miércoles, 17 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 15: DÍAS DE SOL

Desde la cabaña tumbado, observo a Malú en la orilla, afanada en algo que no sé lo que es. Parece diferente, no sé que cojones habrá pasado esta noche. Habré dicho algo? Seguro que si, soy así de gilipollas. No puedo evitarlo, me gusta. Me gusta estar a su lado. Decido levantarme y desobedecer sus órdenes sobre mi descanso.

-Qué haces jefa?

-Pfff – resopla – que no me llames así! – me da un manotazo en la pierna – Qué haces levantado?

Observo como está deshaciendo unos cordones, parecen cordoneras de zapatos. Frunzo el ceño, no tengo ni idea de lo que hace.

-Me lo vas a contar?

-No, que si no me sale bien vas a pensar que soy idiota – dice sonriendo – si sale bien, tendremos comida.

Arqueo las cejas y se ríe. No querrá ser eso una caña de pescar verdad?

-Bueno… y ahora… - habla mientras da forma a lo que creo que es un clip – el toque final… - coge entre sus manos un bicho, no sé que es, parece un gusano y parece no darle nada de asco. – Ala, me voy a pescar

Se levanta dejándome flipado. No puedo evitar seguirla.

-Pensarás que estoy loca – me mira divertida – pero de pequeña me tiraba los veranos pescando con mi padre y mi tío. Le encantaba – sonríe nostálgica – pescábamos con cañas de verdad, pero bueno, esto puede servir. – lanza aquel hilo sacado de las cordoneras y lo sostiene con ambas manos – ahora a esperar a que piquen – sonríe con total naturalidad -

-Me estás dejando muerto, que lo sepas… - digo frotándome la frente –

-Lo sé – dice en tono chulesco – qué pensabas? Que era una niña pija que no sabe hacer nada? – voy a replicar pero prosigue en su discurso – se me daba muy bien pescar, mi tío decía que tenía un imán para los peces.

-Te vas a cocer aquí al sol… - digo no muy convencido –

-Tienes poca fe en mí eh? – niega con la cabeza – si pesco algo… ay! – suelta un gritito – ay! – veo como estira del hilo y me quedo con cara de póker – ha picado! – da unos pequeños saltitos mirándome –

Estirando, saca un pez no demasiado grande, pero lo suficiente como para dejarme con la boca abierta. En 10 minutos ha pescado. Y nosotros comiendo fruta.

El sol se va y cae la noche, una noche diferente, la gente parece estar más animada. Malú se ha hinchado a pescar. Ha conseguido tantos que casi tocamos a uno por persona. Hemos cortado unos palos en forma de puntas para clavar los peces y cocinarlos… me siento como en el Paleolítico. Amanda se afana en repartir a partes iguales la comida mientras todo el mundo felicita a Malú, que sonríe algo avergonzada. Es adorable, todo hay que decirlo.

-Luego decís que somos el sexo débil – suelta Amanda – mira lo que ha hecho! – grita riéndose mirando a Rafael, que baja la cabeza sonriente sin mirar a Malú. Normal, lo fulminaría con la mirada como dice Richard –

-Joder… sabe a gloria esto – digo comiendo como si no hubiera comido en mi vida – un aplauso para la jefa por favor! – grito y, al momento, todos me siguen en el aplauso mientras Malú me mira avergonzada –


La noche transcurre de forma amena. Con el estómago lleno, se piensa diferente, ya nadie parece acordarse del miedo que tiene de que no venga nadie a buscarnos. El día ha sido de lo más extraño, ver a Malú con esa decisión me ha hecho fijarme todavía más en ella. Mientras parte de la isla decide irse a dormir, yo me quedo sentado a su lado, junto al fuego, observándola en silencio. Su melena ha recobrado ese brillo que tenía cuando la conocí, quizá por esos botes de gel que han encontrado en una maleta. He examinado varias veces su anatomía sin darme cuenta y no puedo evitar la sonrisa al pensar en nuestro baño horas antes. No pensaba que fuese tan guapa al natural, sin maquillaje y sin filtros. Es extremadamente atractiva, todo hay que decirlo… no creo que solo tenga un imán para los peces, creo que para todo en general, tiene magnetismo.

