburete, al lado del piano y su cara se transforma. Parece haberse transportado a otro lugar, un lugar que desconozco. Comienza a cantar y se me pone la piel de gallina. Me apoyo en los barrotes de aquel palco, dispuesto a escuchar ese momento como si estuviera solo. Días atrás me decía que era la canción que más miedo le daba cantar porque era la más especial, la primera, su canción. Cantarla así era de tener un valor importante. Solo con un piano los fallos que puedas cometer se notan mucho más. 

Observo a lo lejos ese escenario y, sin darme cuenta, la canción me envuelve. Parece que estoy en otro sitio, hasta que los aplausos tras el primer trozo me sacan de aquel lugar. Decido quedarme apoyado allí, abocado a la barandilla, mirando alternativamente el escenario y la pantalla, para ver su cara. Está totalmente distinta. 

Una luna enorme se abre paso en la pantalla de atrás y el efecto es impresionante. Es tan melancólico que sobrecoge. Vuelvo a sumergirme en los recovecos de esa letra tan fuerte. El silencio se hace en el palacio cada vez que canta, nadie se atreve a corear aquella letra conforme la está cantando ella. Termina el segundo trozo y veo como se levanta del taburete. 



En vez de cantar, susurra las palabras que forman aquellos versos. Noto como mis ojos están repletos de lágrimas, una vez más. Aquella chica que a veces parecía frágil, otras veces fuerte, otras veces sensible, otras veces pasota… aquella chica mezclaba todas esas versiones de ella misma en aquella interpretación. Es eso, está desnudándose sin que nadie se dé cuenta. Todavía me sobrecoge más. Cojo aire, sé que llega el final. Me decía que era lo que más miedo le daba de todo, que se le rompiera la voz y se cargara la canción. 


No puedo evitar cerrar los ojos cuando escucho como alza el tono de voz y escucho ese grito final. Dejo de apoyarme en la barandilla y aplaudo por encima de mi cabeza. Es lo más impresionante que he escuchado jamás en un concierto. Miro a mi alrededor y todos estan con la lagrimilla colgando. Miro a la pantalla y llora, llora mucho. Siento unas ganas de salir corriendo hasta allí y abrazarla que no se como me estoy conteniendo. 

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