martes, 16 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 8: EN OTRA PARTE

La segunda noche cae en aquella isla. El día se nos ha pasado intentando recomponer esa especie de campamento después de aquella tormenta fugaz que nos ha dejado prácticamente como al principio. Conseguimos montar una especie de cabañas para intentar refugiarnos si venía alguna otra parecida, aunque no parecen demasiado consistentes. Como la noche anterior, cenamos de la comida que habíamos encontrado en el avión. En total somos 22. La comida escasea por momentos, al día siguiente tendremos que pensar en intentar pescar para poder comer algo más que fruta. Al caer del todo la noche y volverse todo oscuro, decido ser el primero en hacer turno para que no se apague el fuego. Malú decide acompañarme, a pesar de mis recomendaciones para que descansara.

-Si no estuviéramos en una playa desierta, esto sería la leche – dice sin más –

-Si… y si tuviéramos alcohol donde ahogar las penas ya sería la reostia…

-La verdad es que sí – dice riéndose – qué penas tienes tú?

-Pfff… no hay tiempo material para contártelas todas… - digo medio en broma medio en serio – La verdad es que hace un momento pensaba en toda la gente que echo de menos… - me mira en silencio – mis padres… mi hermana… mi familia… mis amigos… deben estar pensando que ya no estoy aquí… - me entristece la idea – estarán pasando el peor momento que se puede pasar…

-No me había parado a pensarlo… - dice de forma reflexiva –

-Bueno, tú, a parte de todo eso, tienes a tu legión… seguro que eres trending topic… - digo sonriendo tiernamente –

-Pff… qué estará pasando… no me lo quiero imaginar…

-Supongo que estarán pensando que nos han perdido… es la peor sensación que se puede tener…

-Has perdido a mucha gente? – pregunta en un susurro –

-Demasiada… - digo serio – mis 4 abuelos…  y bueno, dos de mis mejores amigos…

-Dos amigos? – me mira extrañada – qué les pasó?

Carraspeo ante la incomodidad del recuerdo, no se si quiero hablar del tema…

-Perdona… no tenía que haberte preguntado…

-No… no te preocupes… fue hace algunos años… en un accidente de tráfico…

-Vaya… tuvo que ser duro… - me pone una mano en el hombro –

-Yo lo presencié… - digo sin pensar – es lo más duro que te puede pasar… - me mira sorprendida –

-Lo presenciaste?

-Volvíamos de una fiesta… Rafa y yo no habíamos bebido, siempre hacíamos eso los que nos tocaba conducir… pero hay gente que no lo hace… - mi voz se torna oscura – Rafa iba con María… era mi ex novia… - la miro y veo su cara de asombro – estuvimos juntos casi 5 años, pero nos dimos cuenta que, igual que habíamos pasado de ser amigos a algo más… ahora volvíamos a ser solo amigos… y decidimos dejarlo… - sonrío melancólico – antes de empezar a salir con Rafa, vinieron los dos a casi pedirme permiso… eran un caso… - Malú sonríe de manera tierna – esa noche se nos cruzó un coche en dirección contraria… ellos iban en su coche unos metros más adelante y yo en mi coche detrás, con otros amigos… los esquivamos no se muy bien como… y bueno, el resto es mejor no contarlo porque entonces si que voy a tener ganas de beber mucho…

-Siento si te he preguntado demasiado… - dice apurada –

-No, no te preocupes… quizá hace unos años no hubiera podido hablar del tema… ahora puedo hablar de ello sin ponerme a llorar como un crío… - sonrío de lado – los conocía desde el colegio, cuando éramos pequeños… lo pasé realmente mal… hasta el punto de necesitar ayuda… - hago un silencio – pero bueno… por desgracia esas cosas pasan y nadie las puede evitar…

-Sé que no es comparable, pero cuando murió mi tío hace poco, sentí un vacío tremendo…

-Claro que es comparable… la pérdida de alguien siempre es dura… y más si es de repente - me revuelvo sobre la arena – tu tío era muy grande… - sonrío – sabes que lo primero que aprendí a tocar con la guitarra fue la escala que usaba para entre dos aguas?

-Tocas la guitarra? – me mira sorprendida –

-Eso dicen… la aporreo más bien – río tímidamente – fui a clases hace un tiempo, pero duré poco, no podía compaginarlo con la universidad… lo demás fue autodidacta… siempre me ha gustado mucho la música…

-Con la familia que tengo, y no sé tocar apenas nada… - sonríe negando con la cabeza –

-Siempre hay tiempo para aprender… - decido obviar el dato de que fui al conservatorio… y se tocar el piano… no quiero pegarme ninguna sobrada -

-Asi que aprendiste a puntear con mi tío… - sonríe levemente – es curioso…

-Si… ahora estoy con su sobrina en una isla desierta…

-Nada, que nos teníamos que encontrar parece ser… - ríe – ya me tocarás algo… - cambia el gesto al darse cuenta de lo que ha dicho –

-El brazo por ejemplo – poso mi mano sobre él mientras ríe – podría haber sido más malo y lo sabes… - digo sonriendo –

-Calla Rick! – dice sin parar de reir –

-Todavía no te he escuchado cantar… - digo torciendo la boca –

-Ya… - sonríe melancólicamente – no me apetece demasiado hacerlo…

-Sabes? Creo que te vendría bien… - miro al fuego – y a los demás también…

-A los demás? – pregunta extrañada –

-Si… no creo que haya nadie a quien no le guste como cantas…

Me siento estúpido al pronunciar esa frase… a mi me ha sonado como si estuviera tirándole los tejos, pero no era mi intención… solo pretendía aliviarla. Sonríe avergonzada, me parece adorable cuando hace ese gesto, y vuelve la mirada al fuego.
Tras cambiar el turno, acabamos durmiendo como el día anterior, uno al lado del otro, después de habernos contado media vida en un momento. De nuevo, me dormí mientras la miraba. Su rostro relajado, dormido, me daba una paz que necesitaba en aquel lugar tan poco acogedor.

Por la mañana, me despierto temprano, apenas ha salido el sol. Noto un peso sobre mí que me hace estremecerme. Malú se ha abrazado a mí durante la noche. Ahora me da pena despertarla, pena por ella y por mí, estoy demasiado cómodo. Unos pasos me hacen incorporarme un poco. Veo la figura de Richard, pidiéndome perdón juntando las manos.

-Perdona Rick… no quería molestaros… pero tenemos un problema… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario