jueves, 25 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 38: CONTIGO APRENDÍ (II)

Me acerco a él y hago que suelte sobre la mesa las copas. Me encanta que me mire así, con tanto deseo. Terminamos sobre el sofá, haciendo el amor como si fuera la última vez. Su forma de tocarme me vuelve loca, es increíble como se transforma. Una vez en la cama, me acurruco a su lado, como las últimas noches, me abraza fuerte, firme, como si no quisiera que me moviese de allí. No puedo evitar sacar ese tema de conversación que nos hizo discutir la última vez.

-Quería hablar contigo… - noto como arquea la cabeza para mirarme y alzo la mía – sobre esto…

-Sigues preocupada verdad? – dice en tono comprensivo para mi sorpresa –

-Si… - contesto algo avergonzada –

-Sabes que puedes contarme todo lo que te preocupa no? – me acaricia el pelo y sonrío como una tonta –

-No quiero que te vayas… - aquella frase me acaba de salir del alma –

-Ni yo tampoco jefa… - me da un beso en la frente – pero no me voy al otro lado del mundo eh? – dice restándole importancia -

-Me da miedo que si no estamos juntos, te plantees cosas… - he decidido ser sincera en cuanto a mis dudas –

-Cosas? – me pregunta extrañado – qué tipo de cosas?

-Lo que hablamos el otro día… - digo con algo de temor –

Veo como se recuesta y se pone a mirar al techo, como buscando las palabras… o como no queriendo hablar… no consigo descifrar esa reacción.



-Quieres que sea totalmente sincero verdad? – dice mientras sigue mirando al techo –

Aquella frase me acaba de dar un miedo terrible. Por un momento pienso que me va a decir que lo ha pensado mejor, que es imposible, que es mejor que solo seamos amigos… siento unas ganas terribles de llorar pero me contengo, esperando a que hable.

-Es cierto que me da miedo, no te lo voy a negar… - sigue sin mirarme – me da miedo tu vida, todos esos conciertos… me da miedo no encajar ahí - intento interrumpirle pero no me deja – espera, que si no lo digo de golpe, no lo voy a decir… - habla pausadamente – pero no se por qué piensas que voy a plantearme algo distinto a esto… es imposible…

-Por qué es imposible? – pregunto descolocada –

-Porque… - sonríe de lado – joder, nunca se me ha dado bien esto… - niega con la cabeza y le noto algo nervioso – porque lo que hemos pasado juntos no se me olvida en unos días…

Me mira y noto como el corazón se me va a salir por la boca. Se me está declarando? No puede pasarme esto a mí, este hombre no se me puede estar declarando. Sigo teniendo ganas de llorar, pero con otra sensación totalmente distinta.

-Malú… - acaricia mi pelo con suavidad – yo pensaba que no iba a poder estar así de bien con alguien…  -ríe tímidamente – y resulta que voy y me cruzo contigo… - niega con la cabeza sonriendo de medio lado – igual todo está yendo muy deprisa… pero es que tengo la sensación de conocerte desde hace años… y, al mismo tiempo… conozco todos los días algo nuevo de ti… y… y eso me gusta… - noto como está nervioso – Y… te miro… y… joder, no se me puede ocurrir plantearme nada que no sea seguir estando así… - hace una pausa, sin dejar de sonreir algo avergonzado – Joder, no sabes lo orgulloso que me he sentido cuando Rosa te ha contado todos esos planes…, te he imaginado ahí, cantando y… - tengo unas ganas de llorar inmensas – es que… quiero vivir eso contigo… quiero… quiero estar contigo, no se si encajaré en tu vida, pero…  - vuelve a ponerse nervioso – quiero ver como sonríes cuando vuelvas a cantar delante de toda esa gente… cuando vuelvas a casa después de un concierto… sé que estás deseando volver a trabajar… - no deja de acariciar mi pelo - y sé que es complicado pero… si… si tu quieres… me gustaría… - carraspea – me gustaría que lo intentásemos…

No puedo decir nada, me he quedado muda. Le observo detenidamente. Me mira interrogante, se que está pensando que se ha equivocado, que quizá la está cagando, pero acaba de hacer lo que yo llevaba días queriendo hacer y no me atrevía por la vergüenza que me daba sentirme una estúpida que se plantea una relación en apenas unos días. Está orgulloso de mí… no recuerdo que alguien que haya tenido una relación conmigo me haya dicho eso referente a mi trabajo. Creo que nadie se había parado a pensar en lo feliz que soy cuando canto, en lo feliz que me hace… pero él si, él había pensado todo eso por encima de lo que sería más cómodo… sería más cómodo decirme que ese ritmo no lo ve claro y que no sabría si podría entenderlo. Pero no, va y se me declara. Él no lo sabe, pero me lo voy a comer a besos dentro de unos segundos.

-No vas a decir nada? – le miro sin contestarle –

Es el momento. Sin mediar palabra me lanzo a sus labios sin poder parar de sonreír. Noto como respira aliviado… qué mala soy, le he hecho pasar unos segundos tan tensos… se lo pienso recompensar. No decimos nada, solo nos besamos, nos acariciamos, nos tocamos… vuelve a tocarme como si quisiera traspasarme… volvemos a hacer el amor pero esta vez de una forma distinta, con una sensación distinta. Todo es igual de apasionado, igual de agresivo… pero más lento… hay muchos más besos, yo pensaba que eso era imposible, pero los hay. No puedo calcular el tiempo que hemos pasado haciendo el amor. Ni puedo describir el placer que acabo de sentir. Es increíble, no hace falta que le diga nada, sabe perfectamente lo que tiene que hacerme antes incluso de que me dé tiempo a pensarlo. El sueño me vence, acurrucada al lado de él, como en los últimos días, y como quiero que sea a partir de ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario