martes, 28 de octubre de 2014

CAPÍTULO 94: VUELVO A RESPIRAR PROFUNDO

Abro los ojos que parecen estar cubiertos por algo pesado. Al abrirlos, veo a mi hermano a mi lado, mirándome asustado.

-Estás bien? – se acerca a mí, cogiéndome la mano –

Me siento desorientada. Dónde estoy? Parece el hospital, pero no consigo saber qué hago allí? De pronto, la imagen del cuerpo de Quique sobre esa camilla viene a mi mente y me pongo a llorar.

-Eh… ya está… - Jose me abraza – ha sido una pesadilla… tranquila…

-Dónde está Quique? – pregunto, suplicando por dentro que me diga que está bien –

-El médico ha dicho que en un rato podremos pasar a verle… pero tienes que serenarte… - me coge la cara – te duele la cabeza?

-Ha sido todo un sueño verdad? – digo angustiada – dime que ha sido todo un sueño… - suplico –

-El qué Malú? – pregunta extrañado –

-Quique está vivo verdad? – pregunto con más miedo del que he sentido jamás –

-Claro – contesta sin entender nada – se pondrá bien según ha dicho el médico…

Unas ganas de llorar más fuertes que las de antes se apoderan de mis ojos. No sabía si era real lo que había visto o era fruto de mi mente. Mi hermano me abraza sin decir nada, como entendiendo parcialmente lo que ha pasado.

-Ha sido horrible… - digo sollozando – le he visto ahí… y no se movía…

-Ya pasó Malú… - me acaricia el pelo – te has dado un buen golpe al desmayarte… habrá sido eso…

Me he desmayado. Joder, apenas recuerdo las palabras del médico. Apenas recuerdo detalles de lo que ha pasado en las últimas horas. Es como si hubiera cogido un libro y hubiera leído una página de cada 10, no soy capaz de enlazarlo todo. Me duele la cabeza, mucho además.

Me han ordenado quedarme tumbada en esa cama un rato más. Por lo visto, he tenido un bajón de tensión importante, supongo que por el susto que he pasado. No dejo de pensar en la pesadilla que he tenido… ha sido tan real… incluso he tenido la sensación de haberme vuelto loca en el sueño por la muerte de Quique. Y sé que es exactamente lo que habría pasado además. Empiezo a pensar que no ha sido un sueño sino uno de esos flashback pero al revés, en los que te ves en el futuro o algo así. No sé, estoy empezando a desvariar, no quiero estar más en esta cama. Me levanto sigilosamente, intentando no despertar a Jose.

-Dónde crees que vas? – me mira mi hermano con un ojo abierto solamente – a la cama

-Pero Jose…

-Ni Jose ni nada – me corta – que menudos sustos me dais entre todos joder – sonrío sin querer –

-Como está Lucía? – pregunto preocupada –

-La niña está mejor que todos nosotros… es alucinante… - mi hermano niega con la cabeza –

-No me puedo creer lo que ha pasado… - digo rascándome la cabeza –

-Lo que ha pasado es que tienes un novio que tiene un par de huevos y está como una puta cabra… eso es lo que ha pasado… - sonrío sin poder evitarlo – Dios los cría y ellos se juntan… - pone los ojos en blanco –

-Se puede? – llaman a la puerta – hola, cómo estás?

-Bien… - contesto al médico que acaba de entrar –

-Bueno, parece que solo ha sido un desmayo propio de situaciones de tensión… todo lo demás está bien… incluso ese golpe en la cabeza – me señala y me llevo instintivamente la mano ahí – Vamos a dejar a Quique aquí esta noche.

-Qué? – pregunto asustada – por qué?

-Tranquila… - pone una mano sobre mi hombro – es solo el protocolo… cuando ocurren intoxicaciones por humo de este tipo… - habla con voz pausada – aunque el paciente esté bien, se queda en observación, estará mejor vigilado…

-Pero está bien? – sigo asustada –

-Si, incluso está consciente… aunque algo aturdido… parecía más grave cuando llegó, pero de momento, las analíticas se han normalizado… aunque, como digo, hay que tenerle en observación.

-Quiero verle – me dispongo a levantarme pero el médico me lo impide –

-No hasta que te tranquilices… - me sonríe tiernamente – podrás pasar a verle un rato si me haces caso…

-Ya estoy tranquila – finjo serenidad – la niña como está?

-Estupendamente… le vamos a dar el alta en unas horas – dice con voz sosegada mientras le miro como suplicando que me deje ir a ver a Quique – está bien… vente conmigo a la UCI, pero con tranquilidad de acuerdo? – asiento – 

Joder, qué poco me gusta estar al otro lado. Ser el paciente es lo peor que te puede pasar sin duda. Es mucha incertidumbre, aunque en mi cabeza sepa perfectamente los pasos que están siguiendo conmigo. Me dejarán esta noche aquí lo más seguro. La UCI es un lugar inquietante, parece que no hay nadie, pero en cuanto pita una máquina, aparecen médicos y enfermeras de debajo de las piedras. El silencio es atronador. Me aburro como una puta ostra. Joder, me encuentro bien, me podrían llevar a una habitación al menos… con la mascarilla de oxígeno debo parecer Darth Vader como mínimo. Me río sin querer al pensarlo. Que me quiten ya esto joder, al menos que me pongan el oxígeno de la otra manera, no con esta mascarilla, que parece que estoy enfermo de verdad.

