Esto no puede estar pasando. La persona en la que he puesto
toda mi confianza, después de tanto tiempo, me ha traicionado. Miro a mi
alrededor. Está todo por el suelo. Tengo flashes del arrebato de rabia que
acabo de sufrir, pero no era consciente que había roto tantas cosas. No sale de
mi mente esa imagen de él besándose con otra. Cómo ha podido hacerme algo así?
La llamada de Vero ha sido absurda. No ha hecho falta que
dijera nada, solo me he puesto a llorar, cómo hace horas llevo haciendo. He
escuchado como me decía que enseguida estaba aquí. Me siento tan sola… Mis pies
se dirigen casi por obligación a la puerta. Vero aparece tras la puerta, con
cara triste. Me abrazo a ella, llorando amargamente. Le cuento, entre sollozos,
lo que ha pasado. No dice nada, solo tiene un gesto serio y enfadado. Vero
también debe haberse llevado una decepción, se llevan tan bien… la rabia que
siento no es comparable a la que he podido sentir otras veces. No lo es.
-Pero cariño, todo esto tiene que tener una explicación… -
Vero niega con la cabeza –
-Qué explicación tiene? – digo alterada – has visto las
imágenes igual que yo…
-Ya, pero joder… tiene que ser… - resopla –
-Qué voy a hacer Vero? – comienzo a llorar de nuevo –
Me he dormido casi sin querer. Intuía la figura de Vero a mi
lado. Hasta he escuchado cómo se ha ido de casa una vez ha pensado que estaba
dormida. Rompo a llorar de nuevo. Por mucho que lo intente, no puedo dormir. Me
giro en la cama y siento todavía más angustia. Su ropa sigue allí. Mi pena se
mezcla con la rabia, decido meter su ropa en bolsas, no quiero verla más por
allí. Mientras lo hago, el olor que desprende hace que me mareé. Toda la casa
huele a él.
Danka entra en la habitación de manera sigilosa y se sube a
la cama, tumbándose mientras me mira. No puedo evitar que se me encoja el
corazón cuando la veo. Se estará dando cuenta de lo que pasa? Es posible que
sea tan inteligente? Decido dejar lo de la ropa para otro momento, tengo un
dolor de cabeza terrible. Me dejo caer en la cama, al lado de ella. Comienzo a
llorar de nuevo. Escucho un leve gemido por su parte, lo que me hace llorar con
más ganas. Me lame la cara intentando que pare de llorar, pero no puedo. Y así
se pasa la noche, a mi lado, intentando consolarme, aunque creo que nadie puede
hacerlo, ni siquiera ella.
Mi vida ha dado un vuelco. Me encuentro minutos antes de
salir al escenario sin ganas de hacerlo. Pocas veces me ha pasado eso. No
quiero no coger el móvil, seguro que tengo alguna llamada perdida de él. Pero
no quiero que me diga nada, no quiero hablarle. No quiero escucharle. Me ha
traicionado. Aunque a veces pienso que eso no es posible, que él nunca me haría
algo así. Pero no dejo que las dudas me posean, he tomado la decisión de no
querer saber nada más de él. Pero no puedo joder! No puedo olvidarle así como
así.
-Malú cariño, tenemos que salir, estás preparada? – me pregunta
dulcemente Yaiza –
-Si… claro… - finjo una sonrisa –
Todo el grupo sabe lo que ha pasado. Algunos se debaten entre
no creerse nada y creérselo a medias. Nadie ha hecho ni un comentario. Ni
siquiera mi hermano, que no quiere tocar el tema por lo que he podido escuchar
antes. Estoy triste… y se lo he contagiado a los demás. Subo al escenario,
intentando frenar mis ganas de llorar, pero sé que hoy va a ser imposible.
Mientras canto aquella canción, siento que me tiemblan las
manos. Hago verdaderos esfuerzos por no meterme en la canción, pero es
imposible. Cada vez que digo “te voy a olvidar” algo se me rompe por dentro.
Me paso todo el concierto sin disfrutarlo. No soy capaz. Al
bajar del escenario, nadie dice nada, nadie se me acerca. Ni yo misma me
soporto en este momento, así que prefiero estar sola. Sola. Qué poco me gusta
esa sensación… con lo divertido que era bajar del escenario y verle gastando
bromas. No puedo acordarme de él sin sentir una pena y un vacío tan grandes que
hasta creo que nunca se me va a pasar.
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