-Quieres dejar de mirarme? Me pones nerviosa… - contesta sin dejar de mirar el fuego con una leve sonrisa –

-Eh? – me ha pillado, estupendo – emm… bueno, estaba pensando cómo es posible que ese cuerpecillo haya pescado 20 peces – cuerpazo mejor dicho, pienso sin decirlo –

-Cuerpecillo? – me mira haciéndose la ofendida – si te pego no dirías lo mismo…

Río levemente y vuelvo a mirar el fuego. Ella hace lo mismo.

-Estas diferente – me mira instantáneamente – no me equivocaba, eres fuerte.

-Este peloteo es porque soy la nueva jefa de la isla? – contesta divertida – si te tengo que castigar lo voy a hacer, da igual que me pelotees.

Río con ganas.

-Lo dicho, estás diferente… más…

-Más qué? – pregunta mirándome –

-Mmm… - no encuentro la palabra adecuada – natural? – niego con la cabeza – no sé explicarlo.

-Es posible… - se hace la interesante – quizá me haya dado cuenta de lo afortunada que soy… - hace una pausa y me mira – tengo muchas ganas de volver a casa… pero no podré hacerlo si me siento a llorar y a esperar a que pase algo…

-Bien dicho… - afirmo sonriente –

-Supongo que con los años he aprendido a adaptarme a las situaciones… - me mira y prosigue – no todo es tan fácil como parece…

-Yo no pienso que tu vida sea fácil eh?… - me afano en contestar –

-Bueno… - sonríe levemente – puede parecer que mi vida ha sido coser y cantar… nunca mejor dicho – se ríe – pero he tenido momentos parecidos a este, salvando las distancias… - le miro interrogante – momentos de no saber qué hacer, de sentirte perdida… no te ha pasado?

-Pff… - resoplo – más de lo que me gustaría…

Noto como me mira de una forma que no sabría descifrar…

-Es curioso… te conozco desde hace unos días y hablo contigo como si te conociera desde siempre… - sonrío y bajo la cabeza – no suelo contarle mi vida a un desconocido…

-Haces bien…  - asiento – supongo que no hace falta que lo diga pero… bueno, por si acaso… - hago una pausa – puedes contarme lo que quieras, no iré contándolo por ahí.

Me sonríe y baja la cabeza, como avergonzada. Hay un silencio extraño en ese momento.

-Me han dicho tantas veces eso, que ya no se cuando lo dicen de verdad… - una sonrisa amarga se instaura en su cara – te sorprendería saber lo que hace la gente por fama o dinero…

Escucho atento su relato y me quedo estupefacto. En apenas unos minutos me cuenta su vida, sin tapujos. Sus relaciones, sus desengaños, sus inquietudes…

-Joder… y luego dicen que los famosos tenéis una vida fácil…

-Solo vas a decir eso? No me vas a interrogar sobre nada? – ríe levemente – si que eres distinto, no hay duda…

-Y qué quieres que diga? – digo sonriendo – lo que haga cada uno con su vida personal no me parece relevante… mientras no haga daño a nadie… - me mira atenta –

-No me pongas ninguna etiqueta que las odio eh? A ver si te piensas que yo me lío a diestro y siniestro con unos y con otros porque no eh?

-Ala!!! - digo sonriendo – la verdad es que el concepto de enamorarse de personas está bien… – alzo mi dedo índice – aunque yo no me he planteado nunca enamorarme de personas sin tener en cuenta la entrepierna... no me gusta nada la idea de… - hago un gesto con las manos y vuelve a reírse con ganas – es verdad… yo lo pienso y es que prefiero la abstinencia sexual de por vida…

-Calla que me meo – no para de reir – bueno… - se pone seria – hace tanto tiempo que no estoy con nadie… - pone cara de resignación – supongo que debo dejar que pasen las cosas y ya está…

-Eres de las que dicen eso de… “me han hecho tanto daño que paso de las relaciones serias”? – dramatizo el tono de la frase –

-Qué gran frase… – dice riéndose – ya te he dicho que yo me dejo llevar, antes lo hacía pero me paraba a pensarlo mucho, llegaba a rayarme la idea de ser de una manera o de otra… ahora me la suda sinceramente… - vuelve a mirar al fuego – cuando aparezca la persona adecuada, me dará igual como sea… - me mira –

Asiento sin decir nada. Por mi mente pasan muchas ideas que deshecho…

-A decir verdad, no creo que nadie me haya querido lo suficiente… - pone gesto melancólico – al menos yo no lo he sentido así… pero bueno – sonríe de nuevo – quitando la parte sentimental, me lo he pasado muy bien – ríe de nuevo –

-No me des detalles… - niego con la cabeza –

-No pensaba dártelos – me da un manotazo – pero me lo he pasado muy bien… - se tapa la boca y comienza a reir al ver mi expresión de asombro – qué pasa?

-Que no quiero que me lo cuentes… que yo me lo imagino todo en seguida – digo riéndome – no sabía que eras tan sincera…

-Ya te he dicho que tengo la sensación de conocerte desde hace tiempo… - sonríe mirando al suelo – no me da vergüenza contarte todo esto… además, cada uno habrá tenido experiencias en su vida, y no son más que eso, experiencias… no significan nada en cuanto al futuro…

-Me gusta como piensas… - digo sonriente – dejarse llevar trae sus consecuencias… pero es lo más sano…

-Lo mío me ha costado pensar así… oye – me apunta con el dedo – A ver si te vas a creer que me he acostado con cien mil, que para nada…

-Y dale… que yo no he dicho eso – alzo los brazos –

-Pff… mi vida sentimental y sexual es bastante escasa… - se pone la mano en la frente – es deprimente… - la miro divertido – es verdad, la gente se piensa que al ser famoso se liga más… y para nada… al contrario…

-Pues yo juraría que tu tienes que ligar mucho… - me mira sorprendida – es verdad… no se… - debe estar afectándome el humo de la hoguera porque le acabo de tirar los trastos. Bravo Rick -

-Cuando uno no se acepta, es complicado eso de ligar… - me quedo serio al escuchar es frase – tuve una fase que duró bastante tiempo… quería ser de otra manera… me miraba al espejo y me veía tan mal… por dentro y por fuera eh? No me aceptaba para nada… - dice de forma reflexiva -

-Pero como te vas a ver mal? – digo sorprendido – eso no lo puede pensar nadie…

-Bueno… tampoco ayudaban mucho los escarceos amorosos que me buscaba…

-Con qué tipo de gilipollas te has liado tú? – me sale del alma aquella frase –

-Pues con eso – ríe levemente – con gilipollas en su gran mayoría…

-Y ahora estás bien? – pregunto comedido –

-Ahora estoy perfectamente – dice sonriendo – solo falta que aparezca alguien que lo vea…

Nuestras miradas se cruzan y por un instante se me pasa por la cabeza decirle que yo lo veo… pero no creo que sea lo apropiado en ese momento… me contengo y sonrío afirmando con la cabeza.

-Y tú no me vas a contar tu vida?

Levanto la mirada y veo como parece arrepentirse de la pregunta.

-Creo que tu tienes imán para peces y yo tengo imán para lagartas… - digo en tono divertido –

Malú estalla en una carcajada y me da un manotazo en el brazo.

-Menos María… la chica que te conté que murió – asiente seria – el resto de personas con las que he estado eran mentirosas compulsivas… y si mezclas eso con mi gilipollez extrema… pues te sale una vida amorosa de mierda… - me mira con una sonrisa incrédula – después de ella, he estado con 3 chicas que yo pensaba que eran relaciones serias… pero de los cuernos que me han puesto creo que podría colgar toda la ropa del corte inglés en ellos.

Ríe unos segundos y después me mira y se pone seria.

-Perdona… me ha hecho gracia la frase, no es que me ría de ti…

-Lo sé… - sonrío levemente – pues eso… no se puede ser bueno parece ser… se hartan de ti… y mira que he intentado ser algo cabrón, pero no me sale… - alzo los hombros – supongo que soy de los tontos románticos. Mi última relación fue hace unos meses… y era una cabrona a más no poder… con perdón eh? Pero es así… - la descubro mirándome con una cara de ternura que hace que me de un escalofrío -

-A las personas románticas nos pasa eso… - dice negando con la cabeza – nos pensamos que todo el mundo es así…

-Y eso que me has contado de tu operación? – pregunto sin saber bien lo que había pasado –

Pues eso… estuve a punto de morirme… - pongo cara de sorpresa - sin exagerarte… me operaron tres médicos buenísimos pero, antes de meterme a quirófano, a mi familia no le aseguraban ni como iba a salir, ni si iba a salir realmente… no sabían cuántos órganos estarían tocados por la infección…

-Y me imagino que después… la recuperación sería…

-Tremenda – me corta – tuve que ir introduciendo alimentos poco a poco… mi amiga Vero me cuidó… como si fuera de su familia - mira su brazo izquierdo – mira, por eso me tatué su inicial – me enseña el tatuaje – aquí están las personas más importantes de mi vida… mi madre, mi hermano y Vero - toca su tatuaje con cariño - 


-Es muy bonito tener amistades así… - pienso en Alex, mi mejor amigo – uno es afortunado cuando las tiene…

-Tu también tienes alguien así?

-Tengo mucho amigos de los que considero que son para siempre… pero, en especial, tengo uno que es mi hermano vaya… - me mira expectante – Alex. Siempre que he tenido algún problema, fuese el que fuese… él estaba ahí… con lo de María se volcó tanto que hasta llegó a afectarle a él… está casado con Marta, una compañera del hospital. Bueno, una de esas personas que te he dicho que sé que son para siempre.

-Tú también estás rodeado de amigos que se casan? – pregunta divertida –

-Y tanto… - contesto riéndome – los quiero matar… - ríe ante mi comentario –

-Y el tatuaje que llevas ahí? – señala mi hombro –

-Ah… bueno… me lo hice hace muchos años… - lo miro con algo de nostalgia – quería algo discreto...


-Refuse to sink – lee con una pronunciación aceptable – Negarse a… hundirse? – pregunta no muy convencida -  

-Exacto – contesto mirando el tatuaje – me lo hice cuando pasé aquella mala época con lo que te conté del accidente de mis amigos… - suspiro – creo que necesitaba ver todos los días algo así.

-Vaya… - exclama asombrada –

-Puede parecer un poco… exagerado… - me excuso – pero te aseguro que estuve al borde de hacer cualquier estupidez y… bueno… - me mira frunciendo el ceño y carraspeo -  el ancla significa seguridad… fuerza… esperanza incluso… - vuelvo a mirar el tatuaje – el símbolo del infinito supongo que ya sabes lo que significa… - río tímidamente –

-Es muy buen tatuaje… - dice observándolo – con mucho significado…

-Y los tuyos?... porque tienes… - la observo detenidamente – un huevo de tatuajes…

-Jajajajaja! Algún día te contaré lo que significa cada uno…


Nos quedamos, sin darnos cuenta, casi toda la noche hablando de anécdotas, hasta que Anthony y Harry vinieron a sustituirnos en nuestro turno de encargarnos de cuidar del fuego. Entonces, nos fuimos los dos juntos y, como cada noche, nos quedamos dormidos el uno al lado del otro, con la sensación de que aquella noche nos habíamos conocido todavía más. Y conocerla más me había hecho que me gustase todavía más.

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