Ahora en serio, pensándolo seriamente, he estado a punto de palmarla... una vez más... Creo que acabo de decidir que no voy a volver a trabajar ni en el SAMUR ni en ningún otro lugar que implique tener que subirte a una ambulancia e ir a encontrarte con Dios sabe qué. También influyen mis idas de olla. Tenía un tutor hace tiempo que me decía que tenía alma de bombero, que me iba la marcha. Se equivocaba, aunque pueda parecerlo.

La niña parece que está bien, aunque me quedaría más tranquilo si me dejasen verla, pero entiendo que este lugar no es sitio para que un niño lo visite. Y Malú? Estaba allí, estoy seguro, aunque recuerde más bien poco. Recuerdo escuchar como gritaba mi nombre cuando estaba a punto de bajar por aquella cuerda. Joder, es que lo pienso y es todo tan absurdo… si que tengo un poco de alma de bombero… Tiene que estar asustada conforme es ella. Seguro que la ha montado intentando entrar aquí a verme, está loca. Sonrío.

-Doctor, tiene visita – la puerta se abre sin avisar y me asusta –

Tras una bata verde y no se cuantas cosas más de ese color, la veo. Está hasta guapa. Cómo se puede estar guapa con ese traje absurdo que hay que ponerse para entrar a la UCI? Camina lentamente hacia mí, parece un poco sorprendida.

-Os dejo solos – el médico desaparece de la habitación –

-Hola jefa… - mi voz resuena contra aquella mascarilla… ahora si que me siento Darth Vader –

Sin decir nada, viene lentamente hacia mí y se deja caer sobre mi cuerpo. Está llorando. Pobre, ha tenido que pasar un mal rato, y más aún al verme así. Caigo en la cuenta del sonido que hay en la habitación. Una máquina pita cada vez que mi corazón late. Se me ha acelerado un poco al verla, me siento gilipollas. La verdad es que la imagen que ha tenido que ver al entrar es un poco chocante, con todos esos aparatos rodeándome, la mascarilla… se ha asustado más si cabe. Acaricio su pelo y creo sentir corrientes que pasan desde mis dedos hasta todo mi cuerpo. Sigue llorando desconsoladamente, así que decido prescindir un segundo de la mascarilla.

-Eh cariño… - digo quitándome la mascarilla –

-Qué estás haciendo? – alza la mirada de repente – vuelve a ponerte esto – coge la mascarilla y me la coloca –

Cojo un mechón de su pelo y lo aparto. Me quedo mirándola unos segundos. Me mira con los ojos empañados, con la respiración típica de cuando estás llorando.

-No vuelvas a darme este susto nunca más me oyes? – me reprocha –

-Lo siento… - digo sonriendo tiernamente -

-Estás bien? – pregunta sollozando –

-Si… - asiento – ahora que estás tu aquí, si… - acaricio su cara –

Vuelve a poner esa cara que es la antesala del llanto. Ese puchero de nuevo, con su barbilla temblando, me puede. Vuelve a hundir su cara en mi pecho, abrazándose a mí como si de eso dependiera su vida. Tan grave he estado?

-Oye… no llores más va… que estoy bien… no me he muerto ni nada… - bromeo –

-No vuelvas a decir eso… - me mira seria, todavía llorando – ni en broma…

-Eh… - acaricio su cara, pero hace un gesto como que no le ha gustado nada – perdona…

-Pff… - resopla y vuelve a abrazarse a mí – si te pasa algo me muero Quique…

-Pero no me ha pasado nada… - sonrío – la mascarilla no me la puedo quitar para darte un beso verdad?

-Idiota… - por fin sonríe – ven… - me la quita cuidadosamente – te quiero…

Inmediatamente después de esa frase, me besa. Me besa sin ninguna pretensión, sin querer ahondar más en mis labios. Un beso inocente, pero cargado de cosas que no alcanzo todavía a comprender. Supongo que si que es verdad que ha pasado miedo. Tras el beso, vuelve a ponerme la mascarilla.

-Eh, no es justo… yo quiero más… - me quejo como un crío pequeño –
-No, que ya he escuchado como pita eso cuando me acerco… - dice alzando una ceja –

Qué putada la máquina esta. Y qué guapa está cuando sonríe, aunque sea con esas prendas de color verde que siempre me han parecido un atentado contra la dignidad humana.

-Perdón – llaman a la puerta y el médico entra – siento interrumpir, Quique, venía a decirte que te vamos a subir a planta y que vas a pasar la noche aquí…

-Es necesario? – me quejo –

Hombre… la pregunta es bastante absurda. Rodeado de máquinas y con una mascarilla en la boca, qué pretendo? Irme a casa? Si parezco Ramón Sanpedro como mínimo. El doctor sonríe ante mi pregunta y asiente.

-Sabes que es mejor que estés aquí, aunque las analíticas estén bien en principio.

-En la habitación si que puedo quedarme con él verdad? – pregunta Malú –

-Si, en la habitación puede quedarse una persona a dormir… pero solo una – Malú asiente – bueno, os dejo un momento, pero en seguida tendrás que salir, de acuerdo? – vuelve a asentir – Ah, me han dado recuerdos tus compañeros del SAMUR – sonrío y alzo mi pulgar derecho -

-No pensarás quedarte aquí toda la noche no? – pregunto a Malú –

-No… qué va… - dice irónicamente – pensaba irme a casa y montar una fiesta… - pone los ojos en blanco –

-Pero tú sabes lo incómodo que es dormir en el hospital? – niego con la cabeza – estoy bien Malú…

-No se hable más – zanja la conversación – no me mires así que sabes que me voy a quedar a cuidarte… - me sonríe tiernamente - 

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