sábado, 4 de octubre de 2014

CAPÍTULO 63: TE VOY A OLVIDAR

Esto no puede estar pasando. La persona en la que he puesto toda mi confianza, después de tanto tiempo, me ha traicionado. Miro a mi alrededor. Está todo por el suelo. Tengo flashes del arrebato de rabia que acabo de sufrir, pero no era consciente que había roto tantas cosas. No sale de mi mente esa imagen de él besándose con otra. Cómo ha podido hacerme algo así?

La llamada de Vero ha sido absurda. No ha hecho falta que dijera nada, solo me he puesto a llorar, cómo hace horas llevo haciendo. He escuchado como me decía que enseguida estaba aquí. Me siento tan sola… Mis pies se dirigen casi por obligación a la puerta. Vero aparece tras la puerta, con cara triste. Me abrazo a ella, llorando amargamente. Le cuento, entre sollozos, lo que ha pasado. No dice nada, solo tiene un gesto serio y enfadado. Vero también debe haberse llevado una decepción, se llevan tan bien… la rabia que siento no es comparable a la que he podido sentir otras veces. No lo es.

-Pero cariño, todo esto tiene que tener una explicación… - Vero niega con la cabeza –

-Qué explicación tiene? – digo alterada – has visto las imágenes igual que yo…

-Ya, pero joder… tiene que ser… - resopla –

-Qué voy a hacer Vero? – comienzo a llorar de nuevo –

Me he dormido casi sin querer. Intuía la figura de Vero a mi lado. Hasta he escuchado cómo se ha ido de casa una vez ha pensado que estaba dormida. Rompo a llorar de nuevo. Por mucho que lo intente, no puedo dormir. Me giro en la cama y siento todavía más angustia. Su ropa sigue allí. Mi pena se mezcla con la rabia, decido meter su ropa en bolsas, no quiero verla más por allí. Mientras lo hago, el olor que desprende hace que me mareé. Toda la casa huele a él.

Danka entra en la habitación de manera sigilosa y se sube a la cama, tumbándose mientras me mira. No puedo evitar que se me encoja el corazón cuando la veo. Se estará dando cuenta de lo que pasa? Es posible que sea tan inteligente? Decido dejar lo de la ropa para otro momento, tengo un dolor de cabeza terrible. Me dejo caer en la cama, al lado de ella. Comienzo a llorar de nuevo. Escucho un leve gemido por su parte, lo que me hace llorar con más ganas. Me lame la cara intentando que pare de llorar, pero no puedo. Y así se pasa la noche, a mi lado, intentando consolarme, aunque creo que nadie puede hacerlo, ni siquiera ella.

Mi vida ha dado un vuelco. Me encuentro minutos antes de salir al escenario sin ganas de hacerlo. Pocas veces me ha pasado eso. No quiero no coger el móvil, seguro que tengo alguna llamada perdida de él. Pero no quiero que me diga nada, no quiero hablarle. No quiero escucharle. Me ha traicionado. Aunque a veces pienso que eso no es posible, que él nunca me haría algo así. Pero no dejo que las dudas me posean, he tomado la decisión de no querer saber nada más de él. Pero no puedo joder! No puedo olvidarle así como así.

-Malú cariño, tenemos que salir, estás preparada? – me pregunta dulcemente Yaiza –

-Si… claro… - finjo una sonrisa –

Todo el grupo sabe lo que ha pasado. Algunos se debaten entre no creerse nada y creérselo a medias. Nadie ha hecho ni un comentario. Ni siquiera mi hermano, que no quiere tocar el tema por lo que he podido escuchar antes. Estoy triste… y se lo he contagiado a los demás. Subo al escenario, intentando frenar mis ganas de llorar, pero sé que hoy va a ser imposible.

Mientras canto aquella canción, siento que me tiemblan las manos. Hago verdaderos esfuerzos por no meterme en la canción, pero es imposible. Cada vez que digo “te voy a olvidar” algo se me rompe por dentro. 



Me paso todo el concierto sin disfrutarlo. No soy capaz. Al bajar del escenario, nadie dice nada, nadie se me acerca. Ni yo misma me soporto en este momento, así que prefiero estar sola. Sola. Qué poco me gusta esa sensación… con lo divertido que era bajar del escenario y verle gastando bromas. No puedo acordarme de él sin sentir una pena y un vacío tan grandes que hasta creo que nunca se me va a pